Nuevo intento del fabricante de trenes Skoda de abrir conversaciones con Talgo sobre una posible fusión. Y, de momento, parece haber recibido silencio como respuesta. El consejero delegado del grupo checo, Petr Novotny, firmó una carta enviada la semana pasada al consejo de administración presidido por Carlos de Palacio en la que solicita la apertura de conversaciones sobre el proyecto de unión de fuerzas industriales que ya puso sobre la mesa en julio. Fue a través de dos comunicaciones, la primera enviada el día 11 simplemente expresando el interés en una fusión, y la segunda el 24 de julio, esta última con mayor detalle sobre las capacidades de la compañía checa.
La aproximación de Skoda, sin compensación económica para los accionistas de Talgo, fue rechazada en medio de la opa del consorcio húngaro Ganz-Mavag, que ofreció 619 millones por el 100% del capital y dio la ansiada salida al núcleo del grupo formado por el fondo Trilantic y las familias Abelló y Oriol. Lo explica Novotny en la carta, según ha adelantado El economistaque el escenario es diferente ahora que el intento de compra por parte de Ganz-Mavag ha sido retirado tras el veto del Gobierno a este cambio de control.
Skoda, la firma industrial del grupo inversor checo PPF, pide acceso a los libros contables de Talgo para poder hacer una oferta debida diligencia y poner en marcha el citado proyecto de integración. Atraída por la oferta de Talgo en alta velocidad, Skoda ofrece su experiencia en trenes ligeros y, lo que es más importante, capacidad de producción para que Talgo pueda completar pedidos firmados por más de 4.000 millones de euros. El fabricante español atraviesa un momento crítico debido al déficit de capacidad en sus plantas de Las Matas (Madrid) y Rivabellosa (Álava).
Talgo no ha querido hacer comentarios sobre la existencia de esta nueva carta, que todavía no ha sido comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), por lo que no ha facilitado ninguna actualización sobre la posición de la compañía respecto a Skoda. El texto insiste en que una combinación de ambos fabricantes sería beneficiosa para accionistas, clientes, empleados y proveedores.
En una entrevista publicada este lunes por EL PAÍS, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha asegurado que “la historia de Talgo va a acabar bien. Y eso es garantizando el futuro de la compañía, preservando los intereses de España, especialmente los relacionados con la seguridad nacional, y salvando puestos de trabajo”. El ministro ha asegurado que el Gobierno está tranquilo ante las acciones legales anunciadas por Ganz Mavag tras el rechazo de su oferta de compra.
Mientras decide su futuro, Talgo anunció ayer una alianza con la polaca Pesa para abordar el mercado de la alta velocidad en Polonia y mercados adyacentes. Ambas están diseñando un modelo que presentarían conjuntamente a concurso.
Skoda ofrece a Talgo entre 1 y 1,5 millones de horas adicionales de capacidad al año, lo que se traduce en 65.000 metros cuadrados adicionales de planta. El grupo cuenta con 300.000 metros cuadrados repartidos en siete fábricas y se ofrece a complementar a la empresa española en tareas críticas como la soldadura de acero y aluminio, el pintado de trenes, componentes para sistemas de propulsión o en los procesos de producción de modelos eléctricos.
En respuesta a las informaciones que aluden a una posible falta de capacidad financiera y operativa, Škoda ha defendido ante el consejo de administración de Talgo que sus ingresos ascendieron el año pasado a 1.400 millones para un EBITDA de 22 millones. La compañía trabaja en veinte mercados, totalizando 5,1 millones de horas de producción y la entrega de 400 vehículos. Su inversión en I+D alcanzó los 85,5 millones. Su combinación con Talgo daría como resultado un fabricante de trenes, tranvías, metro y autobuses con 2.000 millones de ingresos y una cartera de más de 7.500 millones de euros.
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