En las vastas llanuras del cráter Jezero de Marte, el pequeño helicóptero que revolucionó la exploración espacial tuvo su último encuentro con la superficie marciana el 18 de enero de 2024. Este vuelo número 72 marcó el final de una misión que había superado todas las expectativas, transformando un modesto 30 Demostración de tecnología de un día en casi tres años de descubrimientos pioneros.
Tras finalizar sus vuelos, los ingenieros de la NASA se enfrentaron al enigma tecnológico de descifrar qué había provocado el accidente del Ingenuity, el primer vehículo en lograr un vuelo controlado en la atmósfera de otro planeta. Ahora, después de meses de minuciosa investigación, finalmente han encontrado una respuesta: irónicamente, el aparentemente «simple» terreno marciano habría sido su talón de Aquiles.
Terreno traicionero en Marte
Los ingenieros del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y AeroVironment descubrieron que el sistema de navegación del helicóptero se encontró con un desafío inesperado: un paisaje de suaves ondulaciones arenosas que, al carecer de las marcas y texturas necesarias para orientarse, resultó engañoso. . Este terreno traicioneramente liso privó a los sensores de navegación de Ingenuity de los puntos de referencia cruciales que necesitaban para calcular con precisión su posición.
«Cuando se investiga un accidente a 160 millones de kilómetros de distancia, no hay cajas negras ni testigos presenciales disponibles», explica Håvard Grip, primer piloto del Ingenuity, en un comunicado de la NASA. que también anunció la próxima publicación de un informe técnico con detalles de lo sucedido.
El fin del ingenio: una secuencia dramática
La reconstrucción del accidente revela una secuencia dramática. El helicóptero ascendió a 12 metros y comenzó a tomar fotografías. A los 19 segundos se inició el descenso, y 13 segundos después se produjo el impacto fatal. La alta velocidad horizontal con la que aterrizó hizo que el dispositivo cabeceara y rodara, rompiendo sus cuatro rotores.
«Imagínese el futuro de los vuelos a Marte»
Pero la historia de Ingenuity es más de éxito que de fracaso. Incluso después del accidente, Ingenuity sigue contribuyendo a la exploración espacial. Y, aunque ya no puede volar, envía semanalmente datos meteorológicos y de aviónica a través del rover Perseverance, información valiosa para los futuros exploradores del planeta rojo.
Y su legado continúa. La NASA ya está diseñando su sucesor, el Mars Chopper, un helicóptero 20 veces más pesado que podrá transportar varios kilos de equipamiento científico y recorrer hasta 3 kilómetros en un día.
«El ingenio nos ha dado la confianza y los datos necesarios para imaginar el futuro de los vuelos a Marte», concluye Teddy Tzanetos, director del proyecto.
Editado por Felipe Espinosa Wang con información de NASA, Universe Today y Newsweek.