El juego del gato y el ratón en el que se han convertido algunas de las declaraciones de mandos policiales en la investigación sobre la guerra sucia contra Podemos alcanzó este miércoles uno de sus clímax con el testimonio del comisario Manuel Vázquez, ya jubilado y conocido en la Policía como ‘Fiti’ . Jefe de la Unidad contra la Investigación Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía durante el Gobierno del Partido Popular, Vázquez defendió ante el juez que sus agentes nunca investigaron a Podemos ni a ningún otro partido político y que las investigaciones documentadas aludían a posibles delitos fiscales de una empresa que la propia Policía había vinculado en el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) con una supuesta financiación ilegal de la formación morada.
Un exsubordinado de Vázquez ha admitido en un informe ante el tribunal que la UDEF abrió la llamada ‘Operación Venus’ para comprobar la veracidad de las declaraciones contenidas en un expediente que les llegó desde la Dirección Adjunta Operativa (DAO), la Informe PISA, cuya difusión en algunos medios se aprovechó para intentar sabotear las negociaciones para formar Gobierno que Podemos y PSOE mantuvieron en la primavera de 2016.
El juez Santiago Pedraz, que investiga las maniobras contra Podemos en la Audiencia Nacional, acordó citar a Vázquez como testigo a petición del partido político, que lleva la acusación particular, y con el apoyo de la Fiscalía. En su declaración de este miércoles, Vázquez intentó hacer creer a los presentes que la investigación de la UDEF que dirigió se refería a las cuentas de 360 Global Media, el instrumento a través del cual Podemos habría sido financiado por el régimen iraní, según el informe PISA.
Lo cierto es que el expediente parapolicial terminó convirtiéndose en un problema para la Policía a las órdenes de Jorge Fernández Díaz. El Tribunal Supremo, primero, y luego la Audiencia Nacional se negaron a abrir una investigación judicial en base a las conjeturas que presentó. Sin la firma de un funcionario ni el sello de ninguna unidad, el expediente se convirtió en una ‘papa caliente’ de la que había que deshacerse. Como ocurrió en las maniobras contra el proceso soberanista en Cataluña, luego reproducidas con Podemos, la Dirección Adjunta Operativa del comisario Eugenio Pino utilizó la UDEF para intentar blanquear las acusaciones sin pruebas que allí se hicieron.
A los pocos meses, la UDEF se vio obligada a cerrar la Operación Venus en base a lo que decía el informe PISA, pero aún se buscaba una nueva vida para el expediente: el Tribunal de Cuentas. Este órgano administrativo que analiza, entre otros, la financiación de los partidos, también lo archivó con el tiempo, una vez pasado el ruido que había provocado la publicación de su contenido. Vázquez reconoció este miércoles ante el juez que fue el encargado de enviar el expediente al Tribunal de Cuentas.
Manuel Vázquez telefoneó a los jueces del Tribunal Supremo para evaluar el pseudoinforme PISA contra Podemos, elaborado por la brigada política, que había aportado Manos Limpias en una denuncia contra Pablo Iglesias e Iñigo Errejón. Fue recompensado en sus últimos años en activo con la Jefatura Superior de Galicia, patria del comisario.
La jornada en el caso de la guerra sucia contra Podemos se ha completado con la declaración del entonces secretario general de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), José María González. La defensa de este comisario ha sido que ocupaba un cargo “administrativo”, pese a ser el número dos del DAO, justo por debajo del artífice de la brigada política, Eugenio Pino, y que si su nombre aparece en el traslado de expedientes vigilantes o el documentos para conceder la residencia a un venezolano autor de un bulo contra Pablo Iglesias, se limitó a firmar. Ha llegado a decir que trasladó “sobres cerrados” cuyo contenido ni siquiera consultó.