Desde el rey Carlos III (75 años) anunció que tenía cáncer, que fue descubierto tras someterse a una cirugía correctiva por agrandamiento de la próstata, no lo hemos vuelto a ver en un evento público. Es cierto que el monarca ha seguido recibiendo autoridades del Reino Unido, pero no ha vuelto a aparecer en ningún evento abierto y masivo. De hecho, el pasado Jueves Santo intervino en la misa en la catedral de Worcester, cerca de Birmingham, a través de un audio. Esta «desaparición» llegará a su fin mañana.
Este domingo de Pascua el rey asistirá al tradicional servicio religioso en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Un gesto con el que el marido de Camilla quiso demostrar que tiene muchas ganas de retomar su agenda de eventos y que su compromiso con su papel institucional No ha disminuido en lo más mínimo. Sin embargo, Carlos III ha tenido que acatar dos condiciones inamovibles que le han impuesto sus médicos. Fuertes precauciones centrado en proteger la salud del monarca.
Carlos III en una de sus reuniones privadas
Las dos condiciones que Carlos III tuvo que aceptar
¿Sobre qué son? ¿En qué consiste? Una vez más ha sido la prensa inglesa la que ha desvelado cuáles han sido esos dos límites insalvables. ‘The Telegraph’ ha informado de que el equipo médico de Carlos III ha decidido velar por que este acto sea lo más seguro posible para el padre del príncipe Guillermo (41 años). Así, será el anfitrión y recibirá a los asistentes, pero Te sentarás a una distancia segura del resto de invitados.
El objetivo de esta medida es minimizar el contacto del monarca con otras personas y evitar que se exponga a cualquier riesgo que, estando en tratamiento contra el cáncer, pueda empeorar su situación. En esta línea, una fuente del citado medio ha afirmado que «el servicio contará con menos miembros reales de lo habitual». para proteger al rey del riesgo de infección.»
La segunda condición también buscaría aislar al rey de posibles infecciones o dolencias externas. Consiste en que Carlos III no asista al típico almuerzo de Semana Santa que siempre se realiza tras este servicio religioso. A cambio, si el tiempo lo permite, los reyes Camila intentarán acceder a pie al Pórtico de Galilea y, durante el recorrido, saludarán al público allí reunido.
Aunque en cuanto el rey Carlos III supo de su diagnóstico de cáncer canceló todos sus compromisos, es evidente que El monarca está «ansioso» por volver a su trabajo. Por eso esta aparición, aunque marcada por dos condiciones firmes, supone un avance progresivo y estable hacia la normalidad. «Es una señal de que las cosas van en la dirección correcta», afirma la citada publicación. De hecho, ‘The Times’ informó que es muy probable que, de cara al verano, lLa agenda del monarca se amplía y celebra más eventos.
Los grandes ausentes de la misa de Pascua en Windsor
La reaparición de Carlos III Será un momento clave después de todos estos meses de polémica en torno a la Casa Real británica, que ha provocado una de sus mayores crisis. Sin embargo, la cita de mañana estará marcada por dos ausencias importantes: los príncipes de Gales. El pasado viernes 22 de marzo, Kate Middleton (42 años) confesó al mundo que ella también padecía cáncer. En el emotivo vídeo, su joven madre y esposa explicaron cómo había sido este proceso. el gran apoyo que Guillermo me había brindado y qué palabras habían usado para decirle a George, Charlotte y Louis lo que le estaba pasando.
Desde entonces todos las especulaciones fueron silenciadas y a la princesa se le dio el espacio y el tiempo que tanto necesitaba para recuperarse de la operación, coger fuerzas para afrontar su tratamiento de quimioterapia preventiva y centrarse en su pequeña familia. Para ello, Guillermo y Kate han organizado unas vacaciones de Semana Santa lejos del foco mediático. En concreto, los príncipes de Gales han viajado incluso hasta Anmer Hall, tu lujosa casa de campo en Sandringhamen Norfolk, localidad situada al este de Inglaterra.
Esta residencia tiene su origen en el siglo XIX, siguiendo el estilo georgiano de la época, con dos plantas en las que se distribuyen diez habitaciones. La vivienda cuenta con todas las comodidades y lujos necesarios para vivir cómodamente. Además, También contiene espacios de entretenimiento. como pista de tenis, rocódromo, zonas de juego y espacios con animales. Por ejemplo, aquí es donde se encuentra el pony de la princesa Charlotte. así como gallinas y conejos.
Sin olvidar los amplísimos jardines que permiten a la familia de Guillermo conectarse con la naturaleza. Este refugio fue un regalo de la difunta reina Isabel II al Príncipe de Gales después de su matrimonio. Quizás ella, después de tantos años de servicio, sabía que su nieto y su familia necesitarían un espacio para desconectarse y relajarse. Algo que, como dijo ‘The Mirror’, es lo que más necesitan: «La familia sólo quiere irse de vacaciones de Semana Santapasar tiempo juntos, los cinco, aislándonos del mundo y avanzando.