Ya es tradición que, entre el sábado santo y el domingo de pascua, un conejo irrumpe en casas y esconder huevos por los lugares más escondidos de la casa. Esta tradición, probablemente importada del norte de Europa, es especialmente emocionante para los más pequeñoscuya cara se ilumina cada vez que encuentran uno de estos huevos, y corren a meterlo en la canasta para correr a buscar el siguiente.
Desgraciadamente, el tiempo pasa, los niños crecen y muchos dejan de buscar, pero un grupo muy concreto de niños sigue, durante toda su vida, buscando y encontrando óvulos. Estos huevos ya no son de chocolate, sino Ocultan dentro de su caparazón los restos de un pasado que desapareció hace millones de años..
Encontrar huevos de dinosaurio
Los depósitos de huevos fósiles son todo un hallazgo debido a su escasez. Aunque la evidencia indica que todos los dinosaurios pusieron huevosEs muy complejo que estas estructuras fosilicen, ya que deben cumplirse condiciones muy específicas e improbables.
Además, como ocurre con los nidos actuales, algunos depredadores verían las garras de otras especies como un banquete fantástico y acabarían con ellos. Aun así, se han encontrado huevos fósiles en un estado de conservación excepcional, algunos incluso con embriones desarrollados en su interior.
En España hay yacimientos de huevos de dinosaurios muy interesantes, algunos recientemente descubiertos y otros con una triste historia de robo y destrucción a sus espaldas. La zona prepirenaica parece especialmente rica en este tipo de restos, por lo que lo más probable es que todavía queden muchos restos por encontrar.
Huevos de titanosaurio, el yacimiento de Loarre
Por casualidad o por destino, en 2019 el paleontólogo José Manuel Gasca decidió seguir una ruta específica para prepararse para una carrera de montaña. Mientras corría, una roca rojiza llamó su atención. Su experiencia y formación le permitieron distinguir la piedra como restos de un antiguo río que por sus características podría contener restos de dinosaurios.
Lo que José Manuel no podía imaginar ni en sus sueños más descabellados es que este hallazgo casual convertiría a la localidad aragonesa de Loarre en una de las Lugares de interés paleontológico más importantes de Europa.
Tras dos campañas de excavación realizadas en 2020 y 2021, conchas y restos de más de 100 huevos de titanosaurio. Estos huevos son esféricos y de unos 15 cm de diámetro, comparables a los de balonmano, aunque algo más pequeños. En cuanto a la especie, los titanosaurios fueron un género de saurópodos que habitaron las actuales Asia, Europa y América hace aproximadamente 68 millones de años.
Algunas de las especies podían medir más de 30 metros y pesar más de 50 toneladas. El sitio todavía está siendo excavado, por lo que no sería sorprendente que se encontraran más nidos en el futuro. Se espera que algunos de los huevos, en excelentes condiciones, contengan también embriones fosilizados en su interior.
4 especies de dinosaurios en Coll de Nargó
A unos 8 kilómetros del municipio catalán de Coll de Nargó se encuentra lo que muchos paleontólogos consideran uno de los Los sitios de huevos y nidos de dinosaurios más importantes del mundo. Aunque se conocen desde los años 70, no fue hasta principios de milenio que las instituciones comenzaron a interesarse por la importancia de los sitios.
En el año 2002 se iniciaron los primeros sondeos y en el año 2009 se realizaría la excavación de los nidos. Como no se encontraron otros restos identificables, inicialmente fueron clasificados como ooespecie de dinosaurioes decir, una especie de la que sólo se conocen los huevos, sin más información.
Inicialmente los huevos se clasificaron como Cairanoolithusdebido a su similitud con otros huevos encontrados en Francia, pero después de varios años de estudio se concluyó que existían al menos 4 especies diferentes de huevos de dinosaurio.
En un trabajo publicado en 2010, colaboradores del Instituto Catalán de Paleontología publicaron que los nidos podrían pertenecer a ambos Cairanoolithus como 3 especies de Megaloolito, otra oooespecie. Aunque es complejo determinar tanto el tamaño como la forma de los dinosaurios que pusieron estos huevos, los investigadores sugieren que es probable que sean titanosaurios o algún tipo de estegosaurio.
Yacimiento de huevos de dinosaurio en Cuenca
Alejándose de los Pirineos, el Yacimientos castellano-manchegos de Los Hoyos, Lo Hueco y Portilla, donde se han encontrado una enorme cantidad de restos de la fauna que antaño habitó la zona. 70 millones de años.
En el yacimiento de Portilla destacan fragmentos de cáscaras de huevo. Los numerosos fósiles, de nuevo, de titanosaurio, han permitido comprender con mayor profundidad la Relación compleja de estos dinosaurios con el medio ambiente. y distinguir nuevas especies como Lohuecotitan pandafilandi.
sitio de poyos
En la localidad de Poyos (Guadalajara) se han encontrado restos de huevos formados por piezas que debieron estar en su momento casi completamente fusionadas y con pocos canales de poros.
Esto indicaría que Los huevos se pondrían en ambientes ricos en oxígeno y, casi con certeza, se expondrían al aire libre.. Los huevos son ligeramente diferentes a los de otros yacimientos, pero por su morfología y tamaño también coinciden con los de los titanosaurios.
Sitios en Huesca
La provincia de Huesca cuenta con más yacimientos de huevos de dinosaurios que se atribuyen a la ooespecie Megaloolithus sirugei. Esta especie es la misma que se puede encontrar en el Coll de Nargó, lo que demuestra que los titanosaurios probablemente fueron muy abundantes a finales del Cretácico Superior.
Cerca de este yacimiento se encuentra el embalse de La Peña, donde se encontraron en 1967 los primeros restos de caparazones de dinosaurio de la provincia. Además de los ya citados en Loarre, también se han encontrado restos de huevos de dinosaurio en La Raya-Souquet. , Castejón de Sobrarbe, Veracruz y Blasi.
Estos son sólo algunos de los yacimientos de huevos de dinosaurios que se han encontrado en la Península, pero seguro que Todavía quedan muchos otros por descubrir. Por ello, ya sea en la próxima salida a la montaña, o en el próximo paseo, conviene estar atentos para reconocer las delicadas estructuras que forman las cáscaras de los huevos fósiles.