Albert Madansky muere a los 88 años; Riesgo medido de guerra atómica involuntaria

Regresó a la Universidad de Chicago como miembro de la facultad en 1974 y se desempeñó como decano asociado y vicedecano de 1985 a 1993. Fue nombrado Profesor HGB Alexander de Administración de Empresas en la Escuela de Negocios Booth de la universidad en 1996 y se jubiló como profesor emérito. en 1999.
También se desempeñó como director de Centers for International Business and Education Research y editor en jefe de su Journal of Business.
En 1956 se casó con Cara Yore; se divorciaron en 1986. Además de su hija Michele, al Dr. Madansky le sobreviven su esposa, Paula (Barkan) Madansky; otros tres hijos de su primer matrimonio, Susan Groner, Cynthia Madansky, Noreen Ohcana; sus hijastros, Deborah Haizman, Rebecca Hirschfield y Jonathan Klawans; 13 nietos; y un bisnieto.
Como director del Centro para la Gestión de Empresas Gubernamentales y Sin Fines de Lucro de la Universidad de Chicago, el Dr. Madansky en 1975 fue uno de varios pensadores prominentes, entre ellos Jane Jacobs, John Kenneth Galbraith, R. Buckminster Fuller y Milton Friedman, que fueron El New York Times le pidió sugerencias para resolver la crisis fiscal de la ciudad de Nueva York.
Preguntó si el gobierno de la ciudad podría obtener más productividad de su fuerza laboral en lugar de recurrir a los despidos. Nueva York ofrece tantos servicios, dijo, y agregó: «Siempre se ha entendido que debido a que Nueva York brinda estos servicios a la comunidad, entonces Nueva York los quiere, pero la gente podría preferir ver una ciudad fiscalmente sólida».
En 1976, en colaboración con Martin Shubik, un economista estadounidense, el Dr. Madansky publicó lo que pudo haber sido su conclusión estadística más controvertida: los resultados de una prueba de sabor a ciegas de sándwiches de pastrami y corned beef entregados en una oficina en East 54th Street desde cuatro de las tiendas de delicatessen preeminentes de Manhattan: The Stage, Carnegie, Gaiety-East y Deli-East. El Deli-East ganó.
Los críticos criticaron que la metodología era defectuosa: que, para empezar, los sándwiches que se comen fuera del entorno mostaza de una tienda de delicatessen nunca pueden saber tan bien.