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Entretenimiento

Alberto García Reyes: Quejío de los Grammy

la madeja

La repercusión de los premios de la música latina en Sevilla ha sido impagable, pero la más valiosa de todas fue la frase de Niña Pastori sobre el flamenco, que sirve para explicar nuestro panorama político


18/11/2023

Actualizado a las 21:49

En el cóctel de la mal llamada gala de los Grammy, porque eso no es una gala, es un programa de televisión con audiencia, un concejal del Ayuntamiento de Sevilla dijo a varios compañeros esta frase, a espaldas del escritor: «El pleno municipal sesión es un hito completamente prescindible». Esa misma mañana se había celebrado una sesión, coincidiendo con la investidura de Pedro Sánchez en Madrid, y el hombre había acabado exhausto de tanta trifulca. Se le puede disculpar por su desahogo. Al fin y al cabo, uno de los concejales del PSOE estuvo todo el pleno con un auricular en la oreja como si escuchara el carrusel deportivo para anunciar a sus compañeros el momento propicio para la proclamación de Sánchez y darle una gran ovación desde el Salón Colón. Qué interés por las cosas de Sevilla. Quizás sobraba el adjetivo escatológico, sobre todo porque en ese momento estaban sirviendo el ‘helado de adobo’ del catering de Samanta Vallejo-Nágera y ya eran demasiadas cosas desagradables en total. En el cóctel se cumplió la máxima cofradía del maestro Paco Robles, quien siempre ha dicho que en los días de convivencia de las cofradías se trabaja con temperaturas cambiadas: el pescado frito está frío y las botellas calientes. Los hoteleros andaluces estaban locos por la bandeja de los Grammy. Quizás con razón. Pero más allá de algunas pequeñas cosas, entre ellas el simulacro en Fibes de una feria con una decoración más parecida a la de Córdoba que a la de Sevilla, el adjetivo que merece la acción llevada a cabo por la Junta de Andalucía con la Academia Latina de la Grabación. Es todo lo contrario de lo que da el concejal sevillano a su pleno municipal. No cabe duda de que el impacto que han tenido los Grammy para Sevilla no tiene precio porque millones de latinoamericanos vieron por televisión el potencial que tiene esta ciudad. La inversión realizada por la Consejería de Turismo ha sido fantástica para Andalucía. Y parece que también ha ocurrido todo lo contrario: esta apuesta ha resultado muy beneficiosa para la Academia Latina. De hecho, el presidente de los Grammy, Harvey Mason, le dijo a Juanma Moreno nada más entrar en el pabellón principal que se va a comprar una casa en Sevilla. Ella se ha enamorado. Tiene todos los indicios de que los premios volverán.

Pero tras el éxito incontestable viene la queja. ¿Es lógico que una ciudad capaz de acoger un evento de dimensión tan universal tenga tantas carencias en infraestructuras básicas? Los músicos con reproducciones millonarias de sus canciones en las plataformas que han visitado Sevilla han descubierto su capacidad de atracción y también su atraso. Discusiones de pueblo sobre el VTC, retrasos insoportables en el AVE, un Palacio de Congresos al que no se puede llegar en metro, los atascos en el puente Centenario, las tarifas de los taxis del aeropuerto, la suciedad que aún no termina de arreglar al alcalde… Han verdaderamente conocida la Sevilla dual, la de la lujosa planta hotelera y la de las comunicaciones poco desarrolladas, la de la insuperable hostelería y la de las obras interminables, la de los grandes monumentos históricos y la de los palacios abandonados. No estaría mal que para la próxima edición de los Grammy que llegue a la capital andaluza, previsiblemente en 2025, los influencers pudieran marcharse de aquí sin el menor arrepentimiento. Pero no parece que los tiros vayan a ir por ahí. En los próximos años, el enfrentamiento entre el gobierno de Pedro Sánchez en Madrid y el de Juanma Moreno en Andalucía va a ser insoportable. Esta tierra es un emblema del socialismo y derrocar al PP será una prioridad para el renovado sanchismo, que también tiene que cumplir sus pactos con los independentistas catalanes y vascos para arruinar su silla.

El nuevo Gobierno es como la lista de nominados a los Grammy en la categoría de flamenco. Si Omar Montes estaba entre los candidatos, ¿por qué no estará entre los aliados ‘progresistas’ de Puigdemont? La música es una metáfora de la vida. Flaming Montes está cruzando una línea, al igual que la amnistía para los golpistas. Por eso es tan importante que en este mar de incertidumbres salga alguien a la escena política como salió la Niña Pastori a recoger su premio. «Es flamenco, no es para la mayoría, pero sí para la categoría». Ah, la categoría.


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Jewel Beaujolie

I am a fashion designer in the past and I currently write in the fields of fashion, cosmetics, body care and women in general. I am interested in family matters and everything related to maternal, child and family health.
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