El motor del crecimiento europeo está perdiendo fuelle. La economía alemana no consigue recuperar el rumbo tras la pandemia y la crisis energética que afectó a toda Europa. Los altos costos de producción y la caída de las exportaciones Siguen condicionando a un país que entrará en recesión por segundo año consecutivosegún las previsiones de su propio Ejecutivo -que gobierna ahora en minoría tras la marcha de los socios del canciller Olaf Scholz-, y que ha visto cómo grandes empresas como Coca-Cola y Volkswagen han anunciado cierres de fábricas durante el último mes.
«Las condiciones económicas marco no son nada satisfactorias», indicó el El vicecanciller y ministro de Economía alemán, Robert Habeckdurante su presentación a los medios de las proyecciones de otoño, que Prevén una contracción del PIB del 0,2% en 20. Se trata de una situación anómala para Alemania, que vivirá así dos años consecutivos de recesión por primera vez desde 2002 y 2003.
Esta corrección a la baja sigue la estela de otras proyeccionescomo el del Instituto Ifo o los del Fondo Monetario Internacional. El FMI ha rebajado dos décimas sus expectativas para este año y ha adelantado que La economía alemana se estancará, pero no entrará en recesión. Por otro lado, el instituto de análisis económico alemán recortó su previsión en cuatro décimas y registró una caída del 0,1%.
«Se espera que la producción económica vuelva a disminuir en el tercer trimestre y aumente sólo ligeramente, si es que aumenta, hacia finales de año. Como resultado, «Es probable que el PIB ajustado a precios sea menor en 2024 que el año anterior»explica a RTVE.es su especialista en proyecciones, Timo Wollmershäuser, quien recuerda que la economía alemana lleva dos años prácticamente estancada.
A principios de siglo, el país alemán sufrió una crisis estructural y, según los expertos consultados por RTVE.es, la recesión que atraviesa actualmente el país germano se debe a «problemas estructurales que arrastran a la economía alemana desde hace mucho tiempo»en palabras del catedrático de la Universidad Carlos III, Isik Özel. «Es una dinámica de un país que duda de su modelo de crecimiento», añade el investigador principal del Real Instituto Elcano, Miguel Otero.
¿Qué es el modelo alemán y qué lo pone en riesgo?
El modelo alemán se basa en el colaboración publico-privadasegún el propio Otero, en las pequeñas y medianas empresas. De hecho, este tipo de empresas tienen nombre en los países alemanes: Mittelstand, pymes que cuentan con trabajadores con alta formación técnica. «El modelo alemán es el de la economía social de mercado», resume el investigador del Real Instituto Elcano.
Estas empresas han sido, y siguen siendo en muchos casos, líderes en diferentes sectores de la industria: farmacéutica, química, automovilística o de maquinaria. Coordinación entre actores sociales de estos sectores y estabilidad política que ha caracterizado a Alemania en las últimas décadas colocó al país entre los grandes potencias exportadoras de productos industriales.
La industria manufacturera había cierto control sobre los costos de producción y la política monetaria de la Unión Europea mantuvo al euro relativamente débil frente al dólar. Estas dos circunstancias favorecieron el impulso de las exportaciones de Un sector que representa el 27% del PIB alemán.tal y como recuerda el coordinador de investigaciones en Economía del Instituto Gallego de Análisis y Documentación Internacional (IGADI), Diego Sande.
Así, el Exportaciones de una industria intensiva en energía. ha sostenido el crecimiento económico de Alemania durante la última década. Por ello, las medidas proteccionistas de Estados Unidos, China y Europa, y la subida de los precios de la energía tras la guerra de Ucrania han afectado mucho a la economía del país que ahora gobierna Olaf Scholz con el único apoyo de los Verdes.
La inestabilidad política se suma ahora a las preocupaciones sobre la economía. Los liberales, que formaban parte del Ejecutivo hasta esta semana, han salido tras una grave crisis en la coalición que comenzó con la destitución del ministro de Hacienda, Christian Lindner. La decisión se produjo después de un largo período de importantes desacuerdos sobre los presupuestos y después de que Lindner propusiera convocar elecciones anticipadas.
Scholz ya ha anunciado que se someterá a un voto de confianza en el Parlamento el 15 de enero, que se espera que fracase, por lo que es probable que las próximas elecciones se celebren en marzo. También podría ocurrir que la canciller intente formar una nueva coalición con la oposición conservadora de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que, por el momento, no ha sido mostrado deseoso.
Alemania sufrió esto freno a las exportaciones especialmente en 2023. Los últimos datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) muestran que, a pesar de haber registrado un ligero aumento este año (+0,1%), todavía quedan Un 3% por debajo de las cifras registradas en 2022. Además, los pedidos a fábrica registraron una caída interanual del 3,9% en agosto.
Alta dependencia del comercio internacional
Sande lugares como punto de partida de la entrada de Donald Trump al Capitolio. «Una de las políticas exteriores llevadas a cabo por el presidente Trump, que continuó durante el mandato de Biden, fue la giro proteccionista de Estados Unidos con diferentes aumentos arancelarios», explica el experto, que añade que Europa y China pronto hicieron lo mismo.
El país asiático se ha convertido en la última década en el principal socio de Alemaniapero China no está creciendo tanto en los últimos años y su demanda internacional ha disminuido. «Si dependes de mercados específicos que sufren problemas y si dependes de un sector en particular, como el automóvil, «Te vuelves muy vulnerable».dice Isik Özel.
Además, la modernización y el desarrollo de China hacen del país un «competidor directo en muchos sectores en los que Alemania era dominante». El ejemplo del automóvil es muy claro, ya que Empresas chinas como BYD toman la delantera Respecto a la fabricación de coches eléctricos: «Alemania ha tardado en aceptar que el coche eléctrico es el coche del futuro», afirma Otero.
Esta falta de competitividad de la industria alemana se suma a la ventajas generadas por los incentivos recibidos por el sector automovilístico asiático de su gobierno. «La forma de producir un coche eléctrico en China es muy diferente, «Alemania no puede competir»explica el profesor de la UC3M. Diego Sande recuerda que “mientras Volkswagen cierra fábricas, los pequeños fabricantes las abren en el contexto global”.
En consecuencia, la Unión Europea decidió imponer aranceles de hasta el 36,3% a la importación de vehículos eléctricos chinos. Pero esta medida Tampoco está favoreciendo al país europeo. Como explica Sande, el gobierno chino ha respondido imponiendo nuevos aranceles a los coches europeos y, por ejemplo, empresas como Volkswagen, que «vendió gran parte de su producción a China», se han visto perjudicadas.
Aranceles al país liderado por Xi Jinping También afectan a las importaciones, del que dependen las cadenas de suministro del sector manufacturero alemán. «La gran mayoría de baterías para coches eléctricos se importan de China», recuerda Otero, quien sostiene que el sector del automóvil se recuperará con el crecimiento de la economía global, pero que El margen de beneficio de las empresas alemanas será menor.
Mayores costes y menor consumo.
Este cambio de enfoque en el comercio internacional ha coincidido con el aumento de los precios de la energíalo que tuvo especial impacto en el país alemán por su dependencia del gas ruso. Así, sectores como el del automóvil, que representa el 17% de las exportaciones alemanasvieron como sus los costos de producción aumentaron al mismo tiempo que el comercio internacional se deterioró.
Ante esta situación, la industria alemana y la Unión Europea optaron por «reforzar su estrategia energética en energías renovables» con el objetivo de la autosuficiencia, en palabras del investigador del IGADI. Ahora bien, como señala Isik Özel: «Alemania tenía un nivel muy alto de dependencia de Rusia y cambiar esa dependencia a través del proceso de descarbonización Es bastante caro».
La transición hacia una economía verde implica más costes para las empresas alemanas, que también han tenido que asumir el aumento de salario de los últimos años. «El salario medio alemán aumentó casi 1.000 euros desde la pandemia, el mismo incremento que hubo en los 12 años anteriores», aclara Sande.
Más costos, menos exportaciones y también menos consumo interno. Según los expertos, esta sensación de recesión ha llevado a los alemanes a «desconfiar de la situación de los mercados y a retirar su consumo». «Si los empresarios ven que el consumo es menor, recortan la inversiónreducen las contrataciones, etc.”, añade el investigador del Real Instituto Elcano.
El futuro de Alemania: más inversión y reformular su estrategia de crecimiento
Özel también destaca la «poca inversión e innovación» de Alemania, especialmente debido a «la creciente salida de capitales alemanes hacia otros países». De hecho, señala a Estados Unidos y su política industrial como el principal destino de este dinero: «Volkswagen, que planea cerrar plantas en Alemania, está invirtiendo en Estados Unidos gracias a los nuevos incentivos».
Por ello, de cara al futuro, el profesor de la UC3M cree que el gobierno alemán debería invertir más en «reformas de descarbonización y digitalización»con el objetivo de acelerar estos procesos, frenar la fuga de capitales y mejorar la competitividad de su industria. También señala la necesidad de diversificar las cadenas de suministropara no depender de un mercado único. «Tiene que reformular su estrategia», resume Sande.
Él envejecimiento de la población Es otro de los factores que influye en esta crisis estructural en Alemania, según interpreta el investigador del instituto Ifo, especialmente en la falta de mano de obra cualificada. «El mercado alemán carecerá 7 millones de trabajadores calificados en el año 2035″, Özel destaca un problema también vinculado al sistema educativo del país, que no se ha adaptado a los nuevos tiempos.
En cualquier caso, ninguno de los investigadores cree que la posición dominante de Alemania dentro de la Unión Europea pueda cambiar, especialmente si la crisis no se extiende más allá de 2025. Para ese año, las previsiones Proyectan un crecimiento del 1% de Alemania. «Sin embargo, es Es probable que la débil situación competitiva siga pesando en las empresas del sector manufacturero orientadas a la exportación», advierte Wollmershäuser.