Casi la mitad de la dieta de los niños en España proviene de alimentos ultraprocesados, según un estudio liderado por un equipo de investigación de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria Pere. Virgili (IISPV) y…
Casi la mitad de la dieta de los niños en España proviene de alimentos ultraprocesados, según un estudio liderado por un equipo de investigación de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria Pere. Virgili (IISPV) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).
La investigación, publicada en ‘JAMA’ y recogida por la revista ‘Consumidor’, analizó el impacto en la salud de una dieta rica en alimentos ultraprocesados en 1.500 niños de entre tres y seis años de Reus, Córdoba, Santiago de Compostela, Navarra. , Valencia, Barcelona y Zaragoza, que forman parte del estudio multicéntrico CORALS. Se encontró que de cada 100 gramos de alimentos consumidos por los niños, alrededor de 47 gramos eran ultraprocesados.
El pediatra de Atención Primaria y secretario general de la Sociedad Catalana de Pediatría, Pepe Serrano, ha confirmado en declaraciones a ‘Consumidor’ que en los últimos años se ha producido un cambio en los patrones alimentarios de los más pequeños, en los que antes predominaban «la cocina de la abuela», que ha sido reemplazada por «una gran cantidad de alimentos indeseables».
«En alimentación complementaria, a partir de los seis meses, ya existen productos específicamente diseñados para bebés que son ultraprocesados y no recomendados, que se venden en supermercados y farmacias y que son innecesariamente ricos en azúcares y sal»Señaló Serrano.
Sin embargo, el pediatra ha advertido de los riesgos del consumo excesivo de alimentos ultraprocesados en los niños por su contenido en grasas, azúcares y sal, así como la posibilidad de que los niños se acostumbren a las texturas y sabores de estos alimentos. y entonces es más difícil atraerlos hacia la fruta o verdura.
“A partir del año un menor puede comer los mismos alimentos que un adulto; la única precaución que debemos tener tiene que ver con la forma y tamaño de los alimentos para evitar que se atragante”afirmó Serrano.
Respecto a los efectos del consumo de alimentos ultraprocesados en la primera infancia, la profesora de investigación de la URV y coautora del citado estudio, Nancy Babio, comentó una alteración en los parámetros cardiometabólicos. En este sentido, los niños que consumían más alimentos ultraprocesados presentaban puntuaciones más altas en índice de masa corporal, circunferencia de cintura, índice de masa grasa y niveles de azúcar en sangre, así como niveles más bajos de colesterol HDL. en sangre
En esa línea, Babio agregó que, según las estadísticas, la esperanza de vida va a comenzar a disminuir como consecuencia del avance de enfermedades que ahora son propias de la edad adulta, motivadas por la elección de alimentos. «No sólo vivirán menos, sino con menor calidad de vida»Babio se ha manifestado sobre las nuevas generaciones.
Sin embargo, la experta ha asegurado que la solución no pasa por prohibir el consumo de estos alimentos en casa porque, en su opinión, «La restricción conduce al abuso». «Un alimento prohibido genera deseo y al final, cuando lo comen, se exagera el consumo»ha remachado.