ANÁLISIS | Milei recibe a Bukele: ¿qué busca el presidente de El Salvador en Argentina?
(CNN Español) –– El presidente de Argentina, Javier Milei, recibió este lunes a su par salvadoreño Nayib Bukele en la Casa Rosada, donde sostuvieron una reunión a puerta cerrada, sin un comunicado conjunto.
Anteriormente, el presidente salvadoreño había expresado que Buenos Aires es su ciudad favorita en el mundo y que en un momento la visitaba seguido porque su esposa, Gabriela Rodríguez, hacía allí parte de su maestría.
Este lunes, además del encuentro bilateral que se desarrolló por la tarde, su agenda incluía un encuentro con funcionarios y equipos técnicos de ambos países. Por la noche, Bukele y Rodríguez fueron recibidos por Milei y su hermana en la residencia presidencial de Olivos.
Previamente, Bukele fue homenajeado por la canciller Diana Mondino, en un acto de ofrenda floral que se llevó a cabo en el Monumento General San Martín, en la histórica Plaza de San Martín.
Desde que Milei llegó al poder, el vínculo entre los mandatarios se ha ido fortaleciendo. Esta es su segunda reunión bilateral. La primera fue en junio, cuando Milei asistió junto a su hermana Karina Milei a la toma de posesión presidencial del político salvadoreño, luego de su reelección.
La ministra de Asuntos Exteriores, Alexandra Hill, que forma parte de la delegación que acompaña al presidente, dijo en rueda de prensa que la conversación entre los líderes fue “muy franca y honesta” y que están buscando oportunidades de desarrollo conjunto para “fortalecer la relación entre los países”. .” ”.
Hill anunció que está prevista la firma de siete acuerdos en materia económica, energía nuclear, formación diplomática, gestión sostenible del agua, cultura y deportes: entre ellos, la formación de un hub aeroportuario entre ambos países, un Memorando de cooperación para la formación de recursos humanos entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Agencia para la Implementación del Programa de Energía Nuclear de El Salvador (OIPEN), acuerdos de cooperación en la industria audiovisual, así como la búsqueda de inversionistas.
Hace una semana, Milei y Bukele se reunieron en la Asamblea General de Naciones Unidas y dieron discursos en los que postularon su visión antiglobalista.
Mientras el líder argentino acusó a la ONU de promover “políticas colectivistas (…) bajo el mandato de la Agenda 2030”, el salvadoreño dijo que el mundo “está dividido, preocupado, hostil y sin esperanza”.
Además, Argentina y El Salvador fueron dos de los 15 países que se abstuvieron de apoyar el Pacto de Futuro.
Milei y Bukele son dos líderes internacionales de alto perfil que se venden a sí mismos como “outsiders”, es decir, políticos que no provienen del establishment. Aunque sus caminos son muy diferentes, ambos llegaron al poder con un discurso contra las élites: Milei, señalando lo que él llama la casta política: los políticos tradicionales que, según él, son culpables del declive de Argentina; Bukele, con una frase como bandera: “El dinero basta cuando nadie roba”.
Ambos manejan como pez en el agua las redes sociales, que son parte central de su comunicación de Gobierno. La otra cara es su vínculo con la prensa: en ambos países, numerosas organizaciones de derechos humanos y periodistas denuncian ataques a la libertad de expresión y restricciones a la información pública.
En cuanto a la economía, sus políticas son prácticamente opuestas. Mientras Milei apuesta por la reducción del Estado y el ajuste fiscal, Bukele apoya políticas sociales como subsidios arancelarios y controles de precios en distintas industrias.
Al mismo tiempo que el encuentro entre Milei y Bukele, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, compartió actividades con su par, Gustavo Villatoro.
Villatoro dijo que sus equipos técnicos realizan reuniones quincenales para intercambiar conocimientos sobre el tema.
En junio de este año, Bullrich viajó a El Salvador para conocer más sobre el modelo aplicado en la lucha contra las pandillas y el crimen organizado, que se saldó con la firma de un acuerdo de cooperación con “capacitación conjunta entre fuerzas de seguridad” y la creación de “un laboratorio de políticas de seguridad para mantener actualizados los números de Argentina, El Salvador y cualquier otro país que decida sumarse”.
Sin embargo, es difícil encontrar puntos comunes entre el problema de inseguridad de Argentina respecto al de El Salvador, que, al momento de la llegada de Bukele al poder, tenía una tasa de 53 homicidios por cada 100.000 habitantes al año, según datos de El gobierno, coincidiendo con informes de Naciones Unidas, mientras que en Argentina desde ese año hasta la actualidad la tasa promedia 5 por 100.000 habitantes, con un descenso sostenido hasta la fecha.
Las políticas de seguridad del “método Bukele” fueron denunciadas por prensa, analistas y observadores internacionales por detenciones arbitrarias, allanamientos de viviendas, procedimientos judiciales injustos y muertes de detenidos.
En este sentido, Villatoro dijo a CNN que en El Salvador existe un estado de derecho con un sistema de justicia penal. “No estamos matando a pandilleros ni a terroristas, los estamos sometiendo a un proceso”, explicó sin dar un informe sobre las acusaciones.
Además del canciller y Villatoro, al presidente salvadoreño lo acompañan en la comitiva la secretaria de la Presidencia, Sofía Medina; el embajador de El Salvador en Argentina, Eduardo Cardoza; el presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, Daniel Álvarez; el presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker; el Ministro de Cultura, Raúl Castillo; el jefe del Estado Mayor Presidencial, Manuel Acevedo López, y el presidente de la Agencia de Inversiones y Exportaciones (INVEST), Rodrigo Ayala.
Este martes, Bukele visitará el Palacio Legislativo, donde se reunirá con la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, y con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Finalmente, según información oficial, Bukele y su comitiva se reunirán con un grupo de inversores argentinos.