describir a Anna Navarro Schlegel (1968) sería limitarlo injustamente. Pero tiene que empezar de alguna manera. Carlos Puigdemont (61) acaba de elegir a la empresaria como número dos en las elecciones catalanas del 12-M por su partido Junts per Catalunya. Una maniobra tremendamente inteligente.
Navarro nació en Olot (Girona) y es el hijo mediano de una matrimonio formado por un pintor y un ingeniero industrial quienes inculcaron a todos sus hijos la cultura del esfuerzo.
Desde pequeña tuvo conciencia de ser catalana y Él hablaba sólo en este idioma, excepto con uno de sus abuelos, con quien se comunicaba en español. Para que pudiera empezar a practicarlo. En su casa mamaba Espíritu empresarial desde que tenía uso de razón. ellos tenian el fabrica de comida Can Descals, el metalúrgico Ros y el papel ca L’Hostenc. Mientras yo estudié filologia Anglogermánico en la Universidad de Barcelona trabajaba ocho horas al dia en British Airways donde controlaba las maletas, hacía el check-in y preparaba las rutas. Después hizo un posgrado en Filología Alemana en la Universidad Humboldt de Berlín, un par de años antes de la caída del Muro.
La aerolínea británica le ofreció la oportunidad de ve a san francisco, donde no dudó en fijar su residencia. Después estrategia de estudio en la Universidad de Stanford y en la Universidad de Santa Clara, además de haber estudiado en Ingeniería en telecomunicaciones y transformación digital, decidió crear su primera start-up en Estados Unidos en 1992. Ha trabajado para Cisco Systems, NetApp, Xerox, VeriSign o Procore Technologies, lo que le ha convertido una de las mujeres más valiosas de Silicon Valley.
En ese mundo dominado por los hombres, Anna ha sabido hacerse un hueco a fuerza de constancia, trabajo y sacrificio. Habla cinco idiomas, Catalán, castellano, inglés, alemán y francés y no descarta seguir aprendiendo más idiomas porque lo que más le interesa es comunicarse con la gente. Como le dijo al periódico Ara«El éxito profesional pasa por estudiar, ser buena persona y trabajar en equipo. ¡Y no seas idiota!».
Aunque su segundo apellido es Descals, decidió cambiarlo por el de su marido. Ambos forman juntos un equipo indestructible. sus cuatro hijos (dos de ellos son adoptados), uno de los cuales sufre de un trastorno mental espectro autista -así lo confesó en el mismo periódico- y para lograr todo lo que ha conseguido tiene muy claro que los pilares personales Deben estar bien establecidos. Transmite constantemente sabios consejos a sus descendientes: «Les he enseñado ser buena gente y saber distinguirlos de los que no lo son (…) la buena educacion Se está perdiendo. «Tienes que decir ‘buenos días’ cuando entras a un lugar y decirle ‘te amo’ a tu familia».
No cree que existan las supermujeres, pero cree firmemente que para alcanzar tus sueños necesitas tenerr la administración del hogar en armonía. Y, para ello, desde hace varias décadas tiene ayuda. Durante tres años consecutivos fue nombrada la mujer más influyente en el mundo de la tecnología y en 2018 la eligieron Mujer del año de Silicon Valley pero no suele regocijarse por ello. De hecho, gran parte de su familia no sabe realmente a qué se dedica.
Considere que «los valores de sociedad catalana También me han ayudado mucho, a preocuparme más por las personas» y en ese deseo de tener un mundo mejor. ha fundado varias ONG que le han permitido construir hasta cinco ciudades en África y cinco escuelas para niñas en Kenia. Todo el bagaje acumulado en las últimas tres décadas quiere ponerlo al servicio de Cataluña y cómo independentista Es decir, va a poner toda la carne al asador.
En el diario digital catalán VilaWeb ha destacado que «Cataluña es bonita, con gente muy trabajadora, tradiciones bestiales, una historia y una cultura muy rica y con grandes valores humanos. Como adulto he sido consciente de la disminución de recursos para los catalanes, la falta de políticas en muchos aspectos. Podríamos tener la mejor atención sanitaria, las mejores escuelas, universidades, carreteras, transporte público…”.
A pesar de haber trabajado de sol a sombra, Nunca ha descuidado su salud. Intenta dormir las horas necesarias, medita y practica. mucho deporte desde pequeña. Llegó a ser capitana de un equipo de voleibol y estuvo a punto de representar a España en los Juegos Olímpicos de 1992. En 2021 recibió la Creu de Sant Jordi.