así es el álbum póstumo de Francisco Ibáñez, ‘París 2024’
Es la última misión de Mortadelo y Filemón. Sus últimas aventuras, sus últimos golpes y sus últimos chistes. Pensando ya en la próxima celebración de los Juegos Olímpicos de París, Francisco Ibáñez estaba trabajando en un álbum en el que los famosos detectives viajan a la capital francesa, siguiendo las instrucciones del Súper, para proteger a los deportistas de posibles ataques con drones. La muerte de Ibáñez el pasado 15 de julio interrumpió para siempre esta aventura, que este jueves 4 de abril llega a las librerías tal y como la dejó su creador.
París 2024, que está disponible a la venta en castellano y catalán, es un disco especial, diferente a todos los demás. Su formato es el habitual de los álbumes de la colección Magos del Humor (en tapa dura) y en su lomo lleva el número 222. Pero aquí terminan todas las similitudes. El resto es muy diferente. Ni su portada es estándar (porque Ibáñez no la dibujó) ni su contenido.
El último disco de Francisco Ibáñez, ‘París 2024’, sobre su mesa de dibujo
¿Qué encontrará el lector en ¿París 2024?
El lector encontrará un álbum que aún se estaba haciendo. No es la típica aventura con el dibujo perfilado con una línea negra ni sus viñetas coloreadas. Es un álbum con dibujo en bruto, tal como lo hizo Ibáñez con su habitual portaminas. Porque Ibáñez siguió haciendo sus historietas, sus historietas, del mismo modo que hace siete décadas: con lápiz y papel. Él viñeta por viñeta, poco a poco va perfilando el dibujo. Primero con un boceto y con unas suaves líneas a lápiz. Y luego con una línea más fuerte y marcada. Este dibujo en bruto es el que aparece en París 2024.
A la derecha, el álbum presenta 19 páginas dibujadas a lápiz, todas ellas perfectamente acabadas. Y a la izquierda los textos correspondientes mecanografiados por el propio dibujante junto a su inseparable Olivetti. Nunca quiso cambiar la máquina de escribir por una computadora moderna.
Diálogos a la izquierda y dibujo a lápiz a la derecha. Así es ‘París 2024’
La aventura se ve interrumpida para siempre en una página 20 muy emotiva que ha quedado para siempre a medio hacer. Como explicó su hija Nuria en RAC1, “si hubiera vivido un día más, hoy estaría terminada esa página”. En la página 20 se muestra un dibujo que se va formando, que va tomando forma poco a poco. Las últimas viñetas de esta página son sólo espacios en blanco que nunca sabremos qué habrían mostrado. En condiciones normales, el álbum habría tenido 44 páginas de cómic.
como es el dibujo París 2024?
Una de las cosas que más sorprende al hojear este álbum es el nivel de acabado del dibujo de Ibáñez, a sus 87 años. Es un dibujo perfectamente definido. Con todos los elementos y detalles que caracterizan el dibujo del autor. Hay persecuciones, disfraces, explosiones, animales, y todo está perfectamente dibujado: las sombras, los pliegues de la ropa, las expresiones de ira, las nubes de polvo cuando los personajes corren. Es un dibujo de gran viveza.
En condiciones normales, este álbum luego habría sido entintado -proceso del que ya no se encargaba Ibáñez si eran páginas interiores, pero sí en las portadas- y luego habría sido coloreado por un colorista. Sin embargo, el hecho de que falten estas últimas fases es lo que permite saber exactamente cómo fue la obra de Ibáñez y hasta dónde llegó.
Imagen del estudio de Francisco Ibáñez, en la ciudad de Barcelona
“Con París 2024 nos infiltramos casi sigilosamente en el estudio del gran Ibáñez, en la trastienda de su entrañable mundo”, escribe el novelista y miembro de la RAE Arturo Pérez-Reverte. El creador de Capitán Alatriste sostuvo hace años que la trayectoria de Francisco Ibáñez le convertía en un buen candidato al Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura española. En el prólogo de este disco defiende el valor literario de la obra de Ibáñez y la sitúa dentro de la tradición de la novela picaresca.
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En una entrevista con la vanguardia, Nuria Ibáñez, hija del dibujante barcelonés, explicó que no existe ningún proyecto para retomar la serie de Mortadelo y Filemón en manos de otros autores. Destacó que el objetivo es volver a publicar la extensa obra de su padre, tenerla siempre disponible en las librerías y acercarla a nuevos lectores.
Nuria Ibáñez, en el estudio de su padre hojeando ‘París 2024’