Ya lo dijo en su canción: No pares de soñar. Y soñando y soñando, hizo historia. Manuel Carrasco ha desafiado la barrera de lo imposible convirtiéndose en una leyenda en España. Y todo, bajo el sello de un corazón que late fuerte por la música y un flechaque lo recorre en forma de canciones capaces de conmover a medio mundo.
El isleño, que ya logró el récord de mayor asistencia a un concierto de un solista español al reunir a 70.000 personas en el estadio de La Cartuja de Sevilla, ha vuelto a marcar un nuevo récord ahito este sábado. Se ha coronado como el primer artista español en llenar el estadio Santiago Bernabeu de Madrid tras su remodelación, con un espectáculo que reunió a algunos 65.000 asistentes y eso estuvo lleno de colaboraciones como Niña Pastori, Malú, Luis Fonsi, Camilo y Juanespeticiones de boda y demandas como «el fin del sufrimiento de los niños palestinos».
«Aquí no hay secreto ni talismán, el único secreto, y el mayor de los tesoros, eres tú»
Con este evento, ha puesto El broche de oro a la gira de su album Corazón y flecha (2022), que le ha llevado por toda España con una cifra de 300.000 entradas vendidas, y en una semana que también ha supuesto el lanzamiento de La reina del baile, un adelanto de su próximo disco, aún sin título ni fecha de lanzamiento.
“Lolo”, como lo conocen cariñosamente en su natal ‘Higuerita’, aprovechó el encuentro en la capital para revelar ¿Cuál era el secreto? por el que consiguió llenar el Wanda Metropolitano cuando ningún artista español se había atrevido o por el que triunfó tras la pandemia, batiendo el récord de gira más multitudinaria. «Aquí no hay secreto ni talismán, el único secreto, y el mayor tesoro, sois vosotros», dijo en agradecimiento el onubense, que también se refirió a las protestas de los vecinos por los sucesos del Bernabéu: «Luego dicen que es ruidoso. Serán los latidos de tu corazón, que se mezclarán con los míos.»
corazón y flecha fue la canción elegida para iniciar el repertorio, mientras la marea de fanáticos coreaba las estrofas, seguidas de Tambores de guerra, como ya ha sido habitual al principio de sus conciertos en la gira. Luego subió al escenario niña pastori, creando magia en el escenario al son de Anoche y Amor de San Juancanciones icónicas que emocionaron a los miles de asistentes. El siguiente, su gran amigo. luis fonsi quien subió al escenario para interpretar junto a Carrasco la canción que el isleño escribió para su hijo: Coquito. Luego del emotivo momento, el puertorriqueño cambió el ritmo interpretando su popular Échale la culpa a él junto al onubense.
Un evento en el que no podía faltar la actuación acústica de Carrasco con su guitarra flamenca. Así sonó Entiendo y su emblemática Soy suertudo, canciones que después de años siguen cautivando a su público más fiel.
Después de lograr una vez más sacar a los asistentes de sus asientos con No pares de soñar, el colombiano Camilo Fue el siguiente en cantar con Carrasco, interpretando Salitre y Vida rica.
Pero el espectáculo llegó lejos. Varias parejas aprovecharon esta fecha especial para incluso darse un capricho. el si lo hago. Momentos que también fueron protagonistas de la velada y que estuvieron precedidos por la actuación de MalúLa cantante tocó el piano con Carrasco Que nadie y su tema Libélula, canción documental Mi deseo gana Sobre la batalla de su querida amiga contra el cáncer Elena Huelva, Murió en 2023, en uno de los momentos más emotivos.
Juanes también hizo su aparición estelar dejando al público boquiabierto al ritmo de Ya no y su éxito rezo a Diosun momento que causó auténtica sensación en las gradas y tras el que Manuel Carrasco quiso estrenar su último trabajo La reina del baileLa noche, inolvidable para los seguidores del onubense, culminó con Hasta la mañanaDespués de eso, se disparó la última flecha, poniendo punto y final a una gira legendaria que comenzó hace más de un año en Miami.
Momentos de protesta
El concierto de Manuel Carrasco también estuvo repleto de reivindicaciones. El artista quiso hacer una pequeña referencia al hito de llenar el Bernabéu en forma de una canción creada expresamente para la ocasión, durante la que enarboló una bandera LGTBI cedida por uno de los asistentes. Además, esa canción sirvió como protesta política, con una letra en la que también abogó por que se acabe “la puta guerra” y “el sufrimiento de los niños palestinos”, entre un estruendoso aplauso.