Suena el teléfono. «Buenos días, ¿hablo con Milagros? Te llamo del servicio de prevención y fraude. Ha saltado una alerta de seguridad y actualmente hay una retirada pendiente de 280 euros.» Milagros no sospecha: en pantalla aparece el número y nombre de su banco de tu móvil. Pero estás a punto de ser víctima de una de las estafas telefónicas más sofisticadas que se han detectado en España.
Con este método, una legión de 50 teleoperadores haciéndose pasar por empleados bancarios consiguieron su objetivo: que su interlocutor, asustado por lo que parecía un fallo de seguridad en su cuenta, le proporcionará el código de seguridadque llega al móvil, necesario en operaciones para retirar dinero sin tarjeta. Así consiguieron engañar a 10.000 víctimas y defraudar 3 millones de euros.
La organización, profesionalizada en la modalidad delictiva de vistiendoha sido recientemente desmantelado en una operación conjunta y simultáneo entre las policías nacionales de España y Perú y la Agregaduría del Interior, los dos países desde donde el grupo criminal llevó a cabo los engaños.
El pasado 3 de diciembre, agentes detuvieron a 83 personas de nacionalidad peruana, 35 de ellas en Madrid -de las cuales 11 se encontraban en situación irregular-, Vigo, Barcelona, Mallorca y Salamanca y otras 48 en Perú. En la operación, la información relacionada con el estafas, dinero en efectivo y teléfonos móviles.
En Perú, policías también desmantelaron tres oficinas centro de llamadas desde donde realizaban llamadas a potenciales víctimas, en las que sorprendido con las manos en la masa a 50 personas con el teléfono en la mano.
Dividido en dos celdas
La red se dividió en dos células: el ejército de teleoperadores radicados en el país sudamericano, sujeto a un cronograma y encargado de engañar a los clientes del bancoy un batallón de ‘mulas’ que extraían dinero de las víctimas en España tras obtener los códigos de seguridad necesarios.
Desde el país latinoamericano, los integrantes de la red obtuvieron información sensible sobre las víctimas en bases de datos y Los acosaron con miles de llamadas diarias en el que proponían movimientos sospechosos de dinero que, en realidad, no existían. Sus objetivos eran clientes mayores de bancos como CaixaBank, BBVA, Santander, Bankinter, Sabadell o Unicaja, según fuentes cercanas a la investigación.
Miles de llamadas desde Perú
El grupo criminal enmascaró sus números de teléfono, una técnica llamada suplantación de identidad y consiguió que en la pantalla del móvil de las víctimas apareciera el nombre y el número oficial de atención al cliente del banco al que pertenecían. El motivo de las llamadas, realizadas desde tres centros ubicados en Lima, fue alertar a las víctimas de un presunto cargo fraudulento por lo que, por motivos de seguridad, la cuenta había sido bloqueada.
Para revertir la situación, los falsos empleados del banco Los guiaron en los pasos necesarios. a realizar a través de sus aplicaciones bancarias. Tras manipularlos y prometerles que denunciarían el incidente a la policía, consiguieron que los usuarios les facilitaran un código de seguridad con el que aparentemente solucionarían el problema.
Sin embargo, la clave que revelaron fue la culminación de la estafa: ¿Era el número de seguridad requerido? para realizar retiradas de dinero sin tarjeta en el cajero automático. Este pin fue rebotado desde Perú a las ‘mulas’ de España, que deambulaban a pie de calle por zonas con varias sucursales bancarias. Cuando llegó el número, Les dieron entre 100 y 200 euros de la cuenta de la víctima.
Entre el 20 y el 30% de la suma se quedó con quienes ejecutaron las provisiones bancarias en España, mientras que el resto fue trasladado a Perú a través de empresas dedicadas al envío de efectivo. En Madrid, los provisiones se hicieron desde los distritos de Carabanchel y Puente de Vallecas y también desde el municipio de Móstoles.
1.479 transferencias de dinero
La red criminal realizó un total de 1.479 transferencias de dinero por una suma aproximadamente 1,4 millones de euros a Perúque fueron recibidas por los dirigentes de la organización, al tiempo que se ha acreditado su participación directa en la comisión de estafas por valor de 1,6 millones de euros.
Además, para salvar la diferencia horaria entre Perú y España, los teleoperadores, que diseñaron la estafa desde cubículos individuales dotados del material necesario, se levantaron al amanecer y trabajaban desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde en horario español. Además, siguieron un guión al pie de la letra con el que se presentaron como miembros del departamento de prevención y fraude de los bancos y se anticiparon a las respuestas de las víctimas.
«El motivo de mi llamada es que hemos recibido una alerta de seguridad. Actualmente hay una retirada pendiente de 280 euros a través de la operación de efectivo móvil. Es muy probable que esta persona haya vulnerado tus datos y está teniendo acceso a su cuenta en este momento», se puede leer en uno de los documentos incautados por la policía.
Los espíritus no podían flaquear. Por ello, sus superiores les enviaron mensajes motivadores en los que ellos, a su vez, les ofrecieron primas de hasta 100 soles peruanos -unos 25 euros– por ser puntual o evitar el ausentismo.
«Buenas tardes chicos, estamos a 3 domingos de Navidad, no falta nada, así que actúen juntos. mente positiva y siempre buen humor«Sólo los más valientes llegan al final, así que saquémosle el máximo provecho», decía uno de los textos interceptados. La célula española contaba con cinco líderes repartidos entre Madrid y Barcelona y una legión de 37 gradastodos ellos de origen peruano y generalmente sin antecedentes.