El barrio del Eixample derecho de Barcelona sufre una lenta pero constante pérdida de residentes desde hace 50 años: si en 1970 tenía 71.600 habitantes, ahora cuenta con 44.000 (y 33.000 plazas turísticas o a precios inasequibles para los residentes habituales). La Junta de Vecinos Derecha del Eixample de Barcelona fue escenario este jueves de la alerta general lanzada por la Asociación de Vecinos (y en particular por los vecinos del número 243 de la calle de Mallorca) sobre la pérdida y lenta mutación de habitantes que viven de alquiler. La asociación ha presentado la actualización de su Informe de Gentrificación y Vivienda de Lujo en el barrioque se extiende desde la calle Balmes hasta Nàpols por los laterales, y Ciutat Vella y Còrsega por arriba y por abajo. El trabajo constata que de los 607 inmuebles de propiedad vertical del barrio, 116 (20%) han cambiado de dueño (o están gestionados por grandes empresas que ofrecen sus servicios a propietarios) desde 2016, lo que ha impactado a los inquilinos, muchas veces expulsados. Ya sea porque no les renuevan los contratos, o porque suben a un precio que no pueden afrontar. Hay una media de ocho explotaciones al año. El mismo informe ofrece la cifra de la pérdida de vecinos desde 1970 y la proporción entre esas 44.000 personas y las 33.000 plazas turísticas o “de lujo” que hay: 57% y 43%.
“El centro de la ciudad se está vaciando. Compra de edificios enteros, rescisión de contratos, expulsión de vecinos… Está pasando y todo el mundo mira para otro lado, hay como una ley de silencio», afirma el presidente de la Asociación de Vecinos, Jaume Artigues. “Son desahucios invisibles de vecinos”, subraya.
Los vecinos del inmueble de la calle de Mallorca, entre Paseo de Gràcia y Paseo de Mercader, de 15 viviendas, han explicado que el edificio fue comprado en julio por «un fondo buitre de apellidos catalanes y otro propietario». «El edificio está mal mantenido y no pasa la inspección técnica. Éramos presa fácil”, explica la vecina Gemma Tramullas (25 años alquilando la finca) en nombre de la comunidad. “De un día para otro, nuestras casas han pasado por varias manos, nuestros apartamentos aparecen descaradamente anunciados en portales inmobiliarios mientras nos cruzamos con desconocidos que hablan inglés, ruso o francés y visitan los pisos que ya están en construcción”, afirma , lamentando “un proceso colonizador en pleno siglo XXI que destruye vidas y redes vecinales, nos ocupa todo el tiempo y afecta la salud física y mental”. Tramullas ha explicado casos de pisos que el mismo día que se firmó la compra fueron revendidos a fondos de inversión y aparecieron anunciados en portales de Estados Unidos. O lo que pasó en el ático: “Sufrió un incendio hace cinco años, desde entonces permanece vacío y está anunciado por 2,6 millones de euros, precio que será superior tras las obras”.
Los afectados han lamentado que ellos, los sindicatos de inquilinos y las ayudas mutuas «estén haciendo el trabajo que deben hacer los poderes públicos» y han apelado «a la responsabilidad del ayuntamiento, que asegura que impulsa medidas para que los vecinos puedan seguir adelante». viviendo en sus barrios”. Y han pedido al Ayuntamiento que medie con la propiedad y revise todo el proceso: si se ha podido ejercer la compra preferente del inmueble, y si las licencias de obra concedidas son regulares, teniendo en cuenta los déficits del inmueble. El concejal del Eixample, Jordi Valls, ha asegurado que toma nota del caso y que analizará todos los puntos solicitados por los vecinos y les «acompañará». “Pero no solucionaremos el problema de la vivienda en 2024”, afirmó. “No sé si se estudió el juicio y retracto, yo no estuve, es una buena medida pero no solucionará el problema, el Ayuntamiento no tiene capacidad para ejecutar todos los juicios que vienen a la mesa , depende de los recursos que tengamos”.
“Un ático que sufrió un incendio hace cinco años y permanece vacío y con las paredes negras, se anuncia por 2,6 millones de euros”
El trabajo de la asociación de vecinos analiza la casuística de 116 inmuebles con un único propietario (y otros 15 a los que tienen echado el ojo) desde 2016: dirección, fecha en la que supieron los cambios, quién es el propietario (o empresa gestora del alquiler) , a cuánto se vendió, la fecha, si se solicitaron permisos de construcción, cuántos inquilinos había y cuál fue el destino de los apartamentos de los que partieron. A veces son todos, a veces son algunos, a veces la información está incompleta. Para cada inmueble, también incluyen enlaces a anuncios de portales inmobiliarios, agencias inmobiliarias o fondos de inversión que informan de operaciones u ofrecen viviendas reformadas (una a una o completas) a precios elevados. Unas veces para comprar, otras veces son apartamentos turísticos y otras veces alquileres de temporada.
La asociación de vecinos aclara que cuando habla de que «las viviendas de lujo forman parte de la especulación inmobiliaria» se refiere a «un eufemismo para un mercado muy amplio, donde el lujo está en el precio». Artigues señala que “los operadores se han diversificado enormemente, comprando propiedades pero también ofreciendo servicios de gestión inmobiliaria sin que ello suponga cambios en el registro de la propiedad”. “Increíblemente, la inscripción no es obligatoria y está gestionada por el Colegio de Registradores, una entidad privada de derecho público”. El representante vecinal asegura que pueden pasar años hasta que se registre un cambio de nombre de propiedad. U otras veces no se sabe el dueño hasta que se vuelve a vender. “Es difícil de controlar gracias al abandono de funciones de las propias administraciones públicas, que durante muchos años han defendido el no control de los mercados”, lamenta.
El informe de la asociación de vecinos alerta de la «falta de un análisis profundo de la crisis inmobiliaria» y lanza propuestas para «combatir los intereses económicos que explotan el sector en detrimento de la población». Así, señala la necesidad de regulación y “mecanismos de control efectivos” de los pisos turísticos o de lujo (con contratos estacionales que eviten la regulación de precios). También pide una revisión de la fiscalidad, al entender que “actualmente beneficia a las empresas inversoras”, y propone crear nuevos impuestos locales en cuestiones como el derecho a volar o el techo edificable (la capacidad de un edificio de crecer en altura si no lo hace). no ha agotado los metros previstos en el planeamiento).