«Esta es una zona de guerra, cada uno hace lo que puede». El paso de Carlos Franganillo por Paiporta refleja ya la tensión en el ánimo de algunos de sus ciudadanos, que están desesperado por falta de ayuda -no de la solidaridad ciudadana y vecinal, que sobra- sino de dirigentes políticos que no han estado a la altura. La sensación es de abandono y descontrol total, incluso a la hora de organizar las oleadas de voluntarios que han movido a un país entero. Los vecinos lo dejan claro en sus declaraciones aunque ya se percibe el aumento de personal policial y militar.
Carlos Franganillo comienza su viaje donde empezó todo. El martes en Paiporta no había caído ni una gota, pero se ha convertido en el epicentro de la DANA y su paisaje, desolador. en eso barranco del pollocargado de agua con Precipitaciones récord en Chiva y Buñolque cuando se desbordó destruyó todo. Por eso no sorprende la desesperación de los vecinos, sin agua ni luz. «Entiendo que es difícil tener todo arreglado pero así como vamos a otros países a brindar ayuda humanitaria, aquí también es necesaria».