El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, ha presentado este domingo su dimisión con efectos inmediatos al cargo, según ha confirmado el propio grupo automovilístico. El propietario de Fiat y Peugeot anunció a principios de octubre el inicio de un “proceso formal” para nombrar al sucesor del ejecutivo portugués, con fecha de salida prevista para principios de 2026.
Sin embargo, los malos resultados obtenidos por el grupo en el tercer trimestre, con una caída del 20% en las ventas y una contracción del 50% en los beneficios en el primer semestre del año, habrían precipitado los acontecimientos. La directiva de Stellantis se reunió este domingo y, según el comunicado remitido a los medios, ha «aceptado la dimisión» de Tavares, después de que surgieran diferencias con la directiva que llevaron a la decisión.
Según la empresa, el proceso para nombrar un sustituto permanente finalizará en el primer semestre de 2025. Mientras tanto, la gestión de la empresa recaerá en un comité ejecutivo presidido por John Elkann, presidente del grupo. “Nuestro agradecimiento a Carlos por estos años de dedicación y por el papel que ha jugado en la creación de Stellantis, además de los procesos previos de PSA y Opel, poniéndonos en el camino de convertirnos en un líder global de la industria”, explica en declaraciones del propio Elkann.
Por su parte, el director de Stellantis, Henri de Castries, afirma que “el éxito de Stellantis desde su creación se ha basado en una perfecta alineación entre los accionistas de referencia, el consejo de administración y el director general. Sin embargo, en las últimas semanas han surgido diferentes puntos de vista que han llevado a la junta directiva y al CEO a tomar la decisión de hoy.» Stellantis ha confirmado sus previsiones de fin de año, después de reducir sus expectativas de ingresos tras los malos resultados del tercer trimestre.
Tavares, de 66 años, asumió el poder ejecutivo del grupo PSA en 2014, un año después de que el Gobierno francés rescatara al grupo automovilístico con más de 7.000 millones de euros de fondos públicos. Luego dirigió la fusión con Fiat Chrysler (FCA), que cristalizó a finales de 2019, creando el cuarto fabricante de automóviles del mundo, en el que Tavares permaneció como máximo ejecutivo.
Su abrupta salida coincide con un momento de máxima complejidad para los grandes fabricantes de automóviles europeos. Volkswagen anunció a finales de octubre su intención de cerrar tres fábricas en Alemania, con un recorte salarial del 10%, dadas las dificultades para competir con los fabricantes chinos de coches eléctricos, especialmente BYD, y la estadounidense Tesla.
El propio Tavares no descartó la posibilidad de cierres de Stellantis por la competencia china, aunque luego matizó las palabras para afirmar que el grupo no estaba en proceso de desinvertir en ninguna de sus marcas. “Si los chinos se apoderan del 10% del mercado europeo al final de su ofensiva, serían 1,5 millones de coches. Equivale a siete plantas ensambladoras. Los constructores europeos tendrán que cerrarlas o venderlas a los chinos. De eso nadie habla”, afirmó en declaraciones al diario francés Les Echos.
Stellantis es el principal fabricante de automóviles de España. La compañía confirmó a principios de octubre que construirá una megaplanta de baterías en Zaragoza, tras recibir 133,7 millones de euros de ayudas públicas de la tercera convocatoria del Perte para Vehículos Eléctricos y Conectados (Perte VEC III). Anteriormente ya había obtenido 55 millones más para esta iniciativa, que consideró insuficiente. En total, Stellantis ha recibido 150 millones de los diferentes Perte que ha lanzado el Gobierno.