La última película de Alex Garland siembra polémica por la contundencia de su retrato bélico
‘Guerra Civil’ llega a las salas españolas apenas una semana después de pasar como una apisonadora por la taquilla americana, consagrando definitivamente a su productora, A24, como una de las fuerzas creativas más estimulantes del Hollywood actual. Y también ha puesto sobre la mesa una película valiente y ambigua, que está desatando todo tipo de interpretaciones y comentarios.
‘Civil War’ está dirigida por Alex Garland, responsable de hitos recientes de la ciencia ficción como ‘Ex Machina’, ‘Annihilation’ y ‘Devs’, y que también fue guionista de producciones tan interesantes como ‘Dredd’. Con ‘Civil War’ hace su propia propuesta de película distópica, aunque no estamos ante una historia de ciencia ficción en sentido estricto.
De hecho, ‘Civil War’ se muestra muy cauta a la hora de situar su historia en un momento concreto, para no dejar claro si funciona como predicción o como sátira, aunque Si habla de futuro, está claro que es muy cercano.. Un par de estados secesionistas, Texas y California, dividen el país en dos y convierten a Estados Unidos en una zona de guerra. Un grupo de cuatro periodistas variopintos deciden viajar, a pesar de que el camino a Washington DC es muy peligroso, hasta la Casa Blanca para entrevistar al presidente, del que se rumorea que pronto será blanco de un golpe de Estado.
Alex Garland lleva unas semanas concediendo entrevistas explicando el significado último de ‘Civil War’, que se niega a posicionarse en un bando claro, pero que ha sido muy criticada por su irresponsabilidad al estrenarse en una fecha tan cercana a las elecciones presidenciales. elecciones, unas elecciones donde además hay amenazas de violencia en las calles y Trump es un ariete cada vez más poderoso contra la status quo democrático. Sin embargo, el mensaje de Garland es claro, más allá de mirar con recelo a las instituciones militares y políticas: los perdedores de cualquier guerra son el pueblo. ‘Guerra Civil’ no es el retrato de un conflicto violento, sino la crónica de la deshumanización de unos pocos espectadores del mismo, los periodistas que emprenden un viaje que acabará lleno de traumas.
Quien busque en ‘Civil War’ una metáfora sobre la actual situación política estadounidense se topará con un guión que no explica nada más que mencionar fugazmente los bandos en conflicto, y que no da ningún detalle sobre cómo se originó el conflicto. Sin embargo, no pierde la oportunidad de recordarnos los detalles más físicos, crueles, injustos y atroces de las guerras.: ejecuciones arbitrarias, fosas comunes, masacres de civiles en ataques llevados a cabo por fanáticos, destacamentos de soldados enemigos que hace horas, tal vez días, dejaron de entender por qué llevan tanto tiempo apuntándose con rifles de francotirador…
Como dicen en Vox, ‘Civil War’ transcurre en Estados Unidos, pero habla de la guerra en términos generales. El pisoteo de los derechos humanos más básicos (ejemplificado en el trato dado a los profesionales de la prensa, teóricamente neutrales ante cualquier conflicto) hace inevitable durante la película pensar en un conflicto de alcance mucho más global que esta guerra imposible. Civil estadounidense: uno que lleva semanas ocupando las portadas de los periódicos de todo el mundo. Así de poderosa es la metáfora de la «Guerra Civil», que va mucho, mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos.
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