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Salud

Cómo detectar y tratar la diástasis abdominal, un problema común en mujeres embarazadas

Puede que sea un concepto desconocido para el común de los mortales, pero seguro que muchas embarazadas que nos leen tienen al menos una ligera idea de lo que estamos hablando. ¿Has notado un pequeño bulto alrededor de tu ombligo, especialmente cuando te sientas? ¿Has notado si los músculos rectos del abdomen (los famosos “cuadrados” que se extienden desde el hueso púbico hasta la parte inferior del pecho) están inusualmente extendidos?

Entonces podrías tener diástasis abdominal, un problema que va mucho más allá de lo estético y no es exclusivo de las mujeres embarazadas: esta alteración de la pared abdominal también se da en deportistas y los hombres pueden sufrirla.

Cómo detectar y tratar la diástasis abdominal, un problema común en mujeres embarazadas
Abdomen normal (izquierda) y abdomen con diástasis (derecha).
stocks médicos/Shutterstock

¿En qué consiste?

La diástasis abdominal es una separación de los músculos rectos del abdomen a lo largo de la línea alba. Esta línea es un tejido fascial conectivo, una especie de malla interna muy rica en colágeno que recorre verticalmente la mitad del abdomen y mantiene unidos sus músculos en la zona media del cuerpo.

Si aumenta el volumen o la presión abdominal, esta fascia se deforma, pierde elasticidad y provoca que el recto abdominal se separe, alterando la posición de los órganos pélvicos (vejiga, útero y recto).

Cómo detectar y tratar la diástasis abdominal, un problema común en mujeres embarazadas
Diástasis abdominal: Abultamiento de la línea alba debido al aumento de presión.

El principal factor de riesgo es el embarazo, y las mujeres multíparas (que han dado a luz más de una vez) tienen más probabilidades de sufrir diástasis. El aumento brusco de peso, la obesidad abdominal, el ejercicio inadecuado o la edad también favorecen su aparición.



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Nos encontramos ante una diástasis abdominal cuando aparece una separación de más de 2,5 centímetros entre los músculos rectos del abdomen en uno o más puntos de la línea alba. Esta separación la podemos encontrar a partir de 4,5 cm por encima y/o por debajo del ombligo. Y, aunque se puede detectar en reposo, es más evidente al realizar esfuerzo abdominal.

¿Hasta qué punto deberían preocuparse las mujeres embarazadas?

La diástasis abdominal en el embarazo es fisiológica –es decir, normal– debido al aumento del tamaño del bebé, y suele recuperarse de forma espontánea tras las primeras 6-8 semanas posparto. Sin embargo, se estima que entre el 30 y el 70% de las mujeres embarazadas lo experimentarán incluso tres meses después de dar a luz. De ahí que sea aconsejable hacerse un chequeo tras el periodo de cuarentena, para comprobar que la función del abdomen se ha recuperado.

¿Cómo se detecta?

Normalmente podemos comprobarlo nosotros mismos en casa, tumbados o tumbados boca arriba. En esta posición debemos aumentar la presión sobre el abdomen, tosiendo o realizando algún ejercicio abdominal. Si al hacerlo podemos introducir dos dedos o más de forma horizontal en la línea media del abdomen, o si aparece una protuberancia en el centro de dicha línea, debemos acudir al fisioterapeuta para confirmar el diagnóstico. Aunque esta es la prueba más común, la ecografía es más confiable.

Cómo detectar y tratar la diástasis abdominal, un problema común en mujeres embarazadas
Diástasis abdominal: separación del recto abdominal.

¿Qué consecuencias para la salud tiene?

Actualmente se habla mucho de centro: Así se llama al conjunto de músculos abdominales, lumbares y pélvicos que trabajan juntos para estabilizar la postura, coordinar la respiración y permitir un movimiento efectivo.

El músculo más profundo del abdomen es el transverso. También conocido como cinturón abdominal, se encarga de amortiguar la presión cuando realizamos un esfuerzo. Un aumento del volumen abdominal puede producir una pérdida o disminución de dicha función, lo que repercutirá negativamente en el correcto manejo de las presiones intraabdominales. Y también empeorará la calidad de la línea alba, que sufre un estiramiento excesivo. Esto es lo que provoca la separación del recto abdominal.



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No es sólo un problema estético. Al disminuir la integridad de la pared abdominal, también se altera el control mecánico y la funcionalidad. Esto modifica la biomecánica del tronco, lo que puede provocar inestabilidad pélvica y cambios de postura, generando dolor lumbar crónico y en ocasiones también dolor pélvico. Además, la diástasis abdominal es un factor de riesgo importante para desarrollar una hernia abdominal, debido al deterioro de ese tejido.

Cómo prevenirlo y tratarlo

En la mayoría de los casos, la diástasis puede tratarse con ejercicio terapéutico prescrito y personalizado por un fisioterapeuta, normalmente especializado en suelo pélvico.

Hasta hace unos años, el tratamiento de elección eran los ejercicios abdominales llamados ejercicios hipopresivos, inventados por el médico belga Marcel Caufriez en los años 80. Consiste en colocar el cuerpo en posición de autoelongación (como si quisiéramos “crecer” más alto, en una postura erguida) y, manteniendo ciertas posiciones específicas, hacer apneas después de haber exhalado todo el aire mientras se abren las costillas.

A pesar de sus amplios beneficios, la evidencia científica actual reconoce que el ejercicio hipopresivo con apertura de las costillas no genera cambios en la línea alba ni reduce la diástasis abdominal. Por otro lado, los ejercicios de fuerza. centro Sí ayudan a cerrarlo, siempre y cuando se controle la presión.

Estos ejercicios de fuerza suelen comenzar con ejercicios de mantenimiento de la posición y, a medida que aumenta el control muscular de los pacientes, avanzan hacia movimientos cada vez más intensos y complejos para el abdomen.

Cómo detectar y tratar la diástasis abdominal, un problema común en mujeres embarazadas
Ejercicio dinámico de plancha para fortalecer el abdomen.

También se ha visto que ejercicios específicos para fortalecer el músculo transverso del abdomen y los músculos profundos del suelo pélvico benefician el cierre de la diástasis abdominal, especialmente en mujeres posparto.

En cuanto a la prevención, es importante controlar los factores de riesgo manteniendo un buen tono tanto en los músculos abdominales profundos como en los músculos del suelo pélvico. Además, se recomienda realizar ejercicio moderado y controlado durante el embarazo y evitar engordar demasiados kilos durante este periodo.

Por último, es importante controlar la postura y evitar realizar esfuerzos que aumenten bruscamente la presión abdominal, sin olvidar que los aumentos bruscos de peso y la obesidad aumentan las posibilidades de padecer este problema.

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Jewel Beaujolie

I am a fashion designer in the past and I currently write in the fields of fashion, cosmetics, body care and women in general. I am interested in family matters and everything related to maternal, child and family health.
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