La inflamación crónica es un tema que, aunque a veces se pasa por alto, tiene un impacto significativo en la salud.
Gabriela Pocoví, doctora en medicina y salud pública, además de nutricionista-dietista, comparte su conocimiento sobre este fenómeno con la revista Vogue.
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Aclara que, si bien la inflamación es un proceso natural y necesario para que el sistema inmunológico funcione correctamente, puede convertirse en un problema grave cuando se cronifica.
Según Pocoví, la inflamación crónica suele ser el resultado de la exposición continua a factores considerados amenazantes por el organismo, como ciertos alimentos, el estrés, los contaminantes ambientales e incluso el sedentarismo.
Signos de inflamación crónica
La clave para diferenciar entre inflamación aguda y crónica es el tiempo. Cuando la inflamación perdura en el tiempo, puede causar más daño que bien.
Es importante prestar atención a las señales de alerta que envía el cuerpo. El médico menciona algunos de estos.
- Dolores de cabeza.
- Fatiga persistente.
- Alergias.
- Problemas digestivos.
- Condiciones de la piel como acné o dermatitis.
Especialmente en las mujeres, explica Pocoví, ciertos síntomas durante la menstruación, como dolor intenso o sangrado abundante, pueden ser indicativos de una inflamación no controlada.
Además, el dolor recurrente, la congestión nasal y la sensación de confusión mental son otras formas en que puede manifestarse la inflamación, especialmente por las mañanas.
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Pocoví también destaca el papel de diversas hormonas, como la insulina y el cortisol, en estos procesos inflamatorios. Un exceso de estos puede indicar que hay inflamación.
Tampoco debemos dejar de lado la histamina, que puede provocar síntomas variados desde dolores de cabeza hasta molestias digestivas, dependiendo de cómo afecte a cada persona.
¿Cómo evitar la inflamación?
El médico propone implementar ciertos hábitos y un plan de seis semanas para abordar la inflamación de manera integral.
Un primer paso clave es cambiar la calidad de las grasas consumidas y dar prioridad a las ricas en omega-3 y el aceite de oliva.
Asimismo, incluye en tu dieta alimentos ricos en fibra y antioxidantes, que nutren la microbiota intestinal y ayudan a combatir la inflamación.
También destaca los beneficios del “ayuno inteligente”. Este tipo de ayuno permite que el sistema digestivo descanse, disminuye la actividad celular y reduce la respuesta inflamatoria del sistema inmunológico.
No debemos olvidar lo importante que es mantener una buena higiene bucal. La microbiota bucal está estrechamente relacionada con la salud general. Si no se cuida la higiene, los efectos negativos pueden ir más allá de las encías y los dientes, afectando incluso al sistema inmunológico y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.
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Además, el doctor destaca que es importante optimizar la producción natural de melatonina y endorfinas para controlar la inflamación.
«La melatonina es un aliado clave en la regeneración celular y en la regulación de los ciclos circadianos, y podemos favorecer su producción mediante la exposición a la luz natural y un descanso adecuado».
(YO)