Cómo una nueva generación encontró la música de Os Tincoãs
“Os Tincoãs siempre me ha encantado desde que era niña, cuando escuchaba a mi madre cantar las canciones del grupo”, dijo Margareth Menezes, ministra de cultura de Brasil, que también es música, en una entrevista telefónica. «Representan las raíces africanas de la música brasileña».
A pesar de los elogios de la crítica, las apariciones en festivales y el reconocimiento de artistas como João Gilberto – que grabó una versión del “Cordeiro de Nanã” del grupo junto a Maria Bethânia, Caetano Veloso y Gilberto Gil – Os Tincoãs no despegó. En 1983, el grupo (con un nuevo integrante, Badu, en sustitución de Heraldo) viajó a Angola, acompañando al sambista Martinho da Vila. La gira debía durar una semana, pero Aleluia y Dadinho decidieron quedarse en el país africano después de los shows.
“Encontramos otra Bahía en Angola”, explicó Aleluia. Insatisfecho con la decisión del dúo, Badu regresó a Brasil, precipitando el fin del grupo.
Durante los casi 20 años que Aleluia vivió en Angola, se desempeñó como investigador y docente de arte. Dadinho, que había abierto una panadería en Luanda, la capital, murió en 2000 de un derrame cerebral. Con sus tres álbumes principales fuera de circulación, Os Tincoãs parecía condenado al olvido.
Pero en la década de 2000, los buscadores de discos y los DJ comenzaron a competir por las pocas copias en vinilo disponibles de los álbumes de la banda en las tiendas de discos de Río, São Paulo y Salvador. Poco a poco, su música empezó a tener eco en el trabajo de artistas de nuevas generaciones, como el grupo afrobeat Bixiga 70 y los raperos Criolo y Emicida, que buscaron traer más elementos brasileños a su trabajo.
“Os Tincoãs revolucionó la música brasileña al armonizar el canto afroreligioso”, dijo Emicida, de 37 años, en una entrevista por correo electrónico. “Representan un Brasil insurgente que, a pesar de ser víctima de los peores males coloniales, nunca renunció a producir belleza. El trabajo del grupo es para mí una fuente inagotable de inspiración, más aún ahora que el país vive el reconocimiento de la cultura negra”.