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Aviones de combate del Ejército sirio y de Rusia -aliado de Damasco- han bombardeado este sábado por la mañana distintos barrios de la segunda ciudad de Siria, Alepo, en el norte del país, después de que el grupo salafista Hayat Tahrir al Sham (HTS, acrónimo de la Organización para la Liberación del Levante) y otras organizaciones rebeldes aliadas apoyadas por Turquía han tomado el control de gran parte de la ciudad después de cuatro días de combates, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. (OSDH). La ofensiva comenzó el pasado miércoles, cuando entró en vigor la tregua en el vecino Líbano, donde más del 50% de las personas desplazadas por la guerra, que Naciones Unidas cifra en unos 1,2 millones, siguen regresando a sus hogares. “Instamos a todos los retornados a permanecer alerta y seguir las directivas de las Fuerzas Armadas Libanesas. Debajo de los escombros y en cada rincón podría haber artefactos sin detonar que podrían representar una amenaza para sus vidas”, afirmó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el Líbano (PNUD).