«Cuando das te sientes vivo»
8 min.
El actor Carlos Olalla, protagonista de la Anuncio de Lotería de Navidad con la actriz Andrea ThurmanHa vivido como algo «maravilloso» el rodaje del spot en el que estuvo a punto de no participar debido a una operación de prótesis de cadera a la que acababa de someterse. «Estaba en casa con mi esposa, y le dije que lástima que estuviera tan cerca y no poder hacer el anuncio, y a los cinco minutos me llamaron y me dijeron, si te sientes con ganas, adelante». » dice el intérprete que lo recuerda. como «un milagro».
«Me siento muy identificada y me encanta. No te imaginas la cantidad de mensajes que he recibido de gente que no había visto en veinte años, que me decían que nos encantaba y nos hacía llorar. Hay que hacerlo. reclamar las lágrimas de emoción, de esperanza, en momentos tan duros«dice Olalla, que cumplirá 66 años este diciembre.
Veinte años es precisamente el tiempo que Se ha dedicado al mundo de la interpretación, en el que empezó «muy mayor» y desde entonces su vida ha dado un vuelco. Cuando tenía 18 años empezó a trabajar en el mundo empresarial y pronto, a los 23, se convirtió en padre.
La etapa en el mundo empresarial duró 25 años y fue «la «Lo más aburrido y desagradable» de su vida, según el actor. quien se ha hecho famoso como personaje secundario en más de cien series de televisión (entre ellas Cuéntame y Acacias 38).
Se inició como actor tras rodar con Christian Bale
En esa primera etapa trabajó como director de un banco extranjero en Cataluña y de una constructora, pero ese es un mundo en el que «lo único que cuenta es lo que va a ganar la empresa», dice al recordarlo. Por eso empezó a escribir libros en los que daba rienda suelta a su creatividad e imaginación, porque «ya tenía a los malos en la vida real», afirma. El primero, publicado hace treinta años, se titula La sabiduría del silencio.
Sin embargo, el verdadero giro en el guión de su vida aún estaba por llegar. Cuando tenía 45 años, una reestructuración en la empresa. dejó a Carlos Olalla «desempleado y sin un centavoCuando fue a buscar trabajo le dijeron que era «demasiado mayor». Tuvo «suerte», como él mismo recuerda, de que en aquella época su madre, la escritora y actriz Carmen Maristany, hacía figuraciones y Le propuso ir a un rodaje donde iba la actriz Sophie Marceau y sustituir a un extra, él estaba «con tiempo y sin dinero» y decidió ir.
Además de ese primer contacto con la interpretación, Olalla, que Tenía «todo el tiempo del mundo y ni un centavo»por eso fue a «todos los piezas fundidas Publicidad». Entonces vino la experiencia que le empujó definitivamente al mundo de la interpretación. Lo llamaron para hacer una «réplica gestual» al actor Christian Bale que en aquel momento se encontraba rodando la película El maquinista en Barcelona, y estaba «Tan impresionado» que dijo «Quiero entrar en esto».
Al día siguiente se matriculó en el Estudio de Formación de Actores de Nancy Tuñón y Jordi Olivé, donde estuvo tres años siendo el «abuelo» de la escuela, como él mismo recuerda en su web. «Fue maravilloso porque cuando improvisábamos, esos niños tenían que imaginar, Me bastó recordar todo lo que me habían hecho.«.
La «precariedad» que le llevó a recitar en el Metro
Los inicios como actor no fueron fáciles, es una profesión «marcada por la precariedad y la intermitencia», en la que «lo ha pasado mal», admite Carlos Olalla. Pese a todo, se siente «verdaderamente privilegiado» de poder seguir trabajando con Más de 50 años en «la profesión más machista que puedas imaginar»donde las mujeres «desaparecen cuando cumplen los cuarenta años aproximadamente».
En 2016, cuando llevaba más de diez años en el mundo de la interpretación, debido a su precaria situación económica, incluso recitó poemas en el Metro de Madrid porque no tenía dinero para comer y esto es lo que le contó a Carlos en Telediario 2. de Amor en TVE el 10 de febrero de 2022, apenas unos días antes de la gala de Goya: «Llegué un día a casa y no teníamos dinero para comer, absolutamente nada, y entonces le dije, me voy al metro a leer algún poema y a ver si alguien nos da algo de comer, y ella me dijo: «No, no, voy contigo». Entonces le dije, mamá, tienes 84 años, y ella dijo: «¿Qué pasa? ¿No soy actriz?».
Previamente, en 2015, Olalla había liderado otra iniciativa para exigir ingresos dignos para actores y actrices. Decidió dejar de subir al escenario después de calcular lo que les pagaban por las horas de estudio, ensayo, actuación y por cada actuación, y le salió una media de 50 céntimos la hora. «Dije, es indigno, y mientras no se denuncie, la gente cree que vamos de alfombra roja en alfombra roja», se dijo a sí misma en sus propias palabras.
Que qué No lo hizo para que lo siguieran, sino porque «su cuerpo se lo pedía».«. Al año siguiente esa lucha dio sus frutos y se bajó el IVA a las representaciones teatrales del 21% al 10%. Años más tarde también se bajó el IVA al cine.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, Olalla tiene claro que esa es su vocación. «En este mundo, las personas, los técnicos y los intérpretes, tienen una sensibilidad especial» que valora en un mundo «obsesionado por un concepto mal entendido de seguridaduna nómina, un contrato indefinido», cuando son circunstancias que dependen de otra persona, porque si te mudas te vas a quedar en la calle».
«Un abrazo dice mucho más que mil palabras»
Cuando se le pregunta qué le gustaría transmitir con su papel en este anuncio, asegura que El mensaje es que «siempre tiene que haber espacio para un abrazo». porque el diálogo es importante, pero un abrazo dice mucho más que mil palabras.
Llega el anuncio de la Lotería de Navidad 2023: ‘Qué suerte tenernos’
Una experiencia le hizo Realizar «las cosas más importantes de la vida»«Cuando tenía 49 años, y apenas comenzaba su carrera como actor, sufrió un infarto agudo. De repente se encontró «sólo una caja», le preguntaron cosas, le dijeron que contara del uno al diez, y pensó: “Vaya, esto puede terminar aquí”.
«Voy a dejar este mundo sin una última mirada, un abrazo, todas las oportunidades desperdiciadas para demostrar cariño comenzaron a aparecer en mi mente y fueron tantas que dije si salgo de esto voy a ser el chico más tierno del mundo», afirma. Carlos Olalla, recordando cómo se dio cuenta de que el trabajo y el dinero no es lo importante, «sino lo que uno ha amado durante toda la vida».
El actor barcelonés, que había Un anuncio rodado por última vez en 2020, el de los turrones SuchardDice que «siempre» intenta participar en spots que transmitan valores como este sobre la Lotería de Navidad. «Es un canto a la vida que te hace soñar con todo este tipo de emociones», afirma Olalla, que ve la «magia de transformar un pequeño papel que puede dar millones en lo que realmente es ese pequeño papel en el que caben tantos sueños». » .
Su actividad en el mundo de la creación e interpretación literaria no cesa, como si quisiera recuperar esas dos décadas que había dedicado al mundo empresarial. Así fue como en 2019, antes del confinamiento por la pandemia, en su afán por desenterrar del olvido a los poetas exiliados, se dijo “parece que en la generación del 27 no los había”, y encontró algunos poemas por Carmen Castellote en internet que le dejó fascinado. Así dedicó un blog al autor que pasó la Segunda Guerra Mundial en Siberia y veinte años después viajó a México para reencontrarse con su padre.
Carlos Olalla y la biografía de Carmen Castellote
La filosofía del actor está contenida en unas palabras de Abraham Verghese que él mismo recuerda: «No estamos donde nacemos sino donde nos necesitan». Y esta es la esencia de Ubuntu, el grupo de teatro que dirige en la parroquia madrileña de San Carlos Borromeo. «Estoy muy a favor de la filosofía de Mandela, de Ubuntu», afirma Olalla, antes de recordar el lema del grupo: «Perdí todo lo que retenía, sólo me queda lo que di.cuando das te sientes vivo, dar es vida».
gn buss