Este fin de semana tengo… media hora, y ‘Yellowjackets’ me da demasiado miedo.
‘Clase de ’07’
Cuándo mirar: Ahora, en Amazon.
Zoe (Emily Browning) iba a saltarse por completo su reunión de 10 años en su internado australiano para niñas, todavía lamiéndose las heridas de una salida desastrosa de un espectáculo tipo «Bachelor». Pero cuando una inundación extraña la envía a luchar por una elevación más alta, termina interrumpiendo la fiesta, y esa inundación resulta ser el apocalipsis, o como ella y sus antiguos compañeros de clase comienzan a llamarlo, «el poco».
«Class» tiene la vibra de «viejos amigos guardan viejos secretos» de «Yellowjackets», pero en lugar de horror, es una comedia con la extrañeza salvaje y tonta de «Last Man on Earth», feliz de saltar entre la intensidad emocional real y la asquerosidad. Fuera humor. Hay ocho episodios, y son un atracón enérgico y nada deprimente.
… tres horas, ¿y si el cielo realmente se está cayendo?
‘Extrapolaciones’
Cuándo mirar: Comienza el viernes, en Apple TV+.
Este drama de antología sobre la crisis climática es más interesante como proyecto que como espectáculo, un desfile de actores de alto perfil que sermonean diligentemente (en algunos casos literalmente sermonean; Daveed Diggs interpreta a un rabino) sobre la muerte inminente de nuestro planeta. La visión del futuro del programa es más o menos «ahora, pero peor». El primer episodio está ambientado en 2037 y el octavo en 2070; el calentamiento global se vuelve cada vez más destructivo, y vemos sus efectos a través de los ojos de personajes vagamente conectados, incluido un multimillonario tecnológico, un camionero en la India y la última ballena jorobada del mundo, con la voz de Meryl Streep. Los primeros tres episodios caen el viernes y el resto llega semanalmente.
… varias horas, y 5, 6, 7, 8.
‘Baile 100’
Cuándo mirar: Llega el viernes, en Netflix.
Para aquellos de nosotros que perseguimos perpetuamente el subidón de «America’s Best Dance Crew», esta nueva serie de competencia rasca una picazón similar. Ocho coreógrafos, que también actúan en sus composiciones, compiten en seis episodios, con 100 bailarines repartidos entre ellos. Pero en lugar de confiar en el estilo de evaluación típico de “American Idol”, este espectáculo tiene a los propios bailarines dando su opinión y votando. Es un giro intrigante en el formato de competencia, especialmente porque la votación se realiza en el escenario, y uno se pregunta si el poder de la conformidad social y no solo los grandes movimientos está influyendo en los resultados.