No hay mejor manera de defender la Constitución que siendo escrupulosamente respetuosos tanto de su letra como de su espíritu. Por eso son tan imprudentes las palabras de Pepa Millán, portavoz de Vox en el Congreso, tras la publicación de la ley de Amnistía. El diputado de Córdoba señaló ayer que «es el momento de que las instituciones hagan un esfuerzo para resistir el golpe», y añadió: «También los jueces y también el Rey». El artículo 91 de nuestra norma fundamental establece con perfecta claridad la obligación que tiene Felipe VI de sancionar, promulgar y hacer publicar ésta o cualquier otra ley. Santiago Abascal no sólo no ha modificado las palabras de Millán, sino que ha persistido en una posición que supone una gran temeridad y que no favorece en nada el normal funcionamiento de las instituciones que dicen defender. El Estado de Derecho debe mantenerse a través de los mecanismos previstos y hacer ruido sobre el papel de la Corona es una negligencia injustificable.
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Gemínidas y Cuadrántidasdos de las mejores lluvias de estrellas, podrán verse estos días de invierno en nuestro país. De hecho,...