Buenos días gente, gente. Muy buenos días a los madrugadores del fin de semana.
La zona cero de DANA ya vive un segundo fin de semana de intensa solidaridad. Estamos aquí desde las seis de la mañana. Estamos hablando de voluntarios que ya están trabajando, que han venido desde muchos rincones de España para echar una mano.. Hablamos hace unos minutos con Sergio, que llegó anoche a Valencia procedente de Zaragoza. Es su segundo fin de semana en Valencia.
Conduce una furgoneta, recoge alimentos y productos de higiene y los lleva a los pueblos afectados para llevárselos, sobre todo a las personas mayores que no pueden moverse mucho.
Le he preguntado a Sergio por qué Él estaba ahí y me dijo que, en realidad, todos deberíamos estar ahí dando una mano.
Hablamos con Álvaro, otro voluntario, a las siete, estaba en Paiporta, ya había cocinado crema de calabaza y ya la estaba repartiendo. Álvaro lleva diez días en la zona afectada por la DANA.
Paula García también es voluntaria y está en Aldaya. Nos dijo que está en modo de «coordinación independiente». Es concejal y ha denunciado la inacción de la Administración Local. También ha indicado que la prioridad ahora es retirar lo que queda en las calles. Siguen vaciando casas. Limpieza de garajes. Dice que el hedor es tremendo. «Las ratas ya están llegando. No quiero imaginarme en ciudades peores», afirmó.
Este es el sonido de la sociedad del barro, ¿te acuerdas? ¿Recuerdas ‘La sociedad de la nieve’?
Una de esas personas que no se resignaron ante la tragedia. Bueno, hay quienes ya llaman a los voluntarios la sociedad del barro. La Generalitat ha dado una serie de recomendaciones para quienes estén llegando como voluntarios a la zona afectada.
Es imperativo que tomes medidas de protección de la salud y recomendaciones de salud pública.tanto en tareas de limpieza, gestión de residuos y preparación de alimentos. Entre ellos, es fundamental que toda persona que acuda a la zona afectada use mascarilla, guantes, botas, manga larga, pantalón largo y protección para los ojos, especialmente al manipular agua estancada. Bueno, esas son las recomendaciones para los voluntarios, para esa gente que duerme poco, que come de pie.
Esta semana hemos visto gestos que nos llenan de orgullo. Como en Massanassa, una columna de voluntarios perfectamente organizada, dividida en filas de seis personas, avanzó por una calle con cepillos, palos y escobas para retirar agua y barro. Estaban bajo el mando de un soldado de la reserva que dirigía los trabajos. Hemos visto voluntarios achicando agua, alimentando, acompañando, que es fundamental, y haciendo muchas otras cosas.
Y en la zona cero hemos visto cómo los vecinos se llenaban de agradecimiento hacia los voluntarios. Hemos visto, lo acabamos de escuchar, cómo los vecinos recibían agradecidos, con aplausos, a quienes acudían a ayudar. Hemos visto como los voluntarios, después de días muy, muy largos, difíciles, Sergio nos decía hace un momento que no es lo mismo ver las cosas por televisión que verlas en directo, que el impacto emocional es mucho más intenso.
«Los voluntarios dedican sus mejores energías y con una sonrisa de satisfacción»
Director de ‘La Mañana Fin de Semana’
Pues hemos visto a estos voluntarios que dedican sus mejores energías esta semana bajando de los autobuses, regresando a Valencia, manchados de barro, muchos de ellos agotados, pero con una sonrisa de satisfacción.
La sonrisa de quien ha sabido echar una mano, de quien ha sabido ayudar. En medio de la devastación continua, hemos visto la compasión de aquel que tiene un corazón dispuesto a ayudar.
Compasión es una gran palabra, compasión es una palabra que tal vez ha sido denostada, pero compasión es una palabra muy hermosa, porque compasión significa sufrir con los demás, no ser indiferentes al sufrimiento de los demás, y la compasión nos hace más humanos, porque muestra que nos realizamos, somos más nosotros mismos, cuando atendemos las necesidades de los demás.
Compasión, lo estamos viendo en el área DANA.
Un evento como la DANA, once días después, sigue generando interrogantes. Dana nos tiene abrumados, llevamos once días escuchando la radio, escuchando mucha radio, viendo televisión, viendo redes sociales.
«Todos estamos, de alguna manera, heridos por esta tragedia».
Director de ‘La Mañana Fin de Semana’
Todos estamos, de alguna manera, heridos, claro, no como los que han sufrido DANA, pero todos estamos heridos. Y acontecimientos como estos despiertan en nosotros las preguntas más profundas.
Esta semana me llamó la atención un artículo de Pedro Cuartango en ABC, cuando decía la tragedia de Valencia, Plantea preguntas sobre la vulnerabilidad de la condición humana, sobre nuestra forma de vida y sobre el papel del azar. Me parece que estas cuestiones, estas cuestiones, no deberían cerrarse apresuradamente.
La DANA también nos ha golpeado a los que no estamos, nos ha herido, y esa herida, como la compasión, es la que nos hace humanos. Hacernos preguntas es lo que nos hace humanos. Nos preguntamos por qué, nos preguntamos si la vida es justa en una situación como ésta.
Y nos damos cuenta de que de nada sirve perder el tiempo con discusiones estériles que nos distraen. Fernando Vallespín escribió esta semana en el diario El País, otro artículo que me llamó la atención. Hablaba de uno de los grandes males del mundo contemporáneo, es que no sabemos qué hacer con el sufrimiento. Buscamos formas de encontrar refugio y consuelo, que se han desmoronado. Precisamente la DANA nos hace esta pregunta. ¿Dónde está el consuelo?