Dani Benítez: éxito, descontrol, un positivo y un mensaje
«La verdad, no sé cuántas entrevistas llevo desde que salió el libro -la última semana de marzo-», dice Dani Benítez. El exjugador del Granada CF (2009-2014) vuelve a ser protagonista en los medios, en esta ocasión por la publicación de su biografía: ‘Mi historia la cuento yo’, de Aliar Ediciones. «Siempre he dado entrevistas a todo el mundo, lo hacía como jugador, y también después de mi sanción. Sin embargo, no siempre sentí que las entrevistas reflejaban mi intención. Algunas veces era el titular, en otras el modo de escribir las respuestas. También perfiles sobre mí de periodistas que ni siquiera habían hablado conmigo. Entiendo que el negocio del periodismo funciona así, el titular vende y es necesario, pero a veces creo que no se ha sido justo conmigo, y eso ha provocado una imagen de mí que no es –«tú mismo los puede ver», se refiere al periodista-. Por eso este libro, que coincide con la llamada de Héctor García, el periodista con el que escribió mi biografía. Héctor me llamó, hablamos de lo que había pasado en una entrevista y ahí empezamos a escribir», señala Dani sobre el origen de este libro.
El proceso fue el siguiente, como explica Dani: «Héctor y yo hemos hecho muchas viodeollamadas, también un fin de semana juntos en Granada. Pero no ha sido a través de entrevistas, es decir, la clásica pregunta-respuesta. No, ha sido una charla entre dos personas para viajar a mi pasado, para contarlo todo. Lo bueno y lo malo, porque lo malo ha sido y es muy importante en mi vida. Eso también me hace ser como soy. Yo lo llamo ‘Los Maestros de mi vida’».
Seguir adelante o no
En el proceso de trabajo del libro, también hubo momentos de dudas, como el parón durante un par de meses el pasado verano. «¿Por qué? Bueno, no es fácil abrirte y contar las cosas. Te surgen dudas y también, por qué no decirlo, cierto vértigo. Pero me convenció de que tenía que seguir adelante, y aquí estamos. La verdad, estoy muy contento con el libro. Desde el principio, Héctor me señaló que hacer el libro podría ser importante para mí, para generar un mensaje positivo hacia la gente. Y es verdad que está pasando. El otro día, sin ir más lejos, en el entrenamiento (Dani juega en el Arenas de Armilla, en Tercera REFF), se me acercó una señora. «Hola Dani, ¿te puedo pedir un favor?, me dijo. Claro que sí, le respondí. Siempre me gusta estar cerca de la gente, también lo hacía como jugador del Granada. «Es que mi hijo, que vive en Barcelona, quiere que le firme el libro. Te sigue desde siempre y para él es algo muy importante», me dijo la mujer con un tremendo cariño. También me han invitado de ayuntamientos de la provincia de Granada para que pueda ir a dar charlas a los chicos de varios equipos. Y participaré en más actividades si la gente me llama. Eso es lo más importante para mí. Quiero que el libro sea un mensaje positivo para la gente que lo está pasando mal. Un mensaje muy claro: se puede salir adelante. Pero a veces uno solo no puede, también necesita ayuda. Y ahí hay que estar con la persona que tienes a tu lado».
Así escribe el libro…
Conocido el porqué de su biografía y cómo ha sido el trabajo «durante un año: empezamos en febrero de 2023 y terminamos en febrero de 2024», es importante conocer algunos de los pasajes más importantes de la vida de Dani a través de sus palabras en el libro. Más allá de las entrevistas, como señala el exjugador, tomar el mando de sus palabras.
La promesa cumplida a su madre.
Dani Benítez perdió a su madre muy joven (en 2011) y cuando caminaba a primera división el Granada CF. Ella siempre tuvo un sueño, como cuenta en el libro. «El día que debuta en Primera, iré al palco a verte con una enorme pamela. La más grande de todas para que todo el mundo me vea en el palco y sepa que soy la madre Dani». Cuando logró el ascenso a primera división en el verano de 2011, el primer fue para ella, como cuenta en el libro: «He cumplido mi promesa, mamá, Realmente, estoy aquí por ella. Se fue, pero sé que ella me ha llevado hasta la meta: la Primera. Me ha cuidado y me ha protegido desde arriba en los momentos más difíciles».
El botellazo a Clos Gómez
Nos remontamos al año 2012. El Granada se jugaba el descenso ante el Real Madrid en la penúltima jornada de Liga. El equipo andaluz se adelantó con un gol de Franco Jara, pero Clos Gómez señaló un penalti a favor de los blancos y un gol en el descuento le dio los tres puntos al Real Madrid. Decisiones que provocaron las protestas de los jugadores del Granada, que terminaron con la expulsión de dos de ellos, y el botellazo de Dani Benítez al árbitro. Un momento que narra así en su biografía: «Sabíamos que podíamos pitarnos mal, pero es que nos ha pitado todo en contra. Nunca habíamos tenido un arbitraje así en Primera. Yo me acerco al corrillo que hay alrededor del árbitro. Le grito de todo. Le insulto. Nos estamos jugando mucho… Tengo una botella de una bebida isotónica en la mano y, sin pensarlo, la lanzamiento. Quiero darle al árbitro. Me sale un lanzamiento arqueado, como un tiro libre a canasta, buscando que la botella llegue hasta él, pero no veo si le doy. Tampoco sé si alguien me ha visto lanzarla. Me aparto del corrillo y veo a Mourinho hacerme una indicación con la cabeza hacia la derecha, en dirección al vestuario. Mourinho sí me ha visto, y, por su gesto, también he acertado. Me agobio un poco, pero no me arrepiento de lo que he hecho. Se lo merece por su arbitraje. Ha ido a por nosotros.
El mayor error en una noche de descontrol
Un positivo en cocaína acabó con la carrera de Dani Benítez. Fue una noche de febrero de 2014, en una fiesta en casa y en la que perdió el control en una vida que ya era caótica: «—¿Qué te pasa Dani? — me pregunta también uno de los amigos para llevarme de nuevo al mundo real. No creo que necesite que le diga que me pasa, le vale con verme.
-Tengo que ir a entrenar y estoy hecho mierda tío—le digo.
Él asiente con la cabeza para darme la razón. Pero me presenta un remedio rápido para mi borrachera. —Venga. Métete una de estas y verás como se te pasa — me dice mientras se prepara unas rayas de cocaína encima del lavabo de mi baño.
Subo al coche sin haber dormido nada, pero sí muy espabilado. Mi amigo tenía razón. Se me ha pasado la borrachera que llevaba encima. Conduzco hacia la ciudad deportiva. Espero que no haya ningún control porque si me lo hacen, seguramente el policía alucine. Aparco el coche, me cambio y salgo a entrenar. Todavía estoy en los últimos pasos de la recuperación de la última de las muchas de lesiones que llevo, pero me encuentro bien».
Dos días después de ese momento, Dani dio positivo en cocaína en un control antidopaje, en el partido ante el Real Betis. El positivo fue anunciado un mes después, con dos años de sanción como castigo.
Oscuridad después del positivo por cocaína
Dani Benítez volvió a su casa, Mallorca, con la sanción de dos años. Sin fútbol, pero también sin un futuro claro después de un negocio de alquiler de coches en Mallorca se esfumará. Seguramente, los peores momentos de su vida como cuenta en el libro:
«Me he traído conmigo de Granada la oscuridad en la que vivo desde hace mucho tiempo. Apenas paso por el negocio. No quiero saber nada del mundo, ni siquiera casi de mi mujer y mi hija. Las veo muy poco, por lo que me distancia cada vez más de ellas. Me quedo en casa casi todo el tiempo. Bebo mucho alcohol y consumo de drogas. No había consumido antes del positivo, pero ahora son un refugio para mí. A veces lo hago con amigos que vienen a casa, pero otras muchas solo. Todos los días son iguales para mí. Solo quiero eso y oscuridad. Me gusta tener las persianas bajadas, como hacía en Granada. Para qué preocuparme de lo que hay fuera. Ahí no tengo nada que ganarte. Él perdió todo lo que tenía en muy poco tiempo».
Volver a sentirse futbolista tras la sanción
Le costó volver a jugar al fútbol después de un fichaje de tan solo un día por el Huesca -también cuenta cómo fue ese día y ese momento- y una lesión en el Alcorcón. Encontró un lugar para volver a jugar al fútbol en el Racing de Ferrol, equipo al que Dani Benítez siempre estará eternamente agradecido. Y es que ahí, después de duros momentos, volvió a sentirme jugador: «Es 2 de noviembre, jugamos (el Ferrol) contra el segundo equipo de Osasuna. Osasuna fue el equipo que me quiso contratar hace varios años. Ahora, sin embargo, voy a jugar contra el segundo equipo. Las vueltas que da la vida.
Ellos se ponen por delante, 1-0. No podemos perder contra Osasuna, porque llevamos varias jornadas sin ganar. El equipo está hecho para ascender, al menos es lo que ellos quieren y yo también lo necesito. Me cae un balón, al borde del área, y golpeo con mi pierna izquierda. El balón va para adentro. Sí, es gol. Mi primer gol desde hace casi tres años. Se me había olvidado las sensaciones de marcar un gol. Mis compañeros me felicitan. Creo que he vuelto al fútbol definitivamente, porque un gol te cambia la vida.
Una nueva vida en Granada
Se fue de Granada en 2014 después del positivo. Casi huyendo de la ciudad, con la idea de no volver nunca. Pero en su reconstrucción personal, también está la reconciliación con Granada y su gente. Un lugar en el que ha recuperado a su hija Candela y ha formado una sólida familia. «Desde que volví a Granada estoy feliz. Más feliz que nunca lo he estado aquí. También ayuda, y mucho, la gente que encontró. Gente que me ayuda sin esperar nada a cambio. No muchas veces me pasó antes en Granada, salvo mi círculo de amigos, que siempre estuvieron y siguen ahí. Una persona muy importante para mí es Pepe».