Sevilla es ligera. «Tiene un color especial» y, por tanto, la Feria de Abril no podría ser menos. Lo real se disfruta casi desde el amanecer hasta el anochecer, pero es inevitable reconocer que el día vence a la noche. Por goleada. Los primeros pasos al cruzar la portada, los flamantes trajes de gitana y el paseo a caballo, por ejemplo, son inigualables, y todo ello ocurre antes del anochecer. No es que sea malo pasar tiempo bajo la iluminación de faroles, claro que no, pero es cierto que, En determinados momentos y en determinados lugares, lo real pierde su verdadera esencia.
Aún así es conveniente Desmentir ese mantra repetitivo que dice que “no hay nada bueno en la Feria de noche”. Básicamente, porque no es así. Sólo se trata de no cometer errores e incluso de saber buscar. Es innegable que las cabinas de discoteca proliferan de madrugada y que el alcohol pasa factura después de tantas horas de fiesta, pero eso Eso no significa que no puedas encontrar estampados con mucha clase..
Como por ejemplo ocurre en un Stand de Pepe Luis Vázquezdonde cada noche unos cuantos privilegiados se reúnen (es pequeño) sentarse y escuchar. Sí, siéntate y escucha cantar. Sillas colocadas en fila frente al ‘escenario’ y artistas para cada día de la semana. Esperanza Soria, Jesule de Utrera y Kiko Peña son algunos de los que ya han actuado este año, pero Nunca hay que descartar una sorpresa de última hora, como cruzar la puerta y escuchar a Manuel Lombo.. «No entiendo la Feria de otra manera. A cada uno le gusta de una manera diferente y los respeto a todos, pero Disfruto de esta tradición familiar que mis padres nos inculcaron a mis hermanas y a mí desde pequeñas.», indica uno de los propietarios de esta cabaña familiar.
lo mismo buen ambiente con grupos de toda la vida Se puede disfrutar en Juan Belmonte 11, Joselito el Gallo 140 o justo enfrente, en Las Golondrinas. Sevillanas, rumbas y, por qué no, algunas de las canciones de moda. Es decir, Puedes encontrar una Feria de noche bastante parecida a la de día, con el mismo espíritu y, sobre todo, con el mismo fin: pasarlo bien. que, en definitiva, es lo que te llevas una semana a esta efímera ciudad. «La edad ya se nota y, evidentemente, uno no aguanta hasta el amanecer como cuando uno es joven. Me gusta más la Feria de día porque voy en familia, con los niños., pero también paso muy buenos ratos con mi esposa y mis amigos por las noches. No se trata tanto del tiempo, sino del entorno en el que te mueves», explica Ángel Aguado.
Calle del Infierno y alrededores
Por supuesto, por mucho que a (casi) todo el mundo le guste la Feria, Negar la evidencia sería ignorar la verdad.. Y es cierto que También hay mal ambiente e imágenes que conviene evitar.. Una cosa es pasear por la inmobiliaria y ver las casetas repletas bailando y cantando al ritmo del grupo nocturno de turno, y otra muy distinta es que algunos se transforman en discotecas. No se deben permitir los decibeles y la música de algunos para no distorsionar la esencia de esta fiesta.
Por no hablar de Hell Street por la noche.. Durante el día está lleno de niños y familias que viajan en coches pequeños. Un plan más, sobre todo para los más pequeños, que se distraen así y una fiesta que todavía no entienden se hace más amena. Pero al amanecer todo cambia. El escenario es el mismo y la música de reguetón igual de fuerte, pero el ambiente nada tiene que ver con el que hay unos metros más atrás, desde Costillares hasta la portada. Casi no hay rastro de trajes o chaquetas gitanas en los hombres, y Sí, hay botellero (casi erradicado en el resto de la zona) y venta ambulante. No hace falta avanzar ni cincuenta metros para encontrar el primer lugar (una caja encima de otra y una nevera en la playa) donde te ofrecen, sin ningún control, una bebida. También cabe destacar el regreso a casa por Virgen de la Cinta.. Hombres y mujeres orinar entre vehículos, personas estacionadas en portales, personas semi acampadas y durmiendo en autos, suciedad y mal olor. La antítesis de lo que es la Feria de Abril de Sevilla.