Cada año, más de 4 millones de personas en Europa son diagnosticadas con cáncer. Afortunadamente, la supervivencia ha aumentado significativamente gracias a mejores tratamientos y avances en el diagnóstico.
investigadores de la Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC)dirigido por Dr. Borja Ibáñeztambién cardiólogo intervencionista en Hospital Universitario Fundación Jiménez Díazexplicar los mecanismos por los cuales antraciclinas (medicina común para el tratamiento del cáncer) promueven daños en el corazón de los pacientes. Además, el estudio, que se publica en la revista JACC: CardioOncologíaha identificado posibles terapias para esta complicación, que se estima que afecta a un tercio de las personas que sobreviven al cáncer.
El antraciclinas Han sido, durante décadas, los fármacos de elección en primera línea de tratamiento, en combinación con otros fármacos, para muchos tipos de cáncer. Se estima que todos los años Tres millones de pacientes en Europa reciben tratamiento con antraciclinas. Sin embargo, su uso puede causar toxicidad cardíaca. Así, un tercio de los pacientes tratados con antraciclinas desarrolla algún tipo de toxicidad cardíaca y, aunque en muchos casos no tendrá consecuencias graves a largo plazo, en más del 5% de las personas que sobreviven al cáncer, el daño cardíaco irreversible inducido por las antraciclinas provoca Insuficiencia cardíaca crónica, enfermedad que limita la calidad de vida de los pacientes.
Mayor conocimiento sobre el aumento de la toxicidad cardíaca por antraciclinas
Aunque la toxicidad cardíaca asociada con el uso de antraciclinas se conoce desde hace muchos años, no se han desarrollado tratamientos que puedan usarse simultáneamente y proteger el corazón debido, en parte, al conocimiento incompleto de los mecanismos moleculares por los cuales las antraciclinas causan dicho daño cardíaco.
Ahora, el equipo Laboratorio Traslacional del CNIC de Imagenología y Terapia Cardiovascular ha estudiado detalladamente el Progresión de la toxicidad cardíaca debida a antraciclinas. en el metabolismo del corazón, con especial énfasis en las mitocondrias, en un modelo experimental, y ha identificado los mecanismos implicados en este proceso.
«Hemos observado que las alteraciones metabólicas en el corazón aparecen muy pronto tras iniciar el tratamiento con antraciclinas, mucho antes de que el corazón pierda fuerza contráctil», explica el primer autor del trabajo. Anabel Díaz-Guerraquien está realizando su tesis doctoral en el CNIC gracias a una beca de la Asociación Española Contra el Cáncer. De hecho, añade, “hemos visto que, como consecuencia de estas alteraciones metabólicas, el corazón comienza a atrofiarse (sus células pierden volumen) como una de las primeras manifestaciones de un daño irreversible”.
Estos hallazgos son especialmente importantes porque aparecen mucho antes de que se pueda detectar la alteración cardíaca con las técnicas utilizadas habitualmente, afirma el Dra. Laura Cádizmiembro del equipo de investigación CNIC. «Esto nos permite determinar procesos que podrían prevenirse con intervenciones muy tempranas».
Según los investigadores, una de las posibles intervenciones está relacionada con un aporte nutricional específico que pueda prevenir la atrofia cardíaca temprana provocada por este fármaco de quimioterapia. Los investigadores están probando el efecto beneficioso de una dieta rica en proteínas para prevenir esta atrofia muscular (incluido el músculo cardíaco) asociada con la toxicidad de las antraciclinas.
Estudio de la toxicidad cardiovascular de los tratamientos contra el cáncer.
Él Dr. Ibáñez recibió el premio de investigación clínica de la Fundación Occidente para el estudio de enfoques nutricionales para prevenir la cardiotoxicidad de los tratamientos contra el cáncer. El estudio ahora publicado es, en parte, resultado de esta línea de investigación. “Dentro de nuestra visión traslacional de la investigación, nuestro objetivo final es probar nuevas dianas terapéuticas en pacientes con riesgo de desarrollar cardiotoxicidad debido a las antraciclinas. Actualmente estamos avanzando en un estudio de intervención nutricional en el mismo modelo experimental, y si se confirman los datos preliminares positivos, será el germen de un futuro ensayo clínico”, destaca el especialista.
En este sentido, el CNICa través de Programa de Homeostasis Miocárdica y Daño Cardíaco, ha diseñado una línea de investigación dedicada al estudio de la toxicidad cardiovascular de los tratamientos contra el cáncer, en particular el daño cardíaco por antraciclinas. Su objetivo es desarrollar tratamientos que mantengan la eficacia terapéutica y minimicen los impactos negativos en la salud cardiovascular, lo que refleja su compromiso de encontrar soluciones innovadoras para necesidades clínicas no satisfechas.
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