El ejército israelí mató a dos palestinos durante una operación para destruir la residencia de personas sospechosas de matar a un comandante israelí en un ataque en septiembre.
El 2 de enero, las fuerzas israelíes mataron a dos palestinos al margen de una operación en Cisjordania para destruir la residencia de palestinos acusados de participar en un ataque mortal contra un comandante israelí.
El Ministerio de Salud palestino informó en un comunicado de la muerte de los palestinos Mohammed Samer Hoshieh, de 22 años, y Fouad Mohammed Abed, de 25, asesinados por fuego israelí durante esta incursión del ejército en la zona de Jenin, hogar de las tensiones de los últimos meses en los territorios ocupados. Banco Oeste.
Por su parte, el ejército israelí declaró en un escueto mensaje a la prensa que había llevado a cabo una operación en la aldea de Kfar Dan, ubicada en el sector de Yenín, con el fin de “demoler las residencias de los asaltantes involucrados en disparar contra el cruce punto [de Jalameh]que fueron fatales para el Comandante Bar Falah.
Palestinos armados abrieron fuego contra los soldados el 14 de septiembre en el cruce de Jalameh, entre el sector palestino de Jenin e Israel, matando al soldado israelí.
Las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, el brazo armado del partido (laico) Fatah del presidente palestino Mahmoud Abbas, se atribuyó la autoría del ataque. Y dos palestinos, que vivían en la aldea de Kfar Dan y que el ejército israelí sospechaba que estaban involucrados en este ataque, murieron el mismo día en intercambios de disparos en Jalameh.
L’armée israélienne détruit régulièrement les résidences de Palestiniens qu’elle accuse d’être responsables d’attaques contre des Israéliens afin selon elle de les décourager de perpétrer des violences, une politique toutefois qualifiée de «châtiment collectif» par des organisations de défense des derecho del hombre. Y por una buena razón, más allá de las posibles dificultades para identificar a los responsables, estos allanamientos privan de sus hogares a familiares que no están involucrados en estos ataques.
La operación de este 2 de enero es la primera del fatídico año 2023 para los palestinos en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde 1967 por las fuerzas israelíes, y llega tras un año de fuertes tensiones.
A raíz de una serie de ataques antiisraelíes la primavera pasada, el ejército israelí ha intensificado sus operaciones en la Cisjordania ocupada.
Según la ONU, más de 150 palestinos murieron el año pasado en operaciones israelíes o enfrentamientos con las fuerzas israelíes en 2022, el mayor número de víctimas desde el final de la Segunda Intifada, un levantamiento palestino a principios de la década de 2000.