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Hola, soy la Dra. Zaira Medina López y hoy les voy a hablar sobre el efecto de la dieta en la salud cerebral y la prevención de la enfermedad de Alzheimer, que padecieron más de 50 millones de personas en todo el mundo en 2018.
A medida que la población envejece, se prevé que la prevalencia de esta enfermedad se triplique en los próximos 30 años, lo que hace urgente la necesidad de estrategias de prevención, como la dieta y el ejercicio, que pueden tener un efecto sinérgico para modificar el riesgo de demencia.
El Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (CHAP) es un estudio de cohorte poblacional que comenzó en 1993 con el reclutamiento de personas mayores de 65 años de un área geográficamente definida en el lado sur de Chicago, con el objetivo de evaluar los factores de riesgo para Demencia por enfermedad de Alzheimer.
Por su parte, el Rush Memory and Aging Project (MAP) es un estudio de cohorte comunitario basado en factores de riesgo de deterioro cognitivo y desde 1997 hasta abril de 2005 incluyó a 2.022 adultos de hogares individuales, residencias de ancianos y residencias de ancianos. del área metropolitana de Chicago. Ambas cohortes tienen una metodología de seguimiento similar, con evaluaciones neuropsicológicas seriadas que también documentaron la presencia de diversos factores de riesgo cardiovascular.
En el presente estudio se reportan los resultados de ambas cohortes; De los 10.802 participantes, 2.137 sin demencia fueron seleccionados aleatoriamente para una evaluación clínica detallada de la incidencia de la enfermedad de Alzheimer durante 18 años de seguimiento, con el objetivo de determinar la influencia de la dieta y el ejercicio en la incidencia de la patología. .
Para evaluar la calidad de la dieta se calculó la puntuación MIND (Mediterranean-DASH Diet Intervention for Neurodegenerative Delay), que añade información de 10 grupos de alimentos saludables (verduras de hojas verdes, otras verduras, frutos secos, frutos rojos, cereales integrales, pescado, aves, aceite de oliva y vino) y 5 de alimentos poco saludables (carnes rojas, margaritas y margarinas, quesos, tartas y dulces, comida rápida y frita). Los participantes informaron la frecuencia promedio de consumo de vino y otras bebidas alcohólicas a través de cuestionarios de frecuencia.
También se evaluó la actividad física y se informó el tiempo dedicado a 5 actividades: caminar, jardinería, calistenia o ejercicio general, bicicleta y natación en las dos semanas previas a la entrevista.
Los resultados mostraron lo siguiente: la edad promedio fue de 73,2 años en la cohorte CHAP y de 81,1 años en MAP; la mayoría de los participantes eran mujeres en ambos grupos. Comparativamente, la cohorte MAP informó más años de escolaridad (14,9 frente a 12,9) y una puntuación más alta en la dieta MIND (6,85 frente a 7,60), así como más minutos por semana de ejercicio moderado y vigoroso.
Durante una mediana de seguimiento de aproximadamente seis años en ambas cohortes, un total de 379 y 229 participantes desarrollaron demencia por enfermedad de Alzheimer; Lo interesante de este estudio fue que la tasa de incidencia disminuyó significativamente cuando hubo un aumento en el número de hábitos saludables.
La tasa de incidencia de la enfermedad de Alzheimer en aquellos que tenían uno o ningún hábito saludable fue de 5,22 a 6,47 en ambas cohortes por 100 personas-año y en aquellos que tenían dos o tres hábitos saludables fue de -2,63 en CHAP (IC del 95%: -3,24 a -2,03) y -2,39 en PAM (IC 95%: -4,53 a -0,25), diferencia que se mantuvo con cuatro a cinco hábitos saludables con incidencia de -4,00 en CHAP (IC 95%: -4,46 a -3,39) y -3,81 en PAM (IC del 95%: -5,96 a -1,66).
La asociación entre el estilo de vida y la incidencia de la enfermedad de Alzheimer no fue diferente cuando se realizaron ajustes por el índice de masa corporal, la hipertensión, la dislipidemia y la diabetes. Asimismo, se tuvo en cuenta el estado de la apolipoproteína E y no se encontró ninguna modificación de los resultados.
Los autores de este estudio concluyeron que un estilo de vida saludable se asocia significativamente con una disminución de la incidencia de la enfermedad de Alzheimer y, por tanto, es fundamental promover un cambio en la estrategia de prevención de esta patología.
Muchas gracias por su atención, soy la Dra. Zaira Medina López grabando para medscape en Español.
El Dra. Zaira Medina López Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde realizó su posgrado en Medicina Interna y Neurología. Actualmente es Médico Asociado en Neurología del Instituto de Salud del Estado de México.