El aumento de la osteoporosis en menores de 50 años, a debate en un curso de la SER

La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha celebrado este fin de semana el ‘VI Curso SER sobre Osteoporosis y Patología Metabólica Ósea’. Entre los temas que han abordado, han destacado que La osteoporosis aumenta en personas menores de 50 años. Además, afecta a alrededor del 30 por ciento de las mujeres y al 6 por ciento de los hombres mayores de 50 años en España. Así, han recordado que continúa siendo una enfermedad infradiagnosticada. Solo el 36 por ciento de las personas con osteoporosis que sufren una fractura por fragilidad reciben tratamiento para prevenir nuevas fracturas. Los expertos han coincidido en la importancia de identificar y tratar al paciente lo antes posible tras la primera fractura, con el uso de fármacos eficaces y de acción rápida, ante el riesgo inminente de nuevas fracturas.

El especialista del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Parc Taulí (Barcelona), uno de los coordinadores de este curso celebrado en Madrid, Enrique Casado, ha destacado que “Es claramente una enfermedad infradiagnosticada y infratratada, especialmente en los hombres. La osteoporosis aumenta con la edad y, debido al envejecimiento de la población, se estima que su incidencia seguirá aumentando en los próximos años. Sin embargo, parece que también está aumentando el número de hombres y mujeres jóvenes, incluso menores de 50 años, diagnosticados de osteoporosis”, informa la SER en un comunicado.

Mayor concienciación entre la población

De esta forma Casado ha explicado que “la osteoporosis Se diagnostica en personas más jóvenes. Hay una creciente conciencia a nivel de la población general. “Ahora estamos conociendo más sobre esta enfermedad y sus devastadoras consecuencias en forma de fracturas. Además, hoy en día, algunos jóvenes tienen hábitos poco saludables para sus huesos. Son más sedentarios, se exponen menos al sol, consumen menos leche y menos productos lácteos en general. Cada vez hay más jóvenes que son vegetarianos o veganos. Con estas dietas es necesario ser estrictos y controlar que se alcanzan las cantidades recomendadas de calcio (1 gr. al día) para conseguir un buen ‘pico’ de masa ósea o no perderla”.

Añadió además que entre los jóvenes que practican deporte “cada vez hay más deportistas de élite o que practican deportes muy intensivos”. En las mujeres puede provocar anorexia y amenorrea.una situación de hipoestrogenismo que conlleva una pérdida de densidad mineral ósea. También parece que, debido al aumento de la contaminación, los alimentos procesados, las infecciones o el estrés, entre otros, está aumentando la incidencia de enfermedades autoinmunes, que, tanto por la propia enfermedad como por algunos de los tratamientos, como los corticoides, se asocian a una mayor frecuencia de osteoporosis y fracturas”.

Síntomas y repercusión en los pacientes

La osteoporosis es una enfermedad ‘silenciosa’, que no provoca síntomas percibidos por el paciente hasta que se produce su principal complicación: el desarrollo de fracturas por fragilidad. “Actualmente, cada día se producen en la población española 782 fracturas por fragilidad (unas 33 fracturas por hora). Sin embargo, sólo el 36 por ciento de estos individuos recibe tratamiento para la osteoporosis. El 64 por ciento permanece sin tratamiento ni estudio”, alerta la reumatóloga del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Barcelona), también coordinadora del curso, Laia Gifre.

Así, los expertos coinciden en la importancia de identificar y tratar al paciente lo antes posible tras la primera fractura, con el uso de fármacos eficaces y de acción rápida, porque existe un riesgo inminente de nuevas fracturas durante el primer año. Gifre también ha recomendado Evaluar los factores de riesgo de osteoporosis, como el sexo femenino, la edad y los antecedentes familiares de fractura de cadera.tener enfermedades asociadas a la osteoporosis o recibir tratamientos asociados a esta patología (como glucocorticoides, inhibidores de la aromatasa o deprivación de andrógenos), entre otros.

Algunas fracturas son especialmente graves, como las fracturas vertebrales o las fracturas de cadera. Porque además del dolor, producir una pérdida funcional o discapacidad en el pacienteque en muchos casos será permanente y repercutirá sin duda en su calidad de vida. “No hay que olvidar que tiene impacto en la morbilidad pero también en la mortalidad, especialmente la fractura de cadera, que conlleva la muerte en el año siguiente en el 25 por ciento de los pacientes que las sufren”, advirtió Casado.

Clasificación y avances en los tratamientos

Para Núria Guañabens, consultora senior del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Clínic de Barcelona, ​​en los últimos años se han observado cambios en cuanto al perfil de los afectados. «Se promueve identificar el riesgo de fractura de cada paciente con base en la historia, localización y antigüedad de las fracturas, la magnitud de la reducción en el ‘T-score’ “En la densitometría y otros factores de riesgo de fractura, en función de los cuales se clasifica al paciente en riesgo moderado, alto o muy alto de fractura, lo que permite recomendar el fármaco inicial en función del grado de riesgo. Un mejor conocimiento del grado de riesgo de fractura, de los fármacos y de su secuencia óptima permiten ahora un tratamiento eficaz”, afirma.

Entre los avances en el conocimiento de los fármacos para la osteoporosis, Guañabens ha destacado un estudio que compara la eficacia de todos los fármacos en la reducción del riesgo de fractura, analizando 69 ensayos que incluyen a más de 80.000 pacientes. “La conclusión es que todos los medicamentos aprobados son eficaces para reducir las fracturas clínicas y vertebrales.. Pero los formadores óseos son más eficaces que los bifosfonatos orales y, además, esta investigación demuestra que no hay evidencia para restringir el uso de formadores óseos a pacientes con un riesgo muy alto de fractura”, afirmó. Por último, comentó un documento de posición de la Sociedad Americana de Investigación Ósea y Mineral (ASBMR) sobre el tratamiento dirigido a objetivos, con un algoritmo basado en el riesgo de fractura.

Por otra parte, Gifre ha insistido en la importancia de la Implementación de Unidades de Prevención de Fracturas por Segunda Fragilidad En España, “estas Unidades están centradas en identificar a personas con fracturas recientes por fragilidad (por mínimos traumatismos) y valorar el tratamiento de la osteoporosis en caso de ser necesario”, ha subrayado. Por ello, ha abogado por seguir impulsando la investigación básica en el campo de la osteoporosis para identificar biomarcadores y vías de señalización que puedan considerarse futuras dianas terapéuticas.

‘VI Curso SER de Osteoporosis y Patología Metabólica Ósea’

En la sexta edición del Curso sobre Osteoporosis y Patología Metabólica Ósea, que ha contado con la colaboración de la biofarmacéutica UCB y la biotecnológica Amgen, se ha abordado el tema de la Fisiopatología ósea, a nivel celular y molecular. Además, se habló sobre osteoporosis secundaria, donde se revisaron los efectos de la cirugía bariátrica sobre el hueso y se realizó una actualización sobre osteoporosis corticoide. También hubo otros temas sobre terapéutica, un panel centrado en las unidades multidisciplinares de fracturas o FLS, “modelos asistenciales que por su coste-efectividad se están implantando y consolidando cada vez en más hospitales”, según Casado. Asimismo, los asistentes participaron activamente en dos talleres: uno sobre imagen y otro sobre casos clínicos complejos.

Finalmente, el contenido de Este curso es un reflejo de los importantes avances que se han producido en los últimos años en materia de osteoporosis. “De hecho, nuestro Grupo de Trabajo OsteoResSER ya nos ha solicitado una actualización de nuestras Recomendaciones sobre Osteoporosis”, ha apuntado el especialista. “No olvidemos que los reumatólogos somos una pieza clave en la atención de los pacientes con osteoporosis y cualquier enfermedad ósea metabólica. Por nuestros conocimientos y capacidades somos, sin duda, el engranaje perfecto de cualquier unidad de coordinación de fracturas y por eso debemos liderar la lucha para conseguir los recursos necesarios para su correcto funcionamiento”, ha concluido.


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