Colorado se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en aprobar el primer proyecto de ley de protección de neurodatos del mundo, que protege la privacidad de las ondas cerebrales humanas y se llama HB-1054.
El gobernador Jared Polis firmó el pasado jueves esta nueva legislación, que marca un hito en el ámbito de la privacidad de datos y la neurotecnología.
La nueva ley, que fue aprobada por una abrumadora mayoría de 61 votos a favor y 1 en contra, en la Cámara de Representantes de Colorado, y por unanimidad de los 34 senadores del estado, amplía la definición de «datos sensibles» de la actual. ley estatal de privacidad personal (Ley de Privacidad de Colorado) para incluir datos biológicos y “neurales” generados por el cerebro, la médula espinal y la red de nervios que transmiten mensajes por todo el cuerpo.
La legislación aprobada por este estado apunta a la neurotecnología utilizada por los consumidores.
La ley federal de salud actual protege los datos personales confidenciales recopilados por dispositivos médicos en entornos clínicos, pero es mucho menos estricta para los datos generados por productos de neurotecnología de consumo. La nueva ley del estado de Colorado llena ese vacío.
Grandes corporaciones tecnológicas, incluida Meta Platforms (META.O), la empresa propietaria de Facebook e Instagram, así como Neuralink, de Elon Musk, Actualmente están en proceso de crear tecnologías capaces de identificar la actividad cerebral para eventualmente aplicarlas con fines comerciales.
Esta información cerebral, una vez obtenida, ofrece un abanico de posibilidades prácticamente ilimitado, desde optimizar la publicidad y manipular las emociones hasta aumentar las ventas y restaurar funciones cerebrales deterioradas.
La falta de regulación permite a las empresas acumular y potencialmente compartir o vender grandes volúmenes de información cerebral sensible.a menudo por períodos de tiempo indefinidos, a partes externas interesadas. Los datos neuronales pueden revelar información íntima sobre las personas, incluida la salud, los estados mentales, las emociones y las funciones cognitivas.
Los patrocinadores de esta ley argumentaron que era necesaria ya que los rápidos avances de la neurotecnología permiten transformar esta información en una fuente de explotación y beneficios económicos.
Éste es precisamente el objetivo de la nueva legislación: ponerle fin.
Los congresistas y senadores del estado de Colorado contaron con la colaboración del presidente de la Fundación Neurorights, el neurobiólogo español, Rafael Yuste, quien prestó testimonio ante ambas cámaras, así como con el de Jared Genser, consejero general de la Fundación, que declaró en la cámara baja, y de Esteban Damianos, director de Tecnología y Derechos Humanos de esa misma institución, quien lo hizo en la cámara alta.
El director médico de la Fundación Neurorights, Sean Pauzauskie, También asesoró sobre el recorrido legislativo previo que dio origen a esta ley.