El exceso de peso se ceba en los niños con menos renta

Álvaro Soto

Miércoles, 25 de septiembre 2024, 11:09

Casi cuatro de cada diez niños y niñas españolas de entre seis y nueve años sufren exceso de peso, un problema de salud que afecta sobre todo a los escolares que viven en familias de rentas bajas, según concluye el Estudio Aladino 2023, el informe más completo. sobre la obesidad infantil en España, que se realiza cada cuatro años y que se ha presentado este miércoles en el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

En concreto, el 36,1% de los niños está por encima de su peso, la suma del 20,2% que tiene sobrepeso y del 15,9% que padece obesidad; el 61,2% está en normopeso (el peso que le corresponde a su edad) y el 2,7% se encuentra en delgada. Por sexos, el exceso de peso es ligeramente mayor en los niños que las niñas: ellos tienen índices del 20,2% en sobrepeso y del 17,3% en obesidad mientras que ellas se quedan en el 20,1% y el 14, 3%, respectivamente.

La investigación, en la que han participado 12.678 alumnos de 296 colegios de todas las comunidades autónomas, aporta algunas conclusiones positivas y otras negativas. Entre las primeras, el número de niños con exceso de peso ha descendido 4,5% desde 2019, lo que prolonga la tendencia a la baja que se registra desde 2011, cuando representaban el 44,5% de la población infantil. Bajan los que tenían sobrepeso (del 23,3% al 20,2% en cuatro años) y también los que sufren obesidad (del 17,3% al 15,9%). «Pero este avance no puede hacer que caigamos en la complacencia porque las mejoras no se han dado por igual en todos los sectores socioeconómicos», ha asegurado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.

Los resultados siguen mostrando que las prevalencias de obesidad y sobrepeso son más altas en las familias con rentas más bajas, donde la obesidad se mantiene constante desde 2011. El 46,7% de los niños que crecen en familias con ingresos por debajo de los 18.000 euros tiene exceso de peso (el 23,1%, sobrepeso, y el 23,6%, obesidad), mientras que en las familias en las que la renta se sitúa por encima de los 30.000 euros, la tasa de exceso de peso es 17,5 puntos menor y se queda en el 29,2% (18,3% con sobrepeso y solo el 10,9% con obesidad. «Existe amplia evidencia científica consolidada que apunta a que la prevalencia de la obesidad infantil es inversamente proporcional al nivel socioeconómico de las familias», ha resaltado Bustinduy.

Las causas del exceso de peso, y también de las diferencias entre los grupos de más y menos renta, se explican por factores como la alimentación. Siete de cada diez escolares desayunan todos los días algo más que una bebida, pero en las familias con menos ingresos, son el 61% y en las de rentas altas, el 78%.

Fruta y verdura y deporte

En conjunto, el 45,3% de los niños consume fruta a diario y el 23,8%, verdura, pero aquí vuelven a sobresalir las diferencias en función de la renta. Toman fruta el 53,6% de los niños de familias con ingresos por encima de los 30.000 euros, mientras que solo lo hace el 36,4% de los escolares de familias con ingresos inferiores a los 18.000. En el caso de la verdura, su consumo es diario en el 29,3% de los de más renta y solo en el 19,2% en los de menos. Y al contrario, el 7,8% de los niños de familias con menos de 18.000 euros de alquiler toma refrescos con azúcar más de tres días por semana, frente al 0,9% que lo hace en las familias más pudientes.

Aparece una variación similar respecto a la actividad física y el tiempo de pantallas. El 77% de los niños dedican por lo menos una hora al día a un juego o una actividad física intensa, con porcentajes similares en todos los grupos, pero los datos cambian cuando se trata de las actividades extraescolares, a las que acceden en un número mucho mayor los que disponen de más alquiler. Aquí, el 88,6% de los niños de familias con ingresos por encima de los 30.000 euros realizan por lo menos dos horas a la semana de deporte, ejercicio o danza en clases extraescolares, frente al 68,7% de entre los que disponen de menos de 18.000 euros.

Y por el lado contrario, quienes menos deporte hacen son los que más tiempo están frente a pantallas. El 30% de los escolares está por lo menos dos horas al día frente a la tablet, el ordenador o la consola, pero el dato se eleva al 41,4% entre los que tienen menos ingresos y se reducen al 22,8% entre los que están por debajo de los 18.000.

«No estamos ante un problema individual, hay una serie de factores contextuales relacionados con situaciones de precariedad. Los hábitos alimentarios, la calidad del sueño y el sedentarismo marcan el desarrollo de los niños», ha subrayado el ministro. «Esta forma de desigualdad es inaceptable para una democracia porque es responsabilidad de los poderes públicos que se desarrollan en contextos saludables y sostenibles», ha insistido Bustinduy, antes de remarcar la importancia, por ejemplo, de los comedores escolares, «que deben ser un espacio de garantía de igualdad de oportunidades». En este sentido, Bustinduy ha remarcado que el Gobierno está tramitando un real decreto de comedores escolares saludables y sostenibles.