—Presidente, que tenga un buen día. —saluda a la periodista Clara Castelló.
—Buen día, falta decir algo. —responde Carlos Mazón.
Eran las 10:14 del miércoles 30 de octubre, el primer día después del desastre, y el presidente Entró con pesar en À Punt Ràdio. Parecía lo más lógico: es la emisora de radio y televisión pública valenciana. Sin embargo, Mazón no ha vuelto a conceder una entrevista a À Punt. Ni a la radio ni a la televisión pública. Durante más de una semana, él no le dio nada. consejerosegún información facilitada por À Punt. La puerta recién se volvió a abrir este jueves, cuando Salomé Pradas, titular de Justicia e Interior, concedió una al informativo televisivo del mediodía. Y salió mal.
Aunque pretendía echarle la culpa al Gobierno del retraso en el envío de la alerta el día de las inundaciones, Pradas acabó diciendo que se enteró de la existencia del sistema para dicho envío esa misma tarde por un técnico. Así que la entrevista acabó sumándose a la lista de noticias que cuestionan la gestión del Consell. Y no es la primera vez que una comunicación del gabinete de Mazón sale mal. Otro consejeroNuria Montes, pidió disculpas tras un duro mensaje a los familiares de los desaparecidos.
Los errores, la escasa atención a los medios públicos –en un tono de retraimiento del consejeros—, los mensajes desmentidos por otras instituciones y los vaivenes están entre las zonas oscuras de la gestión comunicativa del Consell. Mientras tanto, el Ejecutivo central ha tomado la iniciativa mediática, intentando establecer un perfil propio, evitando mensajes confrontativos, con un despliegue masivo de sus ministros, sobre todo a base de entrevistas, combinado con el protagonismo de técnicos y mandos intermedios, en una fórmula que recuerda a la la pandemia.
Toni Aira, catedrático de Comunicación Política de la Universidad Pompeu Fabra, califica de “caótica” la gestión comunicativa del Consell y detecta una “rectificación” en el Govern, que ha pasado de transmitir una sensación de “improvisación” y “excesiva distancia” a “una excesiva distancia”. poner orden” combinando “presencia política” con apariencias técnicas, “un clásico de la comunicación de crisis”. Aira, sin embargo, ve una contradicción en La Moncloa: “La puesta en escena pandémica de Pedro Sánchez es muy presidencial: banderas, corbata negra, solemnidad… En cambio, su mensaje es que el Gobierno ‘ayuda’ y ‘acompaña’”. La limitación para Sánchez es que, formalmente, el liderazgo sigue siendo de Mazón, aunque de facto El Gobierno ya lo ejerce, evidentemente en el ámbito comunicativo.
Un punto de inflexión y un no a RTVE
Las agendas del consejeros Desde el día 30, solo ha habido una rueda de prensa, este jueves, del responsable de infraestructuras. Y sólo hay dos entrevistas, ambas de consejero de Educación. Aunque ha habido entrevistas no grabadas -al menos cinco-, las agendas muestran a un Consell de bajo perfil. El papel ha recaído en Mazón, que lo ha ejercido tanto desde el Centro de Coordinación de Emergencias de la Comunidad Valenciana como desde el Centro Integrado de Coordinación Operativa (Cecopi). Pero la presencia no siempre ha significado accesibilidad. Mazón lleva días privando a los medios de comunicación de la oportunidad de hacerle preguntas, dejando sin respuesta preguntas sobre la petición de Alberto Núñez Feijóo a Sánchez de apartarlo del control de gestión o sobre la reunión que le mantuvo en un restaurante hasta las 18.00 horas del 29 de octubre.
Respecto al discurso de Mazón, se produce un punto de inflexión el lunes, un día después del presidente Vio con sus propios ojos cómo Sánchez tuvo que abandonar la visita a Paiporta, retirado por su equipo de seguridad. De mostrarse colaboracionista –“querido presidente”, le dijo el jueves 31-, pasó a la ofensiva con una entrevista en la Cope acusando a la Confederación Hidrográfica del Júcar de desactivar tres veces la “alerta hidrológica” el día 29 –algo que los mensajes desde la agencia estatal a Protección Civil desmienten –y trasladando la responsabilidad del retraso en la llegada de las ayudas al Ejército –de lo que recibió la respuesta del titular de la UME–. En otro síntoma de mayor disposición al choque, Mazón ha dado apoyo en X a la idea de que el Gobierno vincule las ayudas extraordinarias a la aprobación de los presupuestos, cuando las primeras están vigentes desde el miércoles por decreto.
Él presidente ha ido de más a menos en la diversidad de su abanico de entrevistas. En total ha dado 12, aunque la mitad fueron el 30 de octubre, según la información facilitada por su equipo. Ese día, el posterior a la catástrofe, fue el más plural: además de a Cope y EsRadio –la emisora de Federico Jiménez Losantos–, acudió a las dos grandes televisiones privadas, Telecinco y Antena 3, además de Á Punt y la SER. , en ambos casos por primera y última vez en esta crisis.
En conjunto, los medios de comunicación más concurridos han sido Cope y Antena 3, con tres entrevistas. Los de la Cope y otro concedido a La serpiente de cascabelde televisión Trece, hacen del grupo Ápside, de la Conferencia Episcopal, el que más ha tenido presidente. Mazón no ha concedido ninguna entrevista a RTVE, aunque sí ha tenido ofertas, confirma el ente público. “Todos los medios/programas nacionales han solicitado entrevistas, también muchos internacionales.. La prioridad de la Generalitat es afrontar todas las consecuencias de los daños“El equipo de Mazón explica por escrito.
Aira relaciona la «mala comunicación» del Consell con su «mala gestión». «La comunicación no hace milagros», afirma el catedrático, para quien Mazón transmite la imagen de un líder «desbordado» y el PP repite el «patrón» del 11M y Prestige: «La impresión de que algo se esconde». Aira ve “inconstante” la comunicación de Mazón, adjetivo que se aplica tanto a los mensajes como al outfit, primero con el chaleco rojo –“un excusatio non petita, acusatio manifesta”–y luego sin él.
Beatriz Gallardo, catedrática de Lingüística de la Universidad de Valencia, afirma: “Primero no hubo comunicación de riesgos, luego no hubo comunicación de crisis. “El mensaje ha sido disperso, cambiante, con pocos datos”. La falta de voces técnicas sólo se ha paliado con la incorporación esta semana, actuando como portavoz, de la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Rosa Touris, que está aportando profesionalidad”, añade Gallardo, que entre 2020 y 2022 fue secretario regional de Prospectiva. y Comunicación con el Botànic.
nueve ministros
A diferencia del Consell, buena parte del Gobierno exhibe hiperactividad mediática. Desde el 30 de octubre, las agendas de nueve ministros suman 38 entrevistas entre televisión y radio. Quienes más acumulan son Óscar Puente, de Desarrollo, y Margarita Robles, de Defensa, con siete cada uno. Le siguen Ángel Víctor Torres (Política Territorial), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y la valenciana Diana Morant (Ciencia), con cinco. A ellos se suman la vicepresidenta Yolanda Díaz, con tres, y Carlos Cuerpo (Economía), Mónica García (Salud) y Elma Saiz (Inclusión), con dos. Un total de 15 entrevistas han sido para RTVE, siete para la SER, cinco para La Sexta, cuatro para Telecinco, cuatro para À Punt –más que las concedidas por el consejeros–, dos para Onda Cero y una para Antena 3. Estas entrevistas han ido acompañadas de diferentes comparecencias ante los medios de comunicación de al menos cinco ministros.
Una fuente gubernamental señala que el objetivo es “poner orden en la confusión”, para lo que se han estructurado cuatro niveles. La primera es del presidente, que ha realizado tres declaraciones institucionales y una rueda de prensa. El segundo es el de los ministros. El tercero corresponde a los perfiles técnicos. Desde el lunes, el jefe de la UME, los directores de la Policía y de la Guardia Civil y altos cargos de transportes, sanidad, seguros y impuestos comparecen tras los comités de crisis, una fórmula que recuerda a la comunicación durante la pandemia, aunque ahora hay No hay ningún referente como Fernando Simón. La covid «nos dio mucha experiencia» en comunicación de crisis, apunta el Gobierno. El cuarto nivel es el de «portavoces sobre el terreno», con más de 200 actuaciones con los medios de comunicación por parte de policías, guardias civiles, militares y otros funcionarios, según datos del Gobierno. A esto se suma la apertura del espacio web Infodanauna iniciativa complementada con una cuenta X. El portal de la Generalitat también tiene un apartado de “ayudas dana” y otro de “emergencias”.
Un momento delicado para el Ejecutivo fue cuando se viralizó que Sánchez, el 2 de noviembre, había dicho sobre la Generalitat: «Si necesitan ayuda, que la pidan». De hecho, dijo: “El Gobierno está dispuesto a ayudar. Si necesitas más recursos, solicítalos”. La citada fuente gubernamental ve la polémica producto de «un bulo» e insiste en la idea que el presidente ha repetido incluso después del atentado en Paiporta: «No nos vamos a desviar».
Aunque Aira coincide en que las palabras de Sánchez fueron «distorsionadas», cree que el «problema» para el Ejecutivo es que encajan con la idea inicial de que «el Gobierno se lava las manos». “Al principio (en el Gobierno) se basaron en la idea de que la gente diferencia los niveles de competencia y sabe que la administración de referencia es la más cercana. Y no es así», añade Aira, que cree que ha habido una «rectificación» posterior. Gallardo ve al Govern más «ajustado» que el Consell a las «normas profesionales» de comunicación de crisis, aunque «ha tardado tiempo» para encontrar sus pies”. Y destaca el trabajo del ministro de Fomento, Óscar Puente, especialmente en X. «Da certidumbre y claridad», afirma Gallardo, quien cree que el Ejecutivo debería «incrementar su presencia en Tik Tok» para llegar a los jóvenes. Califica de “diez” la comunicación de Puente: “Le he criticado que utilice el shock para llamar la atención pero ahora no sólo está haciendo el mejor servicio público de comunicación del Gobierno, sino que también se está reposicionando políticamente”.