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El Huesca coge aire a costa de un Real Zaragoza muerto y con el técnico Fran Escribá sentenciado por la grada

La SD Huesca fue mejor. El Real Zaragoza fue infinitamente peor. Él El duelo de rivalidad regional lo ganaron los azulgranas de La Romareda con un merecido 0-2gracias a que jugaron con un plan, tuvieron éxito en los momentos decisivos y, también, porque se encontraron con un oponente que es destruido, convertido en zorros por el mala gestión del vestuario por un Fran Escribá que fue repudiado por la multitud abiertamente desde el minuto 58. El cuadro, con Raúl Sanllehí al frente, también escuchó improperios al finalizar el duelo y al abandonar su ubicación. Se observan curvas en las próximas horas dentro del SAD.

La primera parte fue una clara radiografía de los graves problemas que padecía el catatónico equipo de Escribá: Sin creatividad, absoluta incapacidad para gobernar un partido. cuando el rival (esta vez el conjunto oscense) se pone detrás con una línea de hasta siete defensas esperando, ni una sola variación sobre la marcha cuando el partido pide agitación por paralización y, en el caso de que el conjunto zaragozano marque gol , cero posibilidades de ver una reacción más o menos inmediata y convincente. Zaragoza no tiene nada de eso. Un asunto serio, por supuesto.

El Huesca empezó con mucha cautela, relajado con una retaguardia de cinco hombres firmes, con Gerard Valentín en el lateral derecho como comodín, que se hacía extremo en ataque, y los dos centrales Sielva y Mier apoyando a los dos centrales, incluso en la zona de ataque. mismo nivel de retiro. Era el proyecto de Antonio Hidalgo, esperad y veréis. El técnico azulgrana sabía que el equipo de Escribá dispone de varias vías de agua que siempre aparecen durante los partidos y facilitan los goles de sus rivales. Esta vez, el conjunto altoaragonés se encontró enseguida con la primera disfunción detrás de los blancos: en la segunda jugada tras un córner ante Rebollo, Centro de Javi Martínez y Obeng cabeceó para poner el 0-1, lanzándose, anticipándose a Azón, que extrañamente se había quedado en su marca. Corría el minuto 15 y el partido se puso patas arriba para un Huesca que siempre pareció mucho más cómodo sobre el césped de La Romareda.

Antes de este acontecimiento crucial, el gol que después dio la mano al conjunto oscense, Javi Mier había cabeceado alto, mal, un balón servido al área por Valentín en el minuto 2 y, en el 6, había respondido Azón, culminando con el Dirige un central Bermejo, en manos de un tranquilo Álvaro Fernández. Pequeña cosa. Pólvora mojada. Y tras el 0-1, que sorprendió al Zaragoza y puso en marcha los nervios de todos, también de la grada y del palco, Los de Escribá nunca supieron meterle mano a la defensa visitante. Nunca es nunca. Los minutos transcurrieron entre la espesura y la fealdad habitual. Hay que ser repetitivo porque el fútbol del equipo del técnico valenciano es repetitivo, pesado, plomizo, indigesto. Preocupante, además, a medio plazo.

En la última media hora de la primera parte, cuando el Real Zaragoza se vio obligado a dominar, a centrarse en el área oscense, a proponer mucho más que al principio, sólo Bermejo disparó desde 25 metros, propio de un niño o un cadete, que pilló el portero tras dar cinco o seis rebotes sobre el césped. Así fue la producción ofensiva del equipo de Escribá. Horrible. Una denuncia por lo que viene sucediendo desde hace más de dos meses. Uno mas. El enésimo.

El Huesca casi logra el 0-2 por otro lado. Calma en su red de resistencia defensiva, siempre ayudada por el Ineficacia zaragozana, Los hidalguenses se enfrentaron varias veces a la oposición con determinación. Joaquín, en el minuto 27, dejó a Borge con velocidad y disparó con potencia e intención desde el borde del área, rozando alto el larguero. En el minuto 34, el propio Joaquín desafió a la defensa local en un contraataque a toda máquina y fue derribado por Mouriño en la cabecera del área cuando iba a asistir a Javi Martínez para marcar. Quizás si lo hubiera soltado antes el segundo gol azulgrana hubiera tomado forma. El tiro libre lo lanzó Sielva y su hilo, sin mucha fuerza, lo llevó por encima del travesaño de Rebollo en una pelota de plástico estirada. Y aún quedaría otra opción para que el Huesca abriera hueco antes del intermedio: la tuvo Javi Mier en el minuto 43 en otro contragolpe liderado por el central Pulido desde su casa. Centro del asturiano, que buscaba Obeng, lo detuvo Mouriño, que sacó un córner con riesgo de haberse marcado en propia puerta.

El Real Zaragoza fue despedido con pitos desde la grada. No era para los inferiores. El nivel futbolístico, al más puro estilo de los dos últimos meses, fue paupérrimo. Y esta vez el marcador ya estaba en contra desde el principio. La segunda parte se cumplió llena de obligaciones para el equipo de Escribá. Con su historia tras los intermedios, pocos confiaron inicialmente en la reacción. Tenía que pasar algo que nunca se había visto desde que todo empezó en agosto.

No hubo cambios nominales en ningún equipo. El Zaragoza quiso mandar con algo más de énfasis desde el minuto 1 y generó un par de llegadas por la derecha, más por empuje que por videncia. Francho, en la segunda, en el minuto 50, hizo la barrera con el desaparecido Sergi Enrich (titular por segunda vez en Liga) y su centro en busca de Azón fue interceptado ‘in extremis’ por Pulido. Al menos hubo una acción ligada al gol. El primero de la tarde. pero eEl centro del campo blanco, en los minutos siguientes, volvió a despistarse como en los primeros 45 minutos. Lo que les pasó a Grau, Bermejo y hasta Franco fue un carrusel de errores mezclados con decisiones fallidas y nula capacidad de mando. Los oscenses Mier, Sielva, Javi Martínez y otros fueron mejores libra a libra.

En el minuto 54, el extremo Juanjo Nieto se sumó al ataque oscense tras robar el balón al censurado Bermejo y su disparo se fue por poco al lateral de la red. Allí surgieron las primeras peleas desde la grada hacia el palco y hacia el banquillo. Escribá llevaba escondido desde el minuto 30 de la primera parte. Suele ver los partidos de pie. Esta vez decidió no hacerlo. Esta amenaza supuso la apertura de la caja de Pandora, que llegó cuando cuatro minutos después, en el 58, hizo un triple cambio. Destituyó a Enrich, Valera y, en medio de censura general, a Borge. No tanto por ese hecho, que también, sino porque lo hizo pieza a pieza, para Gámez. No arriesgó ni un solo milímetro en su tablero, en ese 4-4-2 con el que se irá a la tumba (deportiva). Sonó allí por primera vez. “Escribe, renuncia” en La Romareda. Canción novedosa. Sanllehí, el director general, probó el descaro de la grada.

El Huesca respondió desde la banda con el cambio de Javi Martínez por el japonés Kento Hashimoto. Buscaba frescura y músculo de Hidalgo para custodiar el tesoro que tenía en sus manos con el 0-1. El Zaragoza intentó traer más balones arriba, con epicentro en Mesa y Vallejo, los nuevos acompañantes de Azón. El delantero aragonés, en el minuto 62, forzó un cabezazo, desviado, a centro del sordo Lecoeuche. Fue lo más agudo visto en un cantidad de intentos de blanqueamiento que siempre terminaban en malos centros (de Bermejo, de Gámez) o en el caos a la hora de dar el último pase. Esta Zaragoza de Escribá es un querer y un no poder. Que falta de personalidad y de recursos.

La vuelta de tuerca definitiva para que el acomodado y superior Huesca derribara al cadavérico Zaragoza la dioEl lateral Juanjo Nieto con un golazo en el minuto 70. El 0-2 llegó tras un robo de Hashimoto a Grau, que pitó falta en la acción, que cayó en posesión de Nieto. En carrera dribló a Lecoeuche, sin poder frenarlo, y metió un disparo al segundo palo, por arriba, batiendo a Rebollo. La Romareda explotó. Es el sexto partido consecutivo sin victorias, la cuarta derrota en campo propio en menos de dos meses. El récord de 7 puntos sumados de 33 arreglados es histórico porque es imbatible en términos negativos. Un caos total que se veía venir desde hace muchos días.

Escribá, escondido en el hueco del banquillo, puso a bailar a Aguado y Pau Sans en la recta final. Como siempre, tarde y… Este Zaragoza no es capaz de superar ni siquiera a un equipo de 5ª división, como se vio el martes ante el Atzeneta en Copa. La suerte estaba echada aunque Sans dejó patente su calidad en varias acciones. Huesca se enrocó completamente atrás. Él sabe cómo hacerlo. Lleva jugando largas rachas de partidos como este a lo largo de toda la liga. Los blancos dieron un recital de cómo desperdiciar todos sus centros al área con sencillez e impotencia. Es patético el grado de ineficacia en el que Escribá ha llevado a esta plantilla. “Un tiro a puerta, queremos un tiro a puerta”, cantó la grada en el minuto 87 con el sarcasmo aragonés que delata desesperación y hastío. No hay más que decir.

La crisis del Real Zaragoza es ya brutal, insostenible en silencio. Y el salto de moral y de autoestima que dio el Huesca de La Romareda es uno de los que ayuda a un equipo que hace un mes estaba en la UCI y sin signos vitales para creer. El llamado derbi fue medicina de curación para los oscenses y, si los dirigentes zaragozanos no dicen lo contrario, el detonante debe ser el botón rojo de la catarsis que hace dos meses pide sentido común, sin presiones, ni anomalías intestinales. movimientos para tratar de silenciar críticas fundadas y evidentes. Aquí está la boca de lo que sólo algunos vieron en septiembre. Ahora, con el muerto ya caído al suelo, miles se unen para lacerarle. Como siempre. “Escribe, vete ahora” Fue la melodía al final del juego. Nada que no se esperara hace días. El fútbol habla por sí solo. Sólo tienes que escucharlo. El Real Zaragoza está a merced de cambios inminentes y profundos. De lo contrario, la temporada corre el riesgo de irse al garete.

Ficha de datos

Real Zaragoza: Rebollo; Borge (Gámez, 58), Mouriño, Jair, Lecoeuche; Francho, Grau (Aguado, 77); Valera (Maikel Mesa, 58), Bermejo (P. Sans, 77); Sergi Enrich (Manu Vallejo, 58) y Azón.

SD Huesca: Álvaro Fernández; Gerard Valentín (Martos, 92), Juanjo Nieto, Blasco, Jorge Pulido, Loureiro; Javi Mier (Vilarrasa, 86), Sielva (Kortajarena, 86); Javi Martínez (Kento Hashimoto, 63), Joaquín (Hugo Vallejo, 86); y Obeng.

Árbitro: González Esteban (Comité Vasco). Expulsó con tarjeta roja directa a Lluís López (76), en el banquillo, por protestar. Amonestó a Javi Martínez (12), Mouriño (35), Loureiro (45), Bermejo (72) y Gerard Valentín, 80).

Objetivos: 0-1, mín. 15: Obeng.0-2, min. 70: Juanjo Nieto.

Incidentes: Tarde agradable, con 18 grados al inicio del duelo (18:30 horas). El césped La Romareda presentó un buen aspecto visual. Las gradas estaban casi llenas, con más de 32.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del exfutbolista del Real Zaragoza Raphael Dwamena.

De momento, el Huesca manda gracias a un cabezazo obeng que acabó en gol del Zaragoza, poniendo el marcador 0-1. Juanjo Nieto puso el 0-2 en la segunda parte.

Te narramos el partido en directo:

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Partido Real Zaragoza-SD Huesca, en directo

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Jewel Beaujolie

I am a fashion designer in the past and I currently write in the fields of fashion, cosmetics, body care and women in general. I am interested in family matters and everything related to maternal, child and family health.
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