Ser padre implica mucho más que sangre o apellido. Javier Ungría sabe bien de qué se trata: durante su relación con Elena Tablada no sólo cuidó de su hija Camilla, sino también de Ella, la hija que Tablada tuvo con el cantante David Bisbal. Una historia que podría sonar idílica, pero que, al final, se ha convertido en una guerra de palabras entre acusaciones y desmentidos.
A lo largo de la entrevista en ¡Viernes!Javier fue claro y tajante con las declaraciones de Tablada, que le había acusado de ser «demasiado estricto» e imponer «normas del siglo pasado» a las niñas, negándoles la posibilidad de disfrutar de la infancia. Según la madre de Camilla, el empresario madrileño habría necesitado incluso terapia para empatizar con los niños, algo que para él supone una completa distorsión de los hechos.
Javier, por su parte, se defendió explicando que su educación más rigurosa responde a su formación militar y que, aunque el choque fue evidente, nunca pretendió imponer su estilo de forma negativa. “La he amado como si fuera mía”, dijo sobre Ella y los valores que intentó inculcarle. Aunque lo hizo con buenas intenciones, siempre hubo conflictos en casa.
Las tensiones en torno a la convivencia y el papel que jugó Javier como figura paterna también afectaron a Ella, la hija mayor de Tablada. Javier admitió que hubo momentos difíciles, en los que Ella, que ya tenía una relación consolidada con su padre biológico, pudo haberse sentido desplazada o molesta por su presencia. “Ella tiene a su papá, pero yo viví con ellos… puede ser que algunas de sus actitudes me molestaran”, reconoció. Aun así, garantizó que la quiere “mucho” porque, a pesar de todo, siempre será la hermana mayor de su hija Camilla.
Las declaraciones de Ungría no buscaron la confrontación, sino aclarar una situación que lo mantuvo en silencio durante mucho tiempo. Según él, su principal intención es tener una relación estable con Camilla, su hija en común con Tablada, y evitar que el conflicto que mantiene con la empresaria se convierta en un obstáculo para ello.