El lugar del mundo donde se encuentran dos ríos de dos colores

Hay un lugar en el norte de Brasil donde la lógica parece romperse. Cerca de Manaos, la capital del gran estado de Amazonas, se produce un fenómeno fluvial que también se da en otros ríos amazónicos, pero en ningún lugar con la misma intensidad. Allí, ante los ojos de su capital, el río Solimões –así se llama el primer tramo del Amazonas, desde su nacimiento hasta su llegada a Manaos–, de un color que recuerda al café con leche, se une al río Negro, que hace honor a su nombre y fluye teñido de un marrón muy oscuro.

Nada fuera de lo común en la maraña de ríos y afluentes típica del territorio amazónico, si no fuera porque estos dos grandes cuerpos de agua fluyen juntos pero sin mezclarse por más de seis kilómetros, trazando una línea que los separa. Allí, esta escena es conocida como Encontrando las aguasY es visible incluso desde un satélite. Basta buscar la ciudad de Manaus en Google Maps para ver el encuentro que se desarrolla frente a sus costas.

Flujo del río

La cantidad de agua es doce veces mayor que la que transportan las cataratas del Iguazú, el Niágara y la Victoria juntas.

Es como si “seis ríos Mississippi de café con leche se encontraran con dos ríos Mississippi de té negro para formar el mayor espectáculo hidrológico del planeta”, afirma Robert Meade, que ha estudiado los ríos del mundo durante décadas para el Servicio Geológico de Estados Unidos. Meade ejemplifica además la magnitud de los cuerpos de agua que convergen allí: “Lo que estamos viendo es al menos una docena de veces mayor que la cantidad de agua transportada por las cataratas del Niágara, las cataratas del Iguazú y las cataratas Victoria juntas”.

El secreto de esta insólita postal reside en las propiedades de cada río. El Solimões nace en Perú y discurre a miles de kilómetros de los Andes, donde se carga de sedimentos que le dan su color y aspecto fangoso, haciendo que sus aguas sean más densas que las de su compañero. Al tener su origen en la región andina, no es de extrañar que su temperatura media no supere los 22ºC.

Diferencias entre ríos

Las aguas del Solimões son más frías, rápidas y densas que las del Negro.

El río Negro, por su parte, nace en las montañas colombianas y discurre por la selva a un ritmo lento, de apenas 1,2 kilómetros por hora –el Solimões triplica su velocidad, moviéndose a una media de 3,7 km/h–. Esta lentitud permite que su temperatura media alcance los 27ºC. A lo largo de su recorrido, el río Negro no recoge demasiados sedimentos, pues apenas hay erosión de la roca por la que discurre, lo que le permite ser más profundo. Su color oscuro se lo da la materia vegetal en descomposición con la que se mezcla, algo habitual en el suelo de la selva.

Todo esto contribuye a mantener las aguas separadas; ambos ríos, a pesar de compartir cauce, fluyen en paralelo. El espectáculo termina cuando, seis kilómetros río abajo, la velocidad del Solimões, junto con la aparición de vegetación y canales intrincados, hace que las aguas acaben mezclándose. Es entonces cuando podemos hablar, ahora, del gran río Amazonas en su totalidad.

Hoy en día, el Encontrando las aguas Funciona no sólo como un lugar de interés científico, sino también como atractivo turístico para la ciudad de Manaus, donde llegan cruceros cuyos visitantes buscan ver de cerca los dos ríos que parecen intentar luchar contra el curso de sus propias aguas y mantener su identidad a pesar de que la gran Amazonia pretende lo contrario: nacer de su unión.


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