Alberto González Amador, empresario que reconoció dos delitos fiscales por importe de 350.000 euros en sus declaraciones del Impuesto sobre Sociedades de 2020 y 2021, se mostró dispuesto a reparar el daño cometido pagando la cantidad defraudada más los intereses de demora (4,025% en dos ejercicios). Al desembolsar una cantidad superior a 380.000 euros pretendía rebajar en uno o dos grados la pena correspondiente (de uno a cinco años por cada delito fiscal) para evitar ir a prisión. González Amador es la actual pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien desde el primer momento le ha defendido acusando a los poderes del Estado de “asediar” a un particular, y a Hacienda de llevar a cabo una salvaje y sacado de mi mente
El jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, anunció a mediados de marzo que González Amador estaba dispuesto a admitir sus delitos cuando informó que el fiscal se había ofrecido a negociar ese acuerdo en consecuencia. Pero el novio de Ayuso había reconocido mucho antes varios engaños a Hacienda. Los inspectores de la Agencia Tributaria iniciaron una investigación fiscal el 12 de mayo de 2022 tras sospechar de una declaración del Impuesto sobre Sociedades de 2020 que fijaba un tipo impositivo muy inferior al de un año antes con unos ingresos seis veces superiores a los del año. anterior. Entre mayo de 2022 y enero de 2024, González Amador reconoció en distintas fases ante la Agencia Tributaria la falsificación de facturas de 600.000 euros y casi un millón de euros con las que pretendía deducirse gastos.
Pese a estos antecedentes, el novio de Ayuso presentó este miércoles una denuncia contra la Fiscalía Provincial de Madrid, a la que acusa de un delito de revelación de secretos. Esta institución difundió una nota informando que fue el propio González Amador quien, a través de su abogado, había ofrecido un acuerdo para evitar la prisión consistente en “proceder a reparar el daño causado (un fraude de 350.000 euros en dos ejercicios fiscales). de Sociedades), pagando íntegramente la comisión y los intereses de demora.” El Código Penal establece para este tipo de incumplimiento el pago no sólo de la cuota defraudada y de los intereses de demora, sino también una multa «de entre dos y seis veces» de esa cantidad, con la que se podrían reclamar a González hasta dos millones de euros . Amador acepte un acuerdo que supone una considerable reducción de la pena de prisión.
El abogado del novio de Ayuso explica en la denuncia que tras comprobar que la Agencia Tributaria había remitido una «liquidación ligada al delito» a la Fiscalía el 16 de enero de 2024, envió un correo electrónico a la Fiscalía, sección de Delitos Económicos, “encauzar y conseguir, en la forma prevista por la legislación penal”, esto es, la reparación del daño con un mínimo de 380.000 euros y un máximo de dos millones, “y lo antes posible la cifra análoga a los actos de conformidad ya alcanzado en la sede fiscal, es decir, conformidad penal”. El abogado aclara que hizo estas gestiones con tanta rapidez debido a las «circunstancias especiales que afectan a Alberto González Amador por la relación sentimental que mantiene» con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El abogado sostiene que esta relación sentimental tiene «un efecto distorsionador de las garantías procesales, y que, finalmente, han dado lugar a los hechos» que denuncia en la denuncia.
González Amador no niega en la denuncia sus engaños a Hacienda, pero intenta explicar a través de su abogado que se ofreció a admitir los delitos, que previamente había reconocido ante la inspección de Hacienda, para evitar que se difundiera la noticia de que el novio de Ayuso había cometió un fraude fiscal porque eso iba a tener “un efecto distorsionador de las garantías procesales”. Pero la información que adelantó eldiario.es Cuando la denuncia de la Fiscalía llevaba un mes en los juzgados de Plaza de Castilla, fue vista el 12 de marzo, más de un mes después de que González Amador reconociera dos delitos de defraudación a la Hacienda Pública.
El novio de Ayuso insiste en su denuncia en que ninguna de sus conductas fiscales ilegales habría salido a la luz si no hubiera sido por su relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Y acusa a la Fiscalía de haber roto la confidencialidad necesaria en la negociación entre ambas partes. En la denuncia, el novio de Ayuso evita contar la filtración de un correo electrónico que el fiscal del caso envió al abogado de González Amador y que fue difundido por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta, para luego denunciar algo que resultó falso. Ningún superior de la Fiscalía ordenó el retiro de la oferta de acuerdo con González Amador, según informó Miguel Ángel Rodríguez.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscribir
El Servicio Jurídico de la Agencia Tributaria estudió el informe fiscal de los inspectores de Hacienda y concluyó: “No se trató de un mero error, sino de una conducta consciente, deliberada y maliciosa” del empresario González Amador; “Hubo un “crimen continuado en un plan preconcebido con facturas falsas y explicaciones inverosímiles e inaceptables”.
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin límites
_