En una semana en la que Madrid celebró la festividad de San Isidro, el Senado no tenía previsto celebrar plenos. Pero el Partido Popular, con mayoría absoluta en la Cámara alta, introdujo en su agenda dos nombramientos extraordinarios. Un primer debate, el martes, para avanzar con el veto a la ley de amnistía. Y otro, este jueves, para retirar el conflicto de competencias entre Senado y Congreso que la portavoz popular, Alicia García, anunció a bombo y platillo hace dos meses. Y en ambos casos, agilizando los plazos in extremis. El pleno convocado este jueves implica que el Partido Popular se niega a llegar hasta el final con el choque institucional: denunciar a la Cámara Baja ante el Tribunal Constitucional. Quedan así patentes las lagunas en su propia estrategia, que el resto de grupos han aprovechado para acusar al partido de Alberto Núñez Feijóo de ser «ridículo» y de haber entrado en un «impasse mental» sin salida. Calificadores con los que algunos senadores del PP, en privado, se sienten identificados. “Es grotesco. «¡Que desastre!» se lamenta una fuente parlamentaria popular.
«La pregunta que tenemos que hacernos es por qué estamos aquí». La reflexión lanzada por el portavoz del PP, Antonio Silván, al inicio de su intervención desde la tribuna provocó risas y aplausos irónicos por parte de los socialistas. El 10 de abril, el pleno del Senado aprobó el inicio del procedimiento de conflicto de poderes con el Congreso para la tramitación de la ley de amnistía. Este viernes finalizó el plazo para culminar el proceso, fecha límite para acudir al órgano de garantía, luego de que la Mesa del Congreso respondiera al Senado el pasado 16 de abril con un informe en el que alegaba que no se cumplían las condiciones para dicho conflicto. El Partido Popular entiende que la Mesa de la Cámara Baja no es competente para responder, sino que la iniciativa debería haber sido sometida a debate y votación en el pleno del Congreso.
Así lo explicó Silván. Pero todos los grupos han considerado que la excusa esgrimida por los populares no es más que un parapeto para evitar obtener un «golpe» del tribunal de garantías previo al recurso de inconstitucionalidad, cuando la norma ya está en vigor. Un temor que reconocen fuentes del PP y que les ha llevado a convocar el pleno de este jueves para retirar el conflicto de competencias planteado por ellos mismos. La inversa se ha aprobado por 140 votos a favor del PP, uno en contra de Vox y dos abstenciones, una de Coalición Canaria y otra de UPN. El resto de grupos no participó en la votación en señal de protesta.
La portavoz de Vox, Paloma Gómez, ha acusado al Partido Popular de «estafar» a los votantes del PP en Cataluña. «Si el PP no lucha hasta el final para impedir la ley de amnistía, les consideraremos cooperadores necesarios». La formación de Feijóo anunció ante la tribuna el conflicto de poderes entre el Congreso y el Senado, una herramienta parlamentaria nunca utilizada en democracia, para prolongar el ruido sobre la ley de amnistía. Pero sobre todo para actuar como escudo frente a Vox, que directamente le pidió paralizar la tramitación de la norma en la Cámara Alta. Pero el arma del choque institucional ha acabado siendo un boomerang que ha aprovechado el senador ultraderechista contra el PP. “Es un ejemplo más de cómo este grupo es incapaz de defender hasta el final el Estado de derecho”, afirmó Gómez.
Los demás grupos han insistido en el argumento de que entre los populares había miedo de acudir definitivamente al Tribunal Constitucional y han acusado al PP, una vez más, de instrumentalizar el funcionamiento del Senado con su mayoría absoluta. «Querían esperar hasta el último momento sin otro propósito que prolongar el debate sobre la amnistía por su propio error», dijo el senador de Geroa, Bai Uxue Barcos. “Nos convocan a una gincana de desvergüenza, será porque saben la respuesta y no quieren volver a hacer el ridículo en el Tribunal Constitucional”, añadió la parlamentaria de Sumar, Carla Antonelli. «Él presidente Tarradellas decía que ‘en política puedes hacer cualquier cosa menos hacer el ridículo’, y cuando tienes mayoría absoluta, haces el ridículo absoluto», añadió el senador de Junts, Josep Lluís Cleries. “¿Tiene el grupo popular derecho ¿A cambiar el calendario del pleno? Sí. ¿Tiene el PP derecho a hacer el mayor tonto que se ha visto en este Senado también?, concluyó el parlamentario socialista Antonio Fajardo.
Tras el aluvión de nombres, el senador del PP Antonio Silván tuvo que dar la cara desde la tribuna en el último turno de portavoces al ser el grupo más numeroso. Porque los populares ni siquiera utilizaron el poder de intervenir en primer lugar para defender la posición a favor de su iniciativa. Además de explicar la excusa de por qué no acudirán al Tribunal Constitucional, Silván advirtió: “Estudiaremos las acciones que por ley nos corresponden”, dijo sobre la posibilidad de interponer medidas legales contra la decisión de la Mesa del Congreso. responder negativamente al conflicto de poderes. en lugar de celebrar una sesión plenaria ad hoc. Con este anuncio, el PP sigue enredándose en un choque institucional sin precedentes que se ha diluido y se ha vuelto en su contra.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscribir
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin límites
_