La gestión está en manos del Obrería del Puig, que ha iniciado el proceso de búsqueda de nuevos donats. Treinta habían expresado interés. El sábado, sólo una decena respondió al pedido de la Obrería de ir a conocer el santuario y, en particular, algunos de los desafíos que implica su funcionamiento. Estos incluyen el acceso a pie.
El presidente de la Obrería, Joan Ferriol, se mostró esperanzado en que se puedan nombrar los reemplazos adecuados y que esto se pueda concretar rápidamente. “Es muy triste que la el santuario está cerrado.»
Ferriol explicó a los candidatos las renovaciones previstas. Él Obispado de Mallorca está redactando un plan de rehabilitación de los edificios, «algo que es muy necesario pero que también será muy caro». La Obrería tiene fondos limitados y confía en que el Obispado hará su parte para cubrir los costos. Cuando se realicen las obras, se ha propuesto que los nuevos donats no paguen alquiler ya que no podrán prestar todos los servicios.
A 330 metros sobre el nivel del mar, la construcción de la ermita se inició en 1348. Fue dedicada a la Virgen María para invocarla para que la protegiera de la Muerte negra.