Hace apenas tres días Belén Rodríguez Hizo pública una de las noticias que nunca le hubiera gustado dar. la hija de Chari Gómez Miranda Tuvo la valentía y el coraje de confesar que le habían detectado un tumor en la garganta y que era maligno. El periodista hizo la entrevista en la revista. Semana porque quería contarlo ella misma y que nadie especulara sobre su retirada, al menos temporalmente, de la televisión. Es sábado aparecerá nuevamente en Fiesta, programa en el que colabora desde hace tiempo, y el domingo en El debate del Gran Hermano para decir adiós.
«Tiene un gran sentido de profesionalismo y lealtad hacia sus compañeros y hacia su trabajo y no quería desaparecer sin contar lo que está pasando y sin despedirse del público. Por eso, a pesar del malestar que tiene en la garganta por llevar ropa Durante toda la semana de pruebas no quiso decir que no a sus jefes», nos cuenta uno de sus amigos más cercanos. Aun así, dicen que Belén «está fuerte y esperanzada», aunque desde el primer momento sabe que las noticias no son buenas. De hecho, El pasado martes acudió a hacerle una biopsia de la que recogerá los resultados el próximo martes. Será entonces cuando le darás “nombre y apellidos” al tipo de tumor que padeces y a partir de ese momento los médicos tomarán decisiones: “Te dirán el día de la operación y el tratamiento a seguir. «, nos aseguran.
Un susto muy grande: una llamada del hospital
Este mismo jueves, Belén, de 58 años, pasó un susto muy grande. Horas después de realizarse los exámenes y la biopsia, recibió una llamada del hospital para venir al día siguiente. «Ven antes», escuchó al otro lado del teléfono. Por supuesto, la periodista se sintió peor, al igual que los íntimos que no se apartaron de su lado. «Todos pensamos que era algo malo. Acababa de hacerse las pruebas y si te llaman antes de la consulta siempre te parece mal. Así que imagínate cómo pasaba esas horas», nos cuentan. «Estaba muy nervioso y asustado, pero por suerte el doctor la programó para una consulta para ver ¿Cómo va la cicatrización de la herida? quien había hecho la biopsia. No por nada más. Allí respiró», aseguran.
Belén lleva todo esto con mucha entereza, tal y como confesó en la revista. Ella es optimista por naturaleza y además no le queda más remedio que luchar para recuperarse. A su lado tiene personas muy importantes para ella, entre ellos sus hermanos, y muchos amigos que ha hecho a lo largo de los años, muchos de ellos del mundo de la televisión.
Es allí donde se ha refugiado en sus momentos más difíciles como la muerte de su madre, en febrero de 2011, y la de su hermano, Pedro, «su alma gemela», apenas un año después. Y eso es lo que más extrañará Belén durante el tiempo que le toque recuperarse. De hecho, su diagnóstico llega en un excelente momento profesional para ella: «Me molesta mucho detener todo lo que he conseguido en los últimos dos años porque todo ha sido fruto de mi esfuerzo. Estaba en un momento muy bueno en Fiesta y en Gran Hermano, programas que me motivan mucho. Pero ahora toca priorizar mi salud», afirmó en Semana. Y también quiso agradecer las innumerables muestras de cariño que ha recibido tras la noticia: «Es abrumador ver cómo todo el mundo se ha volcado hacia mí. No quiero ocultar nada, y cuando sepa más de mi situación lo contaré con naturalidad. La vida sigue, yo sigo». dice. También reconoce: «Prefiero seguir con lo que me ha dicho el médico, que si solo tengo este tumor me curaré». Y ahí es donde está. La hija de doña Adelaida afrontó la noticia con una mezcla de fuerza y pragmatismo: «Tengo un tumor pero la vida continúa. No quiero dramatizar ni entristecer a la gente. Esto es lo que me ha tocado vivir y lo asumo con dignidad. Haré lo que pueda, pero no lucharé desesperadamente por mi vida. He vivido cosas maravillosas y también momentos muy duros. «Estoy en paz», dijo.
¿Cómo te enteraste de las malas noticias?
Durante meses, Belén ignoró sus síntomas, atribuyendo el dolor persistente en la garganta y el oído izquierdo a una alergia. Sin embargo, un chequeo con su ginecólogo hizo saltar las alarmas. La instó a acudir inmediatamente a un otorrinolaringólogo. «El jueves 21 de noviembre fui a consulta y, después de varias explicaciones, los médicos confirmaron lo que sospechaba: tenía un tumor maligno. Cuando me hicieron el examen supe que era algo malo y, cuando lo confirmaron, mi Me empezaron a temblar las piernas, pero el doctor, que es maravilloso, me abrazó y me dijo: «Te esperan meses muy duros pero voy a estar contigo». Estoy en las mejores manos.» Así es. Todo estará bien.