el tándem Reynés-Fainé gana la batalla al fondo australiano IFM
Después de la tormenta, la calma. Así van las aguas El consejo de Naturgy después de unos años con más fricciones que reuniones entre sus principales accionistas. Pero el buen entendimiento actual entre Francisco Reynespresidente de la compañía de gas, y Isidro Fainé, presidente de CriteriaCaixa -su principal accionista con un 26,7%-, ha sido el catalizador para lograr un entendimiento casi unánime entre sus consejeros. Sólo hay una nota discordante: la posición del fondo australiano IFM –con un 15% del accionariado–, dirigido en nuestro país por el español Jaime Siles.
Según ha podido saber ABC de fuentes cercanas a la junta, la llegada a Criteria de su nuevo director general, Ángel Simón –que reemplazó Marcelino Armenter el pasado mes de enero–, un directivo de plena confianza de Fainé, también presidente de Aguas de Barcelona, ha acabado reafirmando ante el consejo de Naturgy «el fuerte apoyo que Criteria da al proyecto industrial de una de las grandes energéticas españolas con una larga trayectoria». término visión».
De hecho, tras la celebración el pasado martes de la tablero naturgyCriteriaCaixa ha querido dejar por escrito su apoyo absoluto a todas las propuestas que hay sobre la mesa de accionistas, con especial énfasis en el ‘sí’ sin condiciones de la Informe Anual sobre Remuneraciones de los Consejeros. Precisamente, el punto polémico del orden del día al recibir la abstención -aunque sin muchas sorpresas, por cierto- del representante del IFM. Ahora, la ‘pullita’ de los australianos era evidente, ya que su desacuerdo supuso cambiar el sentido de su voto respecto al año anterior.
«CriteriaCaixa –presidida por Isidro Fainé y cuyo consejero delegado es Ángel Simón– reitera su apoyo explícito al plan de transformación en el que está inmersa la compañía, liderado por el equipo directivo liderado por su presidente ejecutivo, Francisco Reynés. Este apoyo se ha visto refrendado hoy (martes) con el voto positivo de CriteriaCaixa a los distintos puntos del orden del día de la junta general de accionistas celebrada por la compañía, incluido el voto consultivo en relación con la Informe Anual sobre Remuneraciones de los Consejeros de Administración», se lee en el comunicado.
El presidente de Criteria, el principal abanderado de Reynés
Fuentes consultadas del entorno inversor de La Caixa señalan a este periódico que Voto de Criteria a favor del equipo directivo de Reynés, al contrario de lo que dicen algunos medios u otras fuentes, no fue cambiado tras conocerse el voto de abstención del IFM, «sino que está tomado desde hace semanas, y Isidro Fainé es el principal abanderado del apoyo al presidente». de la gasista, aunque, por razones obvias, ahora Ángel Simón también lo es.
Fuentes del Consistorio aclaran que «la La confianza de Fainé en Reynésen su equipo directivo y en su plan de negocio para Naturgy, ha aumentado aún más si cabe con su mano derecha en la gasista –Simón–, con muy buena relación con el resto de accionistas pero sin la complicidad que su antecesor – Armenter sostuvo. – con Jaime Siles”, con el objetivo final de despejar dudas sobre su actual intención de generar estabilidad accionarial.
Un punto que, de hecho, el ejecutivo de Criteria quiso aclarar en el mismo comunicado: «La posición de CriteriaCaixa en Naturgy obedece también al objetivo de dotar a la compañía de la mayor estabilidad accionarialen la medida que constituye una empresa estratégica para la economía y abastecimiento energético del país», continúa el comunicado.
Los australianos se quedan «sin aliados»
La cuestión es que los ‘chicos’ de IFM -que intentaron lanzar una opa sobre Naturgy por el 22,69% en 2021, y finalmente se quedaron con la aceptación del 47,74% de las acciones, que representaban sólo el 10,83% del capital social- de la energética, que luego consiguieron incrementar hasta el 15% actual-, se han quedado prácticamente sin apoyo en el accionariado de Naturgy, en su lucha por reconducir el plan de transformación en el que se encuentra inmersa la empresa.
Coinciden las mismas fuentes cercanas al consejo de la gasista al explicar a ABC que «hasta hace poco, Siles se sentía fuerte en su puesto en el máximo órgano de decisión de la compañía, pero con la salida del anterior consejero delegado de Criteria, Ha perdido a su principal aliado.. Además, el nuevo CEO -Simón- no está de acuerdo con sus protestas y la idea de que defienda caminos alternativos a la estrategia de Reynés, todo lo contrario, lo apoya al 100% desde su llegada.
«Con el resto de accionistas», añaden, «IFM tampoco tiene la mejor de las relaciones». Le siguen en participación Criteria, el fondo CVCcon 20,7% y Fondo PIB con un 20,6%, que acabará en manos de la mayor gestora del mundo Roca Negrasi finalmente el Gobierno no se opone, ya que continúa estudiando la idoneidad de que el fondo tenga una participación tan relevante.
La situación en cualquier caso podría empeorar en las relaciones entre IFM y el resto de accionistas -explican las fuentes- ya que «aunque mantiene buena sintonía con GIP y posiblemente con BlackRock», si el fondo liderado por Larry Fink logra el visto bueno final del Gobierno para comprar GIP y entrar en Naturgy, «su política accionarial no le permitiría ser un aliado fuerte dentro de la gasista»
Fuentes financieras aseguran a este diario que aunque el equipo de Fink aún no ha desvelado sus planes para la energética española, seguirá en la línea del resto de sus cargos en otras compañías estratégicas. Por lo tanto, el dos asesores del GIP Los actuales miembros de la mesa de gobierno de Naturgy están a la espera de la decisión del inversor, aunque la postura siempre es la de descartar estar representados en el consejo, como ocurre en el resto de sus participaciones en el Ibex.
De hecho, fuentes confirman que el fondo de Fink reducirá su posición en Naturgy, y de ese 20% que heredaría se quedaría con un máximo de entre un 5 y un 7%, lo que dejaría a la venta entre un 15 y un 13% de la participación. la participación. Algo que no preocupa al gobierno«ya que daría lugar a la opción de un nuevo accionista, que tendría que pasar por su visto bueno, y Moncloa se apuntaría a un poco de política sin tener que exigir nada a BlackRock».