El cineasta Álex de la Iglesia estrena esta semana la miniserie en Netflix 1992a suspenso con el que vuelve a las pantallas y que se desarrolla en una Expo de Sevilla reconvertida en un lugar «misterioso y oscuro», un parque de atracciones en ruinas, en el que hubo un pasado de esplendor.
El director de casi una veintena de películas, como El dia de la bestia cualquiera balada triste de trompetaa, y los actores Marian Álvarez y Fernando Valdivielso, los dos protagonistas de esta serie que comenzará a emitirse el próximo viernes día 13, hablan de esta ficción rodada en Sevilla y Madrid.
Son seis capítulos diseñados por De la Iglesia y su mano derecha, Jorge Guerricaechevarría, basados en el guion de Pablo Tébar y Jorge Valdano, en los que cuentan, a un ritmo frenético, unos misteriosos asesinatos que tienen lugar 30 años después del Exhibición. universal.
En estos crímenes, el asesino tiene la misma forma de actuar: quema a las víctimas y deja un pequeño muñeco de Curro, la mascota de la Expo’92, junto a sus cuerpos.
«Elegí la Expo porque vi en internet unas fotos de ‘Curros’ guardados y oxidados, como carcomidos por el tiempo, y dije ¡esto es un cuento! porque recuerdo esa época con esa mezcla de niebla, confusión, no sabiendo lo que estaba pasando, de miedo a que pasara algo terrible, de hecho se quemó un pabellón y se hundió un barco, y todo parecía como si hubiera alguien detrás», relata.
Ese fue el origen de esta historia, que tiene mucho de la máscara de De la Iglesia y del cine cómico, pero que también expone el mundo de la corrupción.
Es un asesino que prende fuego a algunos de esos ‘personajes’ que se mueven como pez en el agua en ese ambiente corrupto en tiempos de ‘magnitud’, y que sobrevive ‘entre las ruinas’, como en los crímenes del Museo de Cera o en El jorobado de Notre Dame, según cuenta el director.
Son ‘personajes’ que nos hacen pensar en el comportamiento humano: «Es un caso de corrupción que se repite en el tiempo. Ahora hay casos de corrupción, luego los hubo y quizás digamos que esa época, que representa 1992, fue la origen del descubrimiento de muchas cuestiones que han ido configurando la imagen que ahora tenemos de un sistema».
Los hilos conductores de esta ficción son Amparo (Marian Álvarez) y Richi (Fernando Valdivielso). Su marido muere en la primera gran explosión y su obsesión es saber la verdad. Decide investigarlo con un expolicía alcohólico, que trabaja como guardia de seguridad y con quien logra una conexión especial.
Rodar con el director y el guionista ha sido como «un juego» para ambos actores, pero también ha requerido «una concentración absoluta» porque el rodaje ha sido muy rápido: Álex «es una ametralladora a la hora de dar órdenes, es muy claro en las cabeza y subirse al coche requiere un estado de concentración…», comenta la actriz.
«Hay algo súper lindo en eso porque de repente no reflexionas y realmente salen cosas muy puras y muy buenas, pero también es caminar como en un hilo», añade el actor.
Y la pregunta inevitable para Valdivielso es si le resultó difícil filmar e interpretar de esa manera a Richi, una persona con tantos conflictos internos. «Es muy difícil hacer eso sin exagerar. Tuve que ver muchas cosas y luego traducirlas al lenguaje», señala. Los dos han abordado el rodaje de la serie del mismo modo que lo hacen con una película, como ha hecho De la Iglesia al rodar la que podría ser la primera temporada de ‘1992’.
¿Hay lugar para una segunda temporada? «Sí, me encantaría hacer como en ‘True Detective’ pero con el mismo alcance y el mismo estilo. Y me gustaría hacer otro crimen en la Barcelona del 92, continuar con 1992. Podría ser la Barcelona de 1992″. con COBI. Sería genial.»