El programa ‘A ver’ vivió este martes 10 de diciembre una tensa discusión protagonizado por Isabel Rábago y Alessandro Lequio. El origen del fuerte enojo fue el polémico testimonio de Bárbara Rey, que se emitió este pasado lunes en su especial ‘Mi verdad’ en Telecinco.
En su entrevista, la estrella contó detalles íntimos de su relación con el rey emérito, destacando: «Me trató como a una puta. Después de hacer el amor me dejó 500.000 pesetas en la mesa». Estas revelaciones generaron polémica en ‘A ver’, donde los colaboradores debatieron sobre la veracidad y el contexto de las declaraciones.
Isabel Rábago defendió el testimonio de la actriz, mostrando comprensión por su malestar por el trato recibido.mientras Alessandro Lequio reaccionaba con vehemencia gritando: «¡Ya estoy calentando!» y acusando a la estrella de hipocresía. «¡Pero ella es la que constantemente pedía dinero! Nadie obligó a esta mujer a tener una relación. Nadie la obligó a tomar las fotos. Por favor, no ensucien la conversación». Exclamó en un tono muy enojado.
Lequio continuó atacando duramente a su compañera, incluso ordenándole «¡Vete a la mierda!». y afirmando: «Esta defensa total sólo te hace ridículo». Al culparla de ser “ridícula”, el italiano desató aún más el enfado de Rábago, quien, irónicamente, respondió: «Esas son tus salidas. Eres un perfecto caballero conmigo, señor románico italiano».
Joaquín Pratquien condujo el programa, intentó mediar para calmar los ánimos y pidió que no continuaran los ataques personales. «No entiendo por qué os metéis en el tumulto. Es absurdo. Ahora mismo la protagonista de la entrevista probablemente se esté riendo a carcajadas viendo cómo os descalificáis entre vosotros», comentó el presentador.
La tensión siguió creciendo, con Rábago le pide a Prat que le aclare que fue Lequio quien había iniciado la pelea. Sin embargo, el presentador insistió en que se centren en el tema central, mientras Rábago, visiblemente molesto, siguió calificando la situación de «violenta». A pesar de los esfuerzos de Prat por recuperar el control del programa, la discusión siguió siendo el centro de la jornada.