El trasfondo británico Zegona ha hecho oficial su oferta de adquisición por el 100% de Vodafone España por valor de 5.000 M€, marcando un importante hito en el mundo de las telecomunicaciones en España. Esta noticia ha llamado la atención de clientes y expertos, generando cierta incertidumbre sobre qué cambios podrían producirse en los servicios que ofrece actualmente Vodafone.
Para empezar, la gran tarea del fondo británico será recuperar la senda de la rentabilidad para el operador rojo, y eso pasa por tomar algunas decisiones. Todas las miradas están puestas en las infraestructurasPrecisamente uno de los puntos críticos para la aprobación de la operación.
La infraestructura de Vodafone está en peligro
Vodafone España está considerada una empresa estratégica por sus redes, contratos con la administración, licitaciones de defensa y propiedad del espectro radioeléctrico. Por esas razones necesita aprobación pública. Una negociación que, tal y como ha avanzado ECONOMÍA DIGITAL, ya ha comenzado.
La operación de inversión está sujeta a la autorización de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales y a la autorización del Gobierno para inversiones extranjeras (JINVEX). Por tanto, es un trámite importante a realizar.
Sin embargo, El fondo británico gestiona planes de desinversión para Vodafone España eso iría, en principio, en contra de lo que busca el Gobierno: proteger las infraestructuras españolas de potenciales movimientos especulativos.
El operador rojo cuenta con una red de banda ancha en España con más de 10 millones de accesos, entre fibra y cable (HFC), además de acuerdos con otros operadores. Zegona busca hacer más rentable a Vodafonelo que podría implicar ajustes en la estructura e infraestructura de la empresa.
¿Qué pasará con los clientes de Vodafone?
Sin embargo, para los actuales clientes del operador rojo, Economía Digital tiene un mensaje de tranquilidad. Zegona ha confirmado que mantendrá a todos los clientes y usuarios en su cartera, asegurando la continuidad de los servicios. Además, la marca Vodafone España se mantendrá durante los próximos diez años, por lo que los clientes no tendrán que preocuparse por un cambio de nombre.
Sin embargo, la situación no será sencilla. Vodafone no ha invertido significativamente en la ampliación de su red de fibra en los últimos años, lo que abre la posibilidad de vender activos, incluida la red fija, que podría llevar a algunos clientes a depender de terceros para acceder a los servicios de telecomunicaciones.
Una de las consecuencias de esta posible venta de infraestructuras es que algunos clientes podrían migrar a las redes de operadores rivales como Orange o Movistar. Vodafone ya ha firmado un acuerdo con Movistar ampliar su cobertura utilizando la red de este último, lo que podría beneficiar a los clientes que deseen realizar la transición.
La estrategia de Zegona a la hora de adquirir Vodafone España se centra en recuperar clientes, especialmente en el segmento de banda ancha fija. Se espera una estrategia enfocada a obtener una mayor rentabilidad bajo el liderazgo de José Miguel García, ex director general de Jazztel y Euskaltel.
A pesar de esto, Zegona no tiene intención de seguir el camino de los operadores de bajo coste. Se espera que la marca Vodafone España mantenga su estatus premium, lo que podría generar competencia en precios y ofertas atractivas para los usuarios, sin ofrecer tarifas tan baratas como las de los operadores de bajo coste.
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