La insulina y/o el reemplazo de células beta deben considerarse terapias de rescate en el futuro.
18 de abril de 2024. 9:50 am
El Dr. Colin Dayan, del Grupo de Diabetes y Autoinmunidad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), se centra en la prevención de la diabetes tipo 1 y asegura que “es posible avanzar hacia la diabetes tipo 1 (DT1)…
Dr. Colin Dayan, del Grupo de Diabetes y Autoinmunidad del Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), se centra en la prevención de la diabetes tipo 1 y asegura que ‘es posible avanzar hacia la diabetes tipo 1 (DT1) sin insulina si se comprenden las etapas de la enfermedad’. El experto galés defiende la necesidad de cambiar la gestión de esta enfermedad mediante uso de inmunoterapia de bajo riesgo, con el objetivo de preservar la función endógena de las células beta y facilitar sustancialmente el control metabólico. De esta forma, asegura, ‘la insulina y/o el reemplazo de células beta (células madre o trasplante) deben considerarse terapias de rescate reservadas para presentaciones tardías en el futuro’. Según los resultados que se van conociendo de estos estudios, se señalan nuevas y revolucionarias tendencias en la prevención de la diabetes tipo 1.Hay que pensar en cómo evaluar a los familiares de primer grado de personas con diabetes Tipo 1 (que tienen un riesgo 10 veces mayor) y, más tarde, a la población general, para detectar la diabetes tipo 1 preclínica (mediante autoanticuerpos de los islotes), antes de que se pierdan demasiadas células productoras de insulina,’ aconseja el profesor Colin. Aparte de los avances en terapias encaminadas a prevenir la enfermedad mediante la inmunoterapia (con un fármaco ya disponible que puede retrasar el diagnóstico de diabetes tipo 1 una media de 2 años en personas de alto riesgo), ‘nuevas insulinas y sistemas de administración que faciliten este tratamiento en personas con diabetes tipo 1’.
Sensor de glucosa intersticial continuo en tiempo real
Asimismo, se está mejorando la exactitud y precisión de los sistemas de monitorización continua de glucosa y los conocidos como sistemas de páncreas artificial o sistemas automatizados de infusión de insulina. incorporando una bomba de insulina (un sensor de glucosa intersticial continuo en tiempo real y un algoritmo que determina la cantidad de insulina que debe administrar la bomba en función de las lecturas realizadas por el sensor). Entre las principales mejoras en el abordaje de las personas con diabetes tipo 2, el doctor Pérez señala ‘la incorporación de tecnología (fundamentalmente monitorización continua de glucosa) para el manejo de los pacientes tratados con insulina, y el extraordinario desarrollo de nuevos fármacos orales e inyectables ( Agonistas del receptor GLP1, agonistas duales de GLP1/GIP e inhibidores de SGLT2) para el tratamiento de la hiperglucemia y las comorbilidades asociadas con la diabetes. Estos fármacos han modificado mucho las estrategias de tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2 ya que, además de su efecto sobre el control glucémico sin aumentar el riesgo de hipoglucemia, reducen el peso corporal y tienen efectos beneficiosos sobre la protección cardiovascular y renal. Además, ‘en el caso de Agonistas del receptor GLP1 y agonistas duales GLP1/GIP«Por su efecto sobre el peso, podemos hablar de la posibilidad de conseguir la remisión de la enfermedad a largo plazo», afirma el presidente de la SED. Todos estos avances no son incompatibles con una realidad amenazadora. Por un lado, hoy la diabetes tipo 2 es una auténtica epidemia en todo el mundo. En España, según datos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), la prevalencia total de diabetes tipo 2 es ya del 13,8 por ciento de la población, una cifra que se vuelve realmente alarmante si se tiene en cuenta que el seis por ciento de la población la población tiene diabetes y no es consciente de ello, y que Más del 10 por ciento de la población adulta tiene riesgo de desarrollar diabetes. Por otro lado, la diabetes tipo 1 representa entre el 10 y el 15 por ciento de todos los casos y es una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia.