Julián Muñoz tuvo que ser ingresado nuevamente al hospitalante un empeoramiento de su estado de salud. Como es normal, la preocupación de su entorno es ahora máxima, pues temen lo peor, mientras empiezan a establecer de nuevo su base en el Hospital Internacional HC Marbella. Un ingreso dos días después de su última entrevista televisiva, que esta vez tuvo lugar en silla de ruedas, debido a las dificultades que tenía para caminarcomo pudo hacer hace apenas unas semanas delante de las cámaras. Padece un “cáncer galopante” y los médicos han definido la enfermedad como “incurable”, lo que hace que todas las miradas estén centradas en el centro a la espera de noticias. Pero estas también llegan de la televisión, ya sea con las últimas noticias o a través del testimonio de su familia, como ha hecho por ejemplo él su nieto Fran Redondo en ‘TardeAR’.
Antes de que el joven tomara asiento para charlar con Ana Rosa Quintana, la concursante de ‘Y ahora Sonsoles’ ha explicado que el alcalde “no ha recibido visitas tras Mayte Zaldívar, pero esto forma parte de los planes de la familia. La prioridad es que descanse y esté tranquilo en estas horas decisivas”. Se apunta que “su estado de salud es preocupante”, que el tratamiento está siendo muy agresivo y que “Julián se encuentra ante un momento en el que sus defensas no dan más”. Paloma García Pelayo fue más allá, reconociendo que “él sabe que va a morir, es perfectamente consciente de la situación. Otra cosa es ver cómo van de mal en peor las cosas. La propia Mayte ha dicho que esta prueba no está yendo todo lo bien que la familia esperaba, pero la esperanza no está perdida. Desde el punto de vista emocional, me confirman que se ha derrumbado”.
Toda la familia está volcada ahora en hacerle más llevadera la estancia en el hospital. También intentan calmar las aguas y arrojar luz sobre su situación si es necesario, como ha querido hacer su nieto Fran, que fue noticia en su día por hacer bromas de mal gusto sobre la herencia de su abuelo. El joven, nervioso en el plató de ‘TardeAR’, reconoce que el estado del ex concejal marbellí es «grave», además de imprevisible: «Con esta enfermedad no sabes cuándo van a venir los altibajos», confirmando los peores temores de la familia sobre un final inminente: «No os voy a mentir, estamos esperando a que nos diga el médico».
Aunque las previsiones no son nada positivas, lo cierto es que el nieto de Julián Muñoz quiere destacar por encima de todo la fortaleza que está demostrando su abuelo: “Él tiene muchas ganas de vivir, tiene mucho miedo de morir y quiere seguir viviendo, luchando y estando con nosotros”.. Toca esperar. Ahora, según señala, el objetivo de sus seres queridos es que se sienta acompañado en su proceso: “Me encanta que sienta el calor de sus nietos y que se sienta lo más apoyado posible, porque lo queremos mucho” y no duda en presumir de él una y otra vez, destacando que “es una persona impresionante”.