Si 2024 fuera una película, Francia no sería el héroe, sino el personaje que se tambalea al borde del abismo. El índice Cac 40, orgullo del mercados de valores La francesa, ha caído un 4% este año frente a las ganancias del 20% del Dax alemán y del 18% del Ibex 35, el principal índice bursátil de España, marcando su peor comportamiento desde 2010 en comparación con otras bolsas europeas. Pero, más allá de las cifras, lo que realmente asusta es la historia subyacente: déficit crónico, inestabilidad política y un horizonte económico lleno de nubarrones.
Pero Francia no está sola en este colapso. Por distintos motivos, Rusia y Brasil completan el podio de las bolsas más bajistas del año, reflejando un panorama complicado para los inversores. mercados globales en 2025.
Francia bate el récord de déficit público de la eurozona
Desde que existe la zona del euro, Francia ha superado el límite del 3% en déficit público en 20 de los últimos 26 años. Pero 2024 ha batido récords. El déficit alcanza el 6,1% del PIB, el más alto entre los países de la eurozona.
¿Por qué importa tanto? Porque el déficit no es sólo un tecnicismo económico, es la señal de alarma de un país incapaz de equilibrar sus cuentas. Y, en el caso de Francia, las causas son profundas. Un gobierno dividido que no logra consensos, mociones de censura constantes y presupuestos que, en el mejor de los casos, reducirían el déficit hasta el 5% en 2025, muy lejos aún de la sostenibilidad.
Francia tiene un déficit público estimado en alrededor del 6% del PIB y una deuda pública que alcanza aproximadamente el 112% del PIB. Esto indica que el déficit representa alrededor del 5,36% del total. deuda publica del país. Según Enguerrand Artaz, director de LFDE, “Italia y Grecia, a pesar de sus problemas financieros históricos, prácticamente han alcanzado el equilibrio presupuestario, mientras que Francia sigue fuera de control”.
Lo preocupante es que las consecuencias no acaban en las fronteras francesas. al ser la segunda economía más grande de la eurozonaLo que sucede en Francia afecta al resto del bloque. Según Artaz, “una crisis de deuda en Francia sería devastadora para la eurozona”. Pese a todo, el país sigue financiándose a tipos moderados, pero la paciencia de los mercados no dura para siempre.
Y por si el déficit no fuera suficiente, el crecimiento económico tampoco invita al optimismo. El gobierno apuesta por un crecimiento del PIB del 1,1% en 2025, pero los analistas lo ven como un sueño lejano. La realidad apunta a un crecimiento de entre el 0,5% y el 0,7%, con un riesgo real de recesión técnica.
Rusia: El rublo en caída libre
Rusia tampoco ha salido ilesa. Su índice RTS ha sufrido una caída del 30% en lo que va de año, agravada por un rublo que ha tocado mínimos históricos frente al dólar y el euro.
La receta de este desastre no es ningún secreto: sanciones occidentales a sectores como el energético y el tecnológico, un gasto militar que sangra sus finanzas por la guerra en Ucrania y un Banco Central que intenta apagar incendios subiendo los tipos de interés al 21%. Aun así, los precios siguen subiendo. El inflación La cifra oficial ronda el 9%, pero estudios independientes sugieren que podría superar el 15%.
El impacto directo recae sobre los bolsillos de los ciudadanos rusos, que se enfrentan precios exorbitantes en un país extremadamente dependiente de las importaciones. Y aunque el Kremlin insiste en que “todo va según lo planeado”, los mercados cuentan una historia muy diferente.
Brasil pierde la confianza de los inversores
Mientras tanto, en América Latina, Brasil tampoco ha sido inmune a las turbulencias. Su índice BOVESPA registra una caída del 6%, mientras que el real brasileño se ha devaluado un 20%. La confianza de los inversores se ha desplomadocon capitales que abandonan el país en busca de destinos más atractivos como Argentina, donde las recientes reformas económicas están atrayendo capitales que antes favorecían a Brasil.
El principal problema de Brasil radica en una déficit fiscal desbocada, que alcanza el 10% del PBI, junto con un cambio de liderazgo en el Banco Central que genera incertidumbre. Si a esto le sumamos un contexto político que no logra convencer a los mercados, tenemos la tormenta perfecta para ahuyentar a los inversores.
El índice CSI 300 da un respiro a China
Por el contrario, los mercados bursátiles chinos parecen haber encontrado algo de aire. El índice CSI 300 se ha recuperado un 17% este año después de tres años en los que ha perdido un tercio de su capitalización. Sin embargo, este respiro no oculta los problemas estructurales. El crisis inmobiliaria La situación que afecta a empresas como Evergrande sigue pesando sobre la economía, con hogares cuyos activos han perdido gran parte de su valor y una deflación que amenaza con perpetuar un círculo vicioso.
Con donald triunfo de regreso a la Casa Blanca y la amenaza de una nueva guerra comercial En el horizonte, la situación no es precisamente estable. La gran pregunta para los inversores es si confiar en la recuperación de China o asumir que su mercado tardará mucho en salir del hoyo. Por ahora, los mercados siguen pidiendo respuestas.