GeSIDA recomienda proporcionar PrEP a cualquier persona que pueda beneficiarse de esta medida de prevención del VIH

GeSIDA insiste en que la PrEP forme parte de un programa que incluya también una combinación de medidas como promover el uso del preservativo, educación sexual-afectiva, evaluación del consumo de sustancias, detección y tratamiento precoz de ITS y actualización de vacunas recomendadas

Con motivo del quinto aniversario de la incorporación de la PrEP (profilaxis preexposición al VIH) a la cartera básica del SNS y ante los buenos resultados que ha dado esta estrategia de prevención -de la que se han beneficiado en estos años más de 24.000 personas según Según datos de la División de Control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Sanidad – GeSIDA propone a las administraciones competentes que consideren ampliar los criterios de acceso y también facilitar este tratamiento preventivo a más personas, como por ejemplo aquellas que tienen hepatitis C o personas que en el momento de la evaluación de riesgo no presentan ninguno de estos criterios, pero que muestran un cambio en su situación en el futuro inmediato, como dejar de usar preservativo sistemáticamente.

Para facilitar el acceso a la PrEP, cuya pauta se basa en medicamentos de dispensación hospitalaria, GeSIDA también prevé acercar este tratamiento desde las farmacias hospitalarias a los dispositivos sanitarios que atienden a estos usuarios: las clínicas de ITS (Infecciones de Transmisión). Sexual) u otros centros extrahospitalarios, como centros de Atención Primaria o centros comunitarios.

La PrEP debe ser prescrita y supervisada por un médico con experiencia en el manejo de la infección por VIH y otras ITS, y también debe estar capacitado en habilidades para cuidar la diversidad sexual y de género, así como para abordar el fenómeno de la sexo químico.

Asimismo, el papel de la enfermería especializada es fundamental. Para que esta propuesta sea posible, se debe dotar a las unidades hospitalarias y extrahospitalarias de personal y recursos suficientes para que puedan atender adecuadamente la demanda y seguimiento de los usuarios, y reducir las listas de espera para el acceso a la PrEP.

Este Grupo de Estudio también destaca la importancia de realizar un seguimiento adecuado de las personas que deben recibir PrEP, lo que debe incluir la toma de una historia clínica completa que incluya hábitos tóxicos y comportamiento sexual; evaluación analítica antes de la prescripción: para descartar una infección por VIH preexistente, evaluar el estado serológico de los virus de la hepatitis A, B y C, o evaluar la función renal; realizar exámenes de detección completos para otras ITS; enfatizar la importancia de una correcta adherencia terapéutica; iniciar la vacunación contra las hepatitis A y B y contra el VPH en los casos en que sea necesaria; evaluar la tolerancia a los medicamentos y los posibles efectos adversos; así como reevaluar periódicamente la indicación de continuar con la PrEP.

PrEP y otras ITS más allá del VIH

A diferencia de lo ocurrido con el VIH, los diagnósticos de ITS han ido aumentando en las últimas dos décadas en nuestro medio, especialmente gonorrea, clamidia y sífilis, y más recientemente hepatitis C en la población de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH). Por ello, GeSIDA insiste en que “la PrEP forma parte de un programa que también incluye una combinación de medidas como la promoción del uso del preservativo, la educación sexo-afectiva, la evaluación del consumo de sustancias, la detección temprana y el tratamiento”. de ITS y la actualización de vacunas recomendadas”, enfatiza la doctora Rosario Palacios, presidenta de este Grupo de Estudio.

Hoy en día todavía no está claro si el uso de PrEP contribuye al aumento de las ITS. Por ejemplo, en un estudio realizado en varios centros proveedores de PrEP en España no se detectó un aumento significativo de algunas ITS como la gonorrea, la clamidiasis y la sífilis.

A pesar de la discordancia de resultados en diferentes estudios sobre el posible aumento de la incidencia de ITS en usuarios de PrEP, el cribado sistemático de ITS permite la detección temprana y el tratamiento de otras ITS, lo que puede reducir su transmisión.

Por este motivo, GeSIDA recomienda realizar cribados de sífilis, clamidiasis y gonorrea cada tres o seis meses, así como cribados de hepatitis C cada 6-12 meses, dependiendo del riesgo de cada persona.

La situación del VIH en España

Más de 40 años después de su aparición, y a pesar de importantes avances en el diagnóstico y, sobre todo, en el tratamiento, el VIH sigue siendo hoy en día un importante problema de salud pública. La tasa de nuevos diagnósticos es similar a la de otros países de Europa occidental, aunque superior a la media de los países de la Unión Europea. Según datos oficiales recientes (Actualización del continuum de atención al VIH en España, 2021-2022), se estima que en España viven entre 136.000 y 162.000 personas con VIH. En 2022 se reportaron 2.956 nuevos diagnósticos de VIH, de los cuales el 46,8% tuvo un diagnóstico tardío.

Cifras nada desdeñables que demuestran claramente que hablar de VIH y SIDA no es una cuestión del pasado sino, por el contrario, “algo que requiere una respuesta ambiciosa en el presente y en el futuro, ya que estamos hablando de una enfermedad para la que todavía No existe cura conocida y sigue planteándonos nuevas preguntas, cuatro décadas después de su descubrimiento”, añade el presidente de GeSIDA.

Las relaciones sexuales sin protección entre hombres ocupan el primer lugar en términos de rutas de transmisión en el conjunto de datos globales. Por tanto, el grupo de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) es una prioridad para los programas de prevención. Asimismo, personas procedentes de otros países representaron casi la mitad de los nuevos diagnósticos de VIH en 2022. Sus características diferenciales hacen necesario diversificar los programas de prevención para adaptarlos a las necesidades de este colectivo social y culturalmente muy heterogéneo, y especialmente vulnerable.